Bienes públicos para beneficio privado del futbol mexicano
Foto: Especial
Por Jesús Yáñez Orozco
- Gobernadores deliran por apoyar este deporte, incluso salivan contar con un equipo de Liga Mx
- Federación Mexicana de Futbol se pasó por «el arco del triunfo» la multipropiedad –que prohíbe FIFA–, critica el diario La Jornada
- Obsesionado con el beisbol, al presidente de México no interesa poner orden en el balompíé
- Vergonzante papel de los zares de la pelota
- Monarcas Morelia podría covertirse en Monarcos de Sinaloa, cuna del tráfico de drogas
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 26 de mayo de 2020.- Hace décadas, el balompíe nacional bucea en una abismal fosa séptica. En ocasiones nada en un mar de escatológica corrupción. Dueños del balón bracean en pestilentes olas de doble moral. Nadie hay quien le ponga un hasta aquí. Ni el coronavirus ha sido un dique a su miseria humana.
Tampoco el gobierno federal, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pese a su feroz cruzada de la Cuarta Transformación –no robar, ni mentir, no traicionar–, no le interesa meter en cintura a los belitres, dueños del balón.
Porque a él sólo atrae el beisbol, su pasión. Por lo pronto ya confirmó la compra de un estadio en Hermosilllo, Sonora, por valor de 511 millones de pesos, en plena pandemia. Y va por otro en esa entidad, con un costo similar. Su único interés por el futbol obedece a hinchar por Pumas, su equipo. Porque es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.
Incluso hoy, el diario La Jornada, uno de los más influyentes del país, irredento porrista del AMlO, crítica:
La Federación Mexicana de Futbol “está tan ávida de dinero” que si ya se pasó por el “arco del triunfo” el tema de la multipropiedad –que supuestamente prohíbe la FIFA—“no hay motivo para soslayar la premisa de no tratar con gobiernos estatales.”
Históricamente, hace más de 40 años, gobiernos municipales y estatales, incluso el federal –incluidas universidades públicas–, se caracterizan por destinar presupuestos, en mayor o menor medida, para apoyar equipos profesionales de primera, segunda y tercera divisiones del futbol mexicano. En muchos casi vía exención de impuestos.
Dinero público para beneficio privado. Por eso, entre otros factores, prolifera la multipropiedad en el balompié nacional.
(Pobre futbol, lejos de la mano de dios, a los pies de los zares del balón)
El diario La Jornada, presuntamente de izquierda, se refiere en particular al gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz.
“Presume una inversión millonaria en la edificación del estadio en Mazatlán”, escribe la reportera Marlene Santos Alejo, en su columna La Jornada Semanal.
Sinaloa, donde nació el capo Joaquín El Chapo Guzmán, es cuna del narcotráfico mexicano. Según versiones periodísticas locales, 60 por ciento de su economía es una enorme tintorería de lavado de dinero.
También, Santos Alejo, criticó al gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, quien “no tuvo empacho” en presentarse con el titular de la Secretaría de Salud local, Roberto Bernal, en las instalaciones del equipos Santos Laguna y “hablar apasionadamente” como si el equipo «fuera suyo», y no del Grupo Orlegui, que encabeza Alejandro Irarragori.
“Ojalá actúe con la misma presteza en los demás casos de contagio de Covid-19 en su entidad”, agrega la columnista, en referencia al cerco sanitario que anunció, tras de que 15 jugadores dieron positivo con coronavirus. De los 32 estados dicha entidad es la octava con más casos de coronavirus a nivel nacional.
Incluso, Riquelme detalló que se van a rechecar dichos casos “con pruebas de biología molecular”. Costo que debe ser cubierto por el club. No con recursos públicos. Detalle que no tiene con el pueblo raso.
Vergonzante multipropiedad
Aunque está prohibida, la multipropiedad es una vergonzante práctica que ha ocurrido en el futbol mexicano, durante décadas. Qque no ruboriza a los zares del balón. Y consiste en que un inversionista o grupo empresarial tiene el control de más de una franquicia en primera y segunda divisiones.
Por ejemplo, la Dinastía Azcárraga, dueña de la poderosa Televisa, empresa de entretenimiento más importante de habla hispana en el mundo, llegó a poseer cuatro equipos durante más de una década: principios de los 90s a comienzos del actual siglo: América, Atlante, San Luis y Necaxa.
Por la frágil situación económica del país y la enorme inversión que se requiere, pocos empresarios cuentan con los recursos suficientes para sostener un equipo de Liga MX, dando pie a que algunos otros sí se animen a invertir en más de una plaza. Más cuando tienen apoyos públicos. Es dinero de los contribuyentes.
De acuerdo con versiones periodística una franquicia en esa liga, en febrero pasado, antes de que comenzará en México la pandemia del Covid 19, tendría un costo de alrededor de 30 millones de dólares, unos 675 millones de pesos al cambio actual.
