Cavernario deporte mexicano: campaña contra violencia de género

Foto: Especial 

Por Jesús Yáñez Orozco 

  • “Ni una atleta más”, encabezada por Teresa Ixchel Alonso García, de nado sincronizado
  • Víctima de discriminación física y psicológica por su entrenadora, Adriana Loftus
  • Durante un año, se hundió en un infierno depresivo del que poco a poco ha logrado salir
  • De estar en la gloria por su medalla obtenida en los Juegos Panamericanos de Lima 2019
  • Llevó su caso al Conapred, ante el nulo apoyo de autoridades deportivas
  • Hoy es fuente de motivación para que otros levanten la voz ante abusos

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 15 de febrero de 2021.-  Hay palabras que son igual o más letales que un balazo en la sien. Existe una criminal onza de plomo que se resume en 14 letras: discriminación. De estar en la cima por su medalla obtenida en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, Teresa Ixchel Alonso García, durante un año, se hundió en un infierno de depresión. Averno del que poco a poco ha logrado salir.

La exintegrante de la Selección Mexicana de Nado Sincronizado, 23 años de edad, también medallista de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, habló sobre su amarga experiencia de violencia de género; el desprecio del presidente de la Federación Mexicana de Natación (FMN), Kiril Todorov, y la poca empatía de muchos excompañeros.

Ha pasado un año desde que la atleta mexicana – estudiante de Ingeniería Eléctrica Electrónica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)– decidió alzar la voz en un video por redes sociales; por ella y para que nadie más sufra su martirio.

Todo inició cuando Adriana Loftus Jiménez, su entrenadora, abusó de su posición para humillarla enfrente de todos sus compañeros y criticar su cuerpo.

A un año, las negras lágrimas de Alonso García demuestran que la herida aún no sana. Y aunque romper el silencio le ayudó, queda claro que la violencia de género no siempre viene de un hombre.

“Mi entrenadora me humillaba. Me criticaba. Me decía enfrente de todos que no tenía cuerpo ni capacidad para esto. Que estaba gorda. Que tenía piernas cortas”, narra.

Incluso, dice, contrita, en entrevista con el periódico El Universal:

“Fui a dar al hospital, de pensarla me daba miedo, lloraba”.

Sus papás hablaron con el presidente de la FMN, Todorov. Pero de forma prepotente les dijo que su hija volviera a entrenar. Nunca quiso regresar.

“Es como volver a donde se encuentra tu violador. No tengo apoyo de doctores, psicólogos, terapeutas ni nada. Todo por alzar la voz”, lamenta.

Desde los siete años empezó a practicar deportes. No sólo el nado sincronizado, sino que inició por otros como natación, ballet, gimnasia y taekwondo. Lo cual le ayudaba mucho con la actividad que llevaba como seleccionada, ya que la complementaban y la ayudaban a realizar las duras rutinas para las cuales necesita mucha fuerza y flexibilidad.

Su demanda sigue sin avanzar a su favor. La Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), ha tomado el caso. Actualmente, Ixchel García se ha convertido en motivación de muchas mujeres, dentro y fuera del deporte. Hombres y mujeres se han acercado para agradecerle y otros para contar sus experiencias dentro del mismo.

Analiza:

“Es muy raro ver a atletas hombres que alcen la voz, por lo mismo del machismo. Es más fácil sobajar y humillar a una mujer por la cultura mexicana que tenemos arraigada”.

Ahora, explica, “me ves hablando así. Pero soy una persona totalmente diferente a la del primer video. Yo no sabía hablar en una cámara. Y he aprendido para que más personas se animen a superar sus miedos y alzar la voz en contra de las injusticias dentro del deporte”.

En su cuenta de Instagram publicó que “sufrí de violencia psicológica y física”. Por eso, convoca en sus redes sociales, “los invito alzar la voz, sé que no soy la única, juntos podemos luchar por un cambio. #NiUnaMas #niunatletamas #niunaatletamas #todossomosmexicanos #atletasmexicanos”.

El mencionado periódico recordó que, en febrero de 2020, pudo hablar con Alonso García, desde entonces, nada ha cambiado. Además, de que la pandemia llegó para entorpecer sus entrenamientos y el progreso de la demanda.

Explica que acudió al Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred). La CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) será después que le respondan la Conapred.

“Por la pandemia todo se paró. No he recibido respuesta de nadie. Mi abogado está al tanto de todo”, detalla.

Describe:

“A penas recibí una nota de los de Conade, los que nos daban las becas, de que infligía las reglas, pero no saben. La Federación fue la que mandó el escrito de que me quitaran el apoyo. Entonces nadie le da importancia, más que la gente a mi alrededor y personas en redes sociales”.

Ha pasado un año y ahora, la atleta, bajo el mensaje de #NiUnaAtletaMás, busca que más deportistas rompan el silencio de las injusticias.

De buscar la gloria en las albercas peleando por medallas para México, se convirtió en un refugio para todos aquellos y aquellas que aún temen alzar la voz ante los abusos en el deporte nacional.

“Es violencia de género”, reflexiona, “y es abuso de poder, donde se nota que gente machista se siente superior al movimiento. El feminismo va más allá de sentirnos superiores. Buscamos un trato igualitario”.

“Es triste que te violente una mujer. Pero al final violencia sigue siendo violencia. Ya verla o imaginarla –Adriana Loftus–, me provoca gran dolor. El daño que ella me causó pues ya es algo muy difícil de borrar”, concluyó.

(Con información del diario El Universal)

 

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