Anuncia FIFA reglas de fair play extra cancha
-
Busca equilibrio competitivo y pone límite al préstamo de jugadores
-
Y a la actuación de los agentes
-
Busca atemperar el poder omnímodo de los dueños del balón en Europa
-
Fijará en seis el máximo de futbolistas mayores de 22 años que un club puede prestar o ceder
-
El organismo trabaja desde 2017 en nuevos lineamientos con la intención de modernizar y poner orden en este rubro
-
Involucra miles de acuerdos y unos 7.000 millones de euros anuales
Periodistas Unidos/Agencias/Balón Cuadrado. Ciudad de México. 23 de enero de 2022.- FIFA impondrá a partir de julio limitaciones en la cantidad de jugadores que los clubes podrán ceder, dos años después de que la nueva reglamentación fue frenada por la pandemia, según versiones periodísticas difundidas en Ginebra, Suiza. Y que involucra movimientos por 7.000 millones de euros al año.
La medida busca impedir la acumulación de futbolistas por parte de los equipos más ricos, fomentar el desarrollo de su talento y promover el equilibrio competitivo en el futbol. Uno de los temores es que los clubes ricos acumulen muchos futbolistas y puedan reducir el talento disponible e impedir que sus rivales más modestos recurran a préstamos.
Por lo tanto, la FIFA limitará a seis el cupo de jugadores mayores de 22 años que cada club puede ceder a otros clubes o incorporar como cedidos cada año.
El tope frena en seco una modalidad de adquisición de jugadores que experimentó un crecimiento geométrico en la última ventana del mercado, en la que España, Inglaterra e Italia registraron más préstamos que compras por primera vez en la historia.
La limitación de las cesiones se implementará de manera progresiva a partir de la próxima temporada, en la que se permitirán ocho préstamos; la siguiente, siete y la 2022-2023 ya solo seis.
Se trata de una de las medidas adoptadas el pasado septiembre por la Comisión de Grupos de Interés del Futbol de la FIFA y que ratificará el Consejo de la FIFA en su próxima reunión del 24 de octubre, según fuentes del máximo organismo del balompié mundial.
Sin embargo, el nuevo marco regulatorio tiene un alcance limitado. Los jugadores menores de 21 años quedarán al margen de la reglamentación de FIFA y se necesitará de la cooperación de las federaciones nacionales para establecer un mecanismo de cesiones propio.
Preocupado por el poder omnímodo que amenazan con acumular los clubes más ricos de Europa y el grupo de agentes más influyentes, con Jorge Mendes y Mino Raiola a la cabeza, el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, creó una comisión en 2017 con el objetivo de regular un mercado de intercambio de futbolistas que creía que podía poner en peligro las bases de la competencia legítima.
Se inició entonces una ronda de contactos con todos los actores: federaciones, clubes, futbolistas, y agentes. El objetivo fue ordenar un mercado que se rige por normas que datan de 2001 y que actualmente mueve unos 7.000 millones de euros al año.
La meta de las limitaciones a las cesiones es evitar el conflicto de intereses que podría pervertir la competición. Hay clubes como la Juventus, el Chelsea o el Manchester City, con más de una docena de jugadores mayores de 22 años cedidos a otros clubes.
La Comisión de Grupos de Interés también ha establecido una batería de reglas tendentes a garantizar que los clubes con cantera, los que forman a los futbolistas desde las bases, reciban de forma efectiva la compensación económica a la que tienen derecho cuando esos jugadores son objeto de transacciones.
Para ello se pone en marcha la Cámara de Compensaciones, que se ocupará de recaudar y distribuir el 5% del importe de los traspasos internacionales que debe repartirse entre los clubes que formaron al futbolista entre los 12 y los 23 años.
El tercer gran objetivo de la FIFA en su afán por controlar el mercado es limitar la actuación de los agentes. Según la comisión, se calcula que los intermediarios ganaron unos 2.000 millones de euros entre 2014 y 2018 en todo el mundo.
Desregulado desde 2015, el trabajo de los agentes, según los funcionarios del órgano fiscalizador, suele rozar los límites éticos y jurídicos en operaciones con evidentes conflictos de interés.
Esto ha sucedido en repetidas ocasiones este verano en casos en los que un mismo agente prestó servicios a tres partes contrapuestas: futbolista, club comprador y club vendedor.
La FIFA limitará la representación múltiple y establecerá topes en los cobros de los agentes: 10% del traspaso para los agentes de los clubes vendedores, 3% del sueldo del jugador para su agente y 3% del sueldo del futbolista para los agentes de los clubes compradores.