Grafiteros rechazan encuentro con Avelina Lésper en el Museo de la Ciudad de México

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 01 de agosto de 2018.- En estos días se a discutido en redes sociales la posición de Avelina Lésper en contra del grafiti por lo que el Museo de la Ciudad de México a llamado a un foro de discusión llamado «Avelina Lesper, me la pelas» entre la citada crítica de arte y los grafiteros Mufor y Neón. Una comunidad amplia del grafiti a decidido no asistir a dicho encuentro, argumentando que no hay las condiciones optimas para una discusión amplia sobre el tema. A continuación reproducimos la carta publica con sus razones.     

A LA OPINIÓN PÚBLICA
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
A LA COMUNIDAD GRAFITERA
A LA COMUNIDAD ARTÍSTICA
A LAS AUTORIDADES DE LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
AL MUSEO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

PRESENTE

Reciban un saludo, sirva esta carta para informar que los escritores de grafiti
convocados a participar al diálogo denominado «Avelina Lésper, me la pelas»
hemos decidido rechazar la invitación y no participar, por los motivos que a
continuación exponemos:

1.- En un principio habíamos considerado la posibilidad de abrir un diálogo e
intercambio de opiniones respetuosas respecto al grafiti, sin embargo, al conocer
las declaraciones realizadas por Lésper, creemos que este diálogo no se podría
llevar acabo de una manera pacífica y efectiva ya que Lésper ha expresado, en
múltiples foros y en diferentes medios de comunicación, que para ella «el grafiti es
un acto vandálico, de sub normales y sub pensantes”; que considera que los
grafiteros “deberían rayarse las nalgas” y ha asegurando que “estos individuos
carecen de cualquier estudio en arte y que no se están expresando, solo están
haciendo uso de la fuerza para cometer un delito…”. Nos queda claro que estas
declaraciones ignorantes, carentes de toda sensibilidad artística y cultural, se
suman a las posturas que han generado las políticas de mano dura en este país
durante los últimos 25 años.

2.- Las declaraciones realizadas por Avelina Lésper no invitan al diálogo ni a la
reflexión, pues dice: «será una llamada de atención a Mufor y Neón», a los
grafiteros que señalan como autores del multicitado grafiti que incluye su nombre.
Lo que muestra su mirada adultocéntrica y poco empática a las distintas
juventudes que convivimos en la Ciudad.

3.- A pesar de que Lésper se autodenomina como la única “crítica de arte” que
ha hablado del grafiti, sorprende que sea en este momento en el que dice querer
dialogar con la comunidad grafitera. Sorprende más aún, cuando en sus
declaraciones permite ver el poco interés y la falta de conocimiento sobre esta
forma de manifestación artística y cultural. Ella ha reiterado que el motivo de su
invitación no es dialogar, sino que se debe a un grafiti, realizado al sur de la
Ciudad de México, en el que está escrito su nombre; además de que pretende
resolver dudas personales, como lo muestran las preguntas que se hace respecto
al tema. Estos y otros cuestionamientos han motivado trabajos de titulación y
varios años de encuentros transdisciplinarios, en los que han participado artistas,
crews, historiadores del arte, restauradores, museólogos, curadores, que han
trabajado el tema de cerca como Henry Chalfant, Martha Cooper, Jesús De
Diego. Diversos congresos como “Estéticas de la calle” en la Escuela Nacional de
Antropología e Historia (ENAH), Encuentros de Street Art y Graffiti, en la Escuela
Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo
Negrete (ENCRyM), Seminarios en el Centro Nacional de Investigación,
Documentación e información de Artes Plásticas (CENIDIAP – INBA) que
conversan tanto del muralismo como del grafiti, así como diálogos y acuerdos
con la Unidad Grafiti de la SSPCDMX y muchos otros eventos públicos realizados
en la ciudad durante los últimos 25 años.

4.- Lésper asegura que su convocatoria es para dialogar de grafiti, pero su
discurso sobre el tema siempre ha sido el mismo: “es inútil hacer un análisis artístico
de un grafiti, porque es como analizar el valor literario de un chiste twitter viral, y
tiene nulo nivel creativo, intelectual” además de ser sólo un “asunto de
convivencia social y legalidad”. Lésper confunde el ejercicio de la crítica, emplea
palabras altaneras y groseras, por medio de sus acostumbrados monólogos
vituperantes y descalificadores; se aleja de un diálogo constructivo y antepone
sus propias intenciones destructivas,
¿Cómo se propone convocar a un diálogo si los puntos de partida son la
descalificación y la ofensa?

5.- Queda claro que piensa repetir sus ideas, así como sus conocidas y
multicitadas frases en el foro. El lenguaje que ha utilizado para referirse a la
escena del grafiti y las personas que lo producen es agresivo, discriminatorio y
conservador; por tal motivo, creemos que no se hablará de arte ni se construirán
propuestas en esta mesa a la que nos invita. Además, la campaña de publicidad
que actualmente se dirige para convocar al público al supuesto debate está
lleno de imprecisiones, asegura que los autores de la pinta ya aceptaron asistir y
esto es completamente falso.

6.- Su convocatoria no busca un diálogo profundo, por lo tanto, quienes asistimos
a la cita con ella en el Museo de la Ciudad de México en días anteriores hemos
decidido deslindarnos de la organización y no participar en esto que ella está
anunciando como un diálogo a realizarse el próximo sábado 4 de Agosto.
Aplaudimos las iniciativas y oportunidad para discutir sobre el tema, pero estas
deben ser respetuosas y democráticas, no con calificativos predefinidos.

7.- Para terminar citamos el siguiente párrafo publicado el pasado lunes 16 de julio
de 2018 en el medio de comunicación “Cultura Colectiva”, que da cuenta de lo
incongruente de la situación: “Según ha dicho Lésper, el arte no necesita de su
contexto para existir ni de una explicación, es decir, que la pieza se explica por sí
misma mediante su manifestación —irónicamente ahora pide a los grafiteros
explicar sus piezas y justificarlas—…”

El grafiti para nosotros, no es sólo lo que se mira en el muro, es una conjunción de
miradas, ideas, vínculos y relaciones socioculturales que definen formas de vida.
En ese sentido, el aprendizaje que deja el pasar de los años, es que el grafiti es
una práctica artística y cultural más allá del arte. La academia no puede
encasillar al grafiti en los cánones «de las artes». El grafiti no se enseña en las aulas
y esto es lo que nos hace diferentes.

Agradecemos la disposición de la Secretaría de Cultura de la CDMX y la atención
al Museo de la Ciudad de México que amablemente abrió las puertas con la
posibilidad de llevar a cabo un diálogo respetuoso. Esperamos que en otro
momento puedan acoger un evento de esta naturaleza y se abra un verdadero
diálogo sobre el uso del espacio público, el grafiti y las nuevas prácticas artísticas
que surgen día con día en nuestra Ciudad de México.

 

Atentamente
Escritores de graffiti

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