Canelo, en el dintel de su ocaso
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Saúl Álvarez está en “declive”, afirma el padre de David Benavidez
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Joven a quien la lógica señalaría como el retador adecuado para el pelirrojo, que lleva años eludiendo
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“Después de alcanzar la cima, una inercia inevitable los lleva hacia el fondo”, argumenta
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Aceptarían pelear, asegura, “por el pago mínimo”
Periodistas Unidos/Balón Cuadrado/Agencia. Ciudad de México. 21 de septiembre de 2022.- Irremediablemente, todo lo que comienza termina. Hay versiones de que, después de 62 peleas profesionales y 17 años en los encordados, el Canelo, está, como peleador, en el dintel de su ocaso. Porque, también, como en las leyes de la física, todo lo que sube, baja.
Según el diario La Jornada, que acaba de cumplir 38 años de fundado –periódico oficioso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador–, “ha empezado el declive del Saúl Canelo Álvarez, un camino sin retorno como destino ineludible que recorren todas las figuras deportivas”.
Incluso, reflexiona José Benavidez, padre, entrenador y manejador del campeón mundial interino en peso supermediano, David Benavidez, a quien la lógica señalaría como el retador adecuado para el pelirrojo:
“Después de alcanzar la cima, una inercia inevitable los lleva hacia el fondo y la mayor estrella del boxeo mexicano ha iniciado ese descenso».
Luego de la polémica victoria del Canelo sobre Gennady Golovkin en la tercera entrega de su rivalidad, el mexicano respondió molesto cuando le preguntaron si evitaba pelear contra David Benavidez.
Argumentó que ese hipotético adversario no tenía méritos ni había ganado nada para ser tomado en cuenta.
“No me falten al respeto”, reclamó el tapatío.
Para José Benavidez “es el principio del fin, para ser más precisos. Todos vimos a un Saúl cansado; se vio mal ante Dmitry Bivol y peor ante un Gennady Golovkin acabado”.
“La industria llamada Canelo”, asegura, “está en su momento de ocaso”.
Después de la exhibición que no satisfizo a nadie, José Benavidez está convencido que le queda muy poco hacia dónde apuntar para darle la expectativa que debe generar una estrella como Álvarez.
“Cualquier camino”, advierte, “lo conduce a David Benavidez”. Un joven de 25 años con una carrera en ascenso y que la afición saca a colación en cada oportunidad. El pelirrojo tiene 32.
“Canelo estaba enojado y dijo que no habíamos hecho nada y no teníamos méritos para enfrentarlo; entonces ¿qué representa ser campeón interino supermedio –como David– y que Saúl se asuma campeón absoluto, además del mejor libra por libra?”, pregunta Don José.
Responde:
“La lógica diría que tendría que enfrentarlo para demostrar quién es y así callarían un montón de bocas.”
Benavidez padre se muestra sorprendido por el desdén a su hijo. Cuando Canelo peleó contra el turco Avni Yildirim, un púgil intrascendente, no opuso ningún reparo por la trayectoria de ese rival, recordó.
“David frena al Canelo antes de siete episodios”, vaticina.
“Eso lo saben Saúl y su equipo; por eso le dan la vuelta y ningunean a mi hijo”, subraya.
Benavidez padre está convencido de que Canelo ya no puede emprender verdaderos retos en el boxeo, porque significaría el final de su carrera, la cual –aclara– respeta de manera genuina.
“Siempre habla de querer dejar un legado, de hacer historia. Si elude enfrentar a mi hijo, el único legado que tendrá será el recuerdo de que le corrió a David Benavidez”, sentencia.
Como señal de disposición absoluta a pelear contra quien se asume como el mejor libra por libra, David Benavidez aceptaría el combate por el pago mínimo.
“Que se lleve toda la bolsa Canelo. No es dinero lo que buscamos, como muchos de sus rivales, esto es sobre boxeo y lo que siempre está en disputa, saber quién es el mejor de una categoría”, desafía.
Y lanza un gancho verbal al hígado:
“La gente de Canelo piensa que pueden sacarle más jugo, pero esa fruta ya fue del todo exprimida; ahí está el ejemplo del combate contra Golovkin.”