Congelan la pelota caliente en Grandes Ligas
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Primer paro patronal en 26 años, enfrenta la Gran Carpa en Estados Unidos
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Los dueños bloquearon a los jugadores y está en riesgo el inicio de la próxima temporada
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Propietarios y peloteros tienen 70 días para conciliar otro acuerdo
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Están detenidos casi 200 agentes libres que no firmaron antes de que expirara el antiguo convenio colectivo
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Para el comisionado Rob Manfred, es el momento ideal
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Es una medida drástica, afirma Tony Clark, representante de los deportistas
Periodistas Unidos/Balón Cuadrado/Agencias. Ciudad de México. 04 de diciembre de 2021.- En un hecho insólito en el deporte estadounidense, en lo que va del presente siglo, las Grandes Ligas de beisbol iniciaron su primer paro laboral en 26 años. Ocurrió luego de que su acuerdo colectivo expiró en la noche del miércoles sin reemplazo, y los propietarios bloquearon de inmediato a los jugadores en una iniciativa que amenaza los entrenamientos de primavera y el juego inaugural de la próxima temporada.
Los equipos decidieron forzar la esperada confrontación en la pausa entre temporadas en lugar de arriