Anti fair play laboral en futbol mexicano
Foto: Especial
- Necesidad imperiosa en México, sindicato de jugadores, afirma José María Huerta, ex dirigente gremial
- La Asociación Mexicana de Futbolistas miente y ha llevado a los jugadores al matadero, acusa
- Se debe aprovechar, asegura, lucha del gobierno de AMLO contra la corrupción
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 23 de abril de 2020.- Anti fair play laboral. En el marco de la desaparición de la Segunda División del balompié mexicano, que dejó sin empleo a más de 360 jugadores –agravado por la pandemia del covid 19–, el ex futbolista José María Huerta urgió crear un sindicato de jugadores, «necesario desde hace décadas», porque ha habido «muchos atropellos», luego que hace casi 20 años fue un suplicio para él crear un organismo gremial, con verdadero peso.
Lamentó que hasta ahora sólo exista la Asociación Mexicana de Futbolistas (AMF), asociación civil» dirigida por Álvaro Ortiz, “quien ha llevado a los jugadores al matadero y les ha mentido al no explicarles el verdadero alcance jurídico de la entidad que preside.»
Y urgió:
“La creación del sindicato es una necesidad imperiosa. No una invención ociosa. Ha habido muchos agravios laborales y se necesita un abogado colectivo, que hable por todas las divisiones profesionales, incluso la femenil, y no uno que sólo vea por un jugador, que establezca contratos colectivos y compromisos de los empleados para fortalecer las empresas, porque también se deben cuidar los intereses de los clubes.”
El primer antecedente fue el Sindicato de Futbolistas Profesionales, registrado ante la Secretaría del Trabajo, en 1971 –sepultado por el poder omnímodo de los zares del balón– y 30 años después un grupo encabezado por Huerta buscó formar otra asociación sindical.
El ex jugador del Necaxa narró que tuvo que lidiar con la corrupción para que se aprobará la creación de un organismo que defendiera los derechos de los jugadores.
(Apéndice de los zares del balón Asociación Mexicana de Futbolistas)
“Fueron cuatro años de batalla legal”, recordó Huerta. Porque la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Suprema Corte de Justicia y la Junta Local de Arbitraje rechazaron la solicitud para crear la agrupación sindical. Hasta que un juez colegiado dio la orden de que se les diera el registro del organismo.
Describió:
“Después de la afrenta legal, el sindicato de Futbolistas Agremiados de México (FAM) nació en 2005, pero la Federación Mexicana de Futbol (FMF) nos tuvo miedo. Creyó que seríamos un organismo avasallador, aunque no lo éramos. Y creó en paralelo la Comisión del Jugador.”
Era el antídoto al sindicato e hicieron negociaciones que afectaron. Como reducir a 10 por ciento la prima de transferencia que corresponde a los futbolistas. Cuando la Ley del Trabajo estipula que se debe partir desde el 25 por ciento, precisó Huerta.
Además, la Comisión del Jugador todavía recibía un uno o dos por ciento, el futbolista se quedaba como con un ocho por ciento de la transacción.
“Boicoteado por la FMF, el sindicato desafortunadamente fue desdeñado y dejó de operar en 2008”, lamentó Huerta, quien decidió irse a vivir a Estados Unidos. No obstante, ha dado seguimiento a los agravios contra los futbolistas mexicanos, como el eufemístico pacto de caballeros –moderno sistema de esclavización laboral–, la desaparición del Ascenso Mx, así como el caso del extinto Veracruz, que no le pagaba a sus integrantes y aún existe una demanda legal para saldar las deudas.
“Ha habido atropellos porque los han permitido”, lamentó al destacar que la AMF sólo es la continuación de la Comisión del Jugador y sigue ligada a la FMF.
“Lo de Álvaro Ortiz me parece una traición al futbol. Porque él se ha prestado a guiar a los futbolistas hacia el matadero; esa es la realidad, la AMF sólo es una asociación civil y hace años ya hubo una con la Asociación de Futbolistas Profesionales. Desde hace tiempo el futbol mexicano necesita un doctor especialista, no un enfermero.”
(Como Hugo Sánchez, Rafael Márquez tampoco pudo doblegar el poder monolítico de los barones de la pelota)
Existe un conflicto de interés con Álvaro Ortiz, puntualizó, “porque desde que estaba en la Comisión del Jugador nunca se despidió de ser empleado de la Federación. Siguió con sus ideas, conteniendo todos los proyectos para que no trascendieran, no mete el pie en el acelerador para defender los derechos de los futbolistas.
“Ante todos los agravios que ha habido sólo ha sido un observador, únicamente recomienda abogados para que asesoren a los jugadores.”
Pidió a los futbolistas dejar de tener miedo a un sindicato, al explicar que es una asociación para generar armonía y equilibrio. Destacó que no se trata tampoco de parar el futbol o hacer huelgas, sino de negociar para evitar litigios.
Aunque Huerta es realista y sabe que es complicado crear una asociación sindical en el balompié, aseguró que hoy el viento está en favor de los futbolistas con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien busca erradicar la corrupción, por lo que enfrentarían menos obstáculos de los que él tuvo que sortear.
“Deben aprovechar el momento que se vive en el país, ahora hay un marco para que se haga justicia en todos los sectores, como en el futbol.”
Pese a que jugadores estelares como Rafael Márquez querían de buena intención formar un sindicado, Huerta apuntó que “no basta con ser famoso para dirigir un proyecto de esta índole, sino que debe ser alguien que no anteponga el dinero sobre la dignidad. Y que sea consciente de que tendrá que hacer muchos sacrificios. Porque seguramente después no podrá ser directivo, entrenador y menos presidente de la Federación.”
Difícilmente algo cambiará en el balompié mexicano.
Porque al presidente de México, único que podría contener a los zares del futbol, sólo interesa el beisbol, su pasión