Cada vez más sombríos Juegos Olímpicos de Tokio
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Podrían no contar con espectadores
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La capital alista nuevo estado de emergencia por Covid-19
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Si se confirma, la prohibición de aficionados sería el último revés para un atribulado evento
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Ya se retrasó un año por la pandemia
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Ha estado plagado de contratiempos
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Incluido un enorme exceso presupuestario, casi 16 mil millones de dólares
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Augura graves pérdidas económicas
Periodistas Unidos/Agencia. Ciudad de México. 08 de julio de 2021.- A 15 días de su realización, los organizadores de los Juegos Olímpicos deshojan la margarita y se disponen a prohibir la presencia de espectadores, según informó el jueves el diario Asahi. Para su realización se han invertido cerca de 16 mil millones de dólares. Mientras, Japón
El incremento de casos de Covid-19 en Tokio alcanzó su punto más alto en dos meses, lo cual casi garantiza que el gobierno de Japón declarará un nuevo estado de emergencia a partir de la próxima semana y que continuará durante los Juegos Olímpicos de Tokio, que darán inicio el 23 de julio.
Y ayer reportó 920 nuevos casos, en alza con respecto a los 714 del pasado miércoles. Se trata de la mayor cantidad desde los mil diez del 13 de mayo.
La cita veraniega ha seguido adelante haciendo caso omiso de las recomendaciones de los expertos sanitarios. La insistencia obedece en buena medida a que el aplazamiento de las justas afectó los ingresos del Comité Olímpico Internacional (COI).
Casi 75 por ciento de lo que factura entra por la venta de los derechos audiovisuales y se calcula que perderían entre 3 mil y 4 mil millones de dólares con una cancelación.
La decisión sobre los espectadores se adoptará de manera formal durante unas conversaciones que se celebrarán este jueves, según el periódico, que citó a personas implicadas en los Juegos.
Los organizadores dijeron que habrá una rueda de prensa a las 22:45 hora local (13:45 GMT) tras las discusiones, sin aportar más detalles.
Dichas conversaciones iban a ser lideradas por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, que llegó a Tokio el mismo jueves. Cumplirá una cuarentena de tres días en un hotel cinco estrellas destinado a miembros del organismo.
Otros participantes iban a ser el gobierno de Tokio, el nacional y funcionarios del evento paralímpico.
Las infecciones por coronavirus están al alza en Tokio, debido en parte a la altamente contagiosa variante Delta, reconoció el primer ministro, Yoshihide Suga, en una conferencia de prensa en la que advirtió que podría propagarse al resto del país.
“Debemos evitar que Tokio vuelva a convertirse en el punto de partida de otra propagación de la infección”, dijo Suga, agregando que hay un “buen progreso” en las vacunaciones.
“Debemos fortalecer nuestras contramedidas”, puntualizó, “dada la situación declararemos el estado de emergencia para Tokio”.
Si se confirma, la prohibición de espectadores sería el último revés para un atribulado evento, que ya se retrasó un año por la pandemia y ha estado plagado de contratiempos, incluido un enorme exceso presupuestario.
Los expertos médicos llevan semanas diciendo que la ausencia de espectadores sería la opción menos riesgosa, en medio de la preocupación pública generalizada de que la llegada de miles de deportistas y personal alimente una nueva ola de infecciones.
Según versiones de prensa, contempla volver a imponer hoy un estado de emergencia en la capital, hasta el 22 de agosto. Los Juegos acaban el 8 de agosto.
Los casos nuevos diarios en Tokio podrían aumentar a 1,000 en julio y 2,000 en agosto, elevando el riesgo de que los hospitales en la región de la capital se queden sin camas, según proyecciones recientes de Yuki Furuse, profesor de la Universidad de Kioto que trabaja con el grupo gubernamental de expertos del coronavirus.
Se ha pedido a todos los que quieran apoyar a los atletas que lo hagan aplaudiendo en vez de gritando o cantando.
Los patrocinadores están cancelando o reduciendo sus espacios y eventos ligados a los Juegos, frustrados por las decisiones de “muy último minuto” de los organizadores, dijeron fuentes a la agencia noticiosa Reuters del Reino Unido.
Graves pérdidas
Existe el riesgo de que el sombrío panorama de la justa cuatrienal arroje perdidas económicas alarmantes.
Apunta Toshihiro Nagahama, economista del Instituto de Investigación de Vida Dai-Ichi:
“No deberíamos juzgar si celebrar los Juegos Olímpicos en función de su impacto económico. Si el evento se puede realizar sin causar ningún problema al sistema médico que se ocupa de Covid, entonces deberíamos hacerlo. Si no, no deberíamos”.
La cancelación, alerta, causaría una pérdida económica directa de alrededor de 12, 900 millones de dólares.