A continuación, un recuento con las empresas que tienen más de un equipo y a qué categoría pertenece cada uno, antes de que desapareciera la Liga de Ascenso Mx.
Ricardo Benjamín Salinas Pliego –poderoso empresario, consentido del presidente Andrés Manuel López Obrador– quien asimismo es el presidente de TV Azteca, consiguió al Morelia en 1996 y tuvo al Atlas de 2013 a 2019. Actualmente tiene acciones invertidas en el Puebla.
Jesús Martínez es la cara visible del conglomerado al que le pertenecen Pachuca (a partir de 1995) –con respaldo irrestricto de los gobiernos locales del PRI– y León (2011) en la Liga MX , Mineros (2012) en el Ascenso y Coyotes de Tlaxcala (2014) en la Tercera o Liga Premier. También es inversionista del 80% del Everton de Viña del Mar, de Chile (2016). Tuvo de socio a Carlos Slim Helú, dos veces considerado el hombre más rico del mundo.
Alejandro Irarragorri preside el Grupó Orlegui. Posee Santos Laguna (desde el 2006), el Atlas (desde 2019) y el 50% del Tampico Madero (2016) son suyos en la Primera y Segunda, respectivamente.
Salinas, villano favorito
Para La Jornada, “Televisión Azteca una vez más claudica. Incapaz de llevar las riendas de un equipo de futbol, ¡peor aún en tiempos de recesión!, se desmantela y cede parcialmente –como lo hizo con Atlas– al Morelia, que parece tener lista la mudanza hacia Mazatlán. Lo despide con la esperanza de que otros eviten el desastre total de su gestión.”
La televisora del Ajusco, agrega, “tira la toalla, pero no en buena lid.”
Porque estima que Salinas Pliego “hizo trampa”, ya que fue “pieza clave”, junto con «su» socio de Orlegi, Irarragorri, para “pujar por desaparecer” el polémico descenso –que envió al desempleo a más de 370 jugadores– y “evitar la devaluación” que ocasionaría la caída de los rojinegros atlistas.
“Logrado el cometido, ahora se desprende de un equipo que moldeó lo mejor que pudo aunque, pese al esfuerzo, el resultado es opaco”, resume.
Sigue:
El sueño de imitar a Televisa-América –de Emilio Azcárraga Jean– y ser un serio competidor se “hizo añicos”. En 1999 la empresa del Ajusco,” tras el pacto de no agresión firmado con Televisa”, buscó compartir las otrora “jugosas ganancias del espectáculo de las patadas” y el duopolio –Televisa-TV-Azteca– se dividió a los equipos del máximo circuito para transmitir partidos.”
Detalla, bajo la lupa:
Las cuentas eran tan alegres que sin dudarlo decidió cruzar fronteras. En 2001 creó Azteca América con sede en Glendale, California, pero no pudo sostenerse ni en México ni en Estados Unidos. Luego de los fracasos con los equipos Veracruz y Chiapas adquirió al Atlas en 2013 y cedió los derechos a Televisa del Cruz Azul, en la que resultó su peor maniobra.
La gestión del Atlas, analiza, “fue tan mala” que en 2017 Ricardo Salinas Pliego terminó ofreciéndolo a un «verdadero zorro», el astuto Irarragorri, quien no tuvo que “desembolsar más que promesas.”
Y Morelia, luego del único título conseguido bajo el mando del Flaco –Fernando– Tena en el Invierno 2000, “escribe su réquiem”.
Lo de Azteca América es todavía “más patético”, opina Marlene Santos. El duopolio mexicano fue perdiendo escuadras de la Liga Mx que encontraron «mejor paga» en Fox Sports y ESPN.
Recuerda que León dio el primer paso en 2012. Así, un día el grupo del Ajusco se quedó con cuatro equipos «tan insulsos» (Xolos, Morelia, Tiburones y Zorros) que en lugar de atraer anunciantes en el mercado estadunidense los ahuyentaba.
Narra:
“Desencantado, también en 2017, cedió los derechos de esos clubes para Estados Unidos a Univisión-Televisa; enseguida bajó la cortina y vendió Azteca América a HC2 Network. Univisión se ilusionó en vano con tener en exclusiva los derechos de toda la Liga Mx para el mercado latino. Esa historia también se frustró.
“La afición, tanto mexicana como la radicada en Estados Unidos es lo que menos interesa a los de pantalón largo. Las protestas en Morelia de un puñado de seguidores ni las ven ni las oyen, y el posterior despido del técnico Pablo Guede confirma que la transferencia del equipo está en vía.”
Rodará más narcobalón en Sinaloa.
No sólo Dorados.Ahora Monarcas Morelia serán Monarcos