Eso se compara con una estimación de 11,627 millones de dólares hecha por el economista Takahide Kiuchi de Nomura Research Institute Ltd., que se basa principalmente en la pérdida de consumo.
Kiuchi advierte que el daño económico podría terminar siendo mucho mayor en el escenario donde los Juegos desencadenen otro pico en las infecciones, provocando otra emergencia de virus.
El beneficio económico del evento en sí, explicó, “no es tan grande en esta etapa. Si seguir adelante con los juegos aumenta el riesgo de infección, eso tendrá muchos inconvenientes económicos”.
Kazuma Maeda, economista de Barclays Securities, por su parte, estimó que una extensión de emergencia sanitaria provocará una mayor contracción este trimestre, pero la clave de la recuperación no son los Juegos Olímpicos.
“Es el progreso en las vacunas lo que es el punto focal para la mentalidad de los consumidores en lugar de los Juegos Olímpicos”, dijo.
El presidente del Comité Olímpico Japonés, Yasuhiro Yamashita, ex medallista de oro olímpico en judo, habló sobre la oportunidad que representa este contexto para repensar el alto costo de los Olímpicos:
“En lugar de ser extravagantes y costosos, los Juegos deberán cambiar para sobrevivir. Espero que este sea un punto de inflexión. Deberían convertirse en una oportunidad para repensar la enorme escala y el costo del espectáculo deportivo más grande del mundo”.
El gobierno japonés y el COI están apostando a la reputación política y a los miles de millones de dólares en la organización que podrían levantar el ánimo global y mostrar ‘un regreso a la normalidad’.
Además de la pérdida de gastos de los participantes y los residentes locales, la cancelación sería un golpe para el estado de ánimo de la nación que podría deprimir el gasto y la inversión en toda la economía.
La prohibición de los espectadores extranjeros es una pérdida de ingreso que Tokio esperaba para apoyar al pago de la operación de los estadios y la infraestructura construida para el evento.
Otro aspecto que causa nerviosismo es el establecimiento médico de Japón. Inicialmente, los organizadores habían planeado tener alrededor de 10,000 médicos, enfermeras y personal en espera de los juegos, pero han tenido que reducir ese número a alrededor de 7,000 debido a la necesidad de personal para lidiar con los brotes en curso.
“Tenemos grandes reservas acerca de organizar los Juegos Olímpicos a expensas de la vida y la salud de pacientes y enfermeras”, dijo Susumu Morita, secretaria general de la Federación Japonesa de Sindicatos de Trabajadores Médicos.
No garantizar suficiente apoyo médico para los espectadores, atletas y delegaciones, podría significar la decisión de prohibir no solo a los fans extranjeros, sino también a los espectadores locales, dejando a los atletas actuando en estadios vacíos.
Pantalla chica
Si bien los espectadores en las gradas son un impulso para la ciudad anfitriona, los Juego se han centrado en los derechos de transmisión, transmitiendo eventos a más de 3, 000 millones de espectadores.
Comcast Corp. pagó 4,400 millones para que su red NBC mostrara los Juegos Olímpicos en los Estados Unidos. Los ejecutivos de NBC están apostando a que la demanda acumulada por el aplazamiento ayudará a impulsar una mayor audiencia y revertir las recientes caídas en las calificaciones de los juegos.
Eso sería un impulso para la cadena, ya que ya acordó pagar otros 7, 750 millones de dólares para transmitir los juegos de 2021 a 2032. Es una gran fuente de ingresos para la compañía, que ganó 250 millones de los juegos de verano de 2016 en Río de Janeiro.
“Nuestros planes continúan con toda su fuerza para presentar los juegos en nuestras plataformas de NBC este verano”, dijo el portavoz de NBC Sports, Greg Hughes.
Las consecuencias financieras de otro aplazamiento o cancelación no están claras. En marzo de 2020, justo antes de que la pandemia obligara a retrasar los juegos, NBC dijo que había vendido un récord de 1,2500 millones en publicidad.
La empresa no ha detallado qué sucedió con esos compromisos publicitarios. Es posible que algunos clientes hayan reorientado el gasto en otra programación de NBC, mientras que otros pueden haber pedido que se les devuelva el dinero.
Discovery Inc., que transmite los Juegos Olímpicos en Europa, cuenta con el evento para promover su nuevo servicio de transmisión en línea, Discovery +, mientras que NBC impulsa su propio servicio, Peacock, en casa.
“No debería haber pérdidas si no hubiera unos Juegos Olímpicos”, dijo el año pasado el director ejecutivo de Comcast, Brian Roberts, antes de que se pospusieran los juegos. Pero también alertó que, si los juegos no ocurrían, “no habría ganancias”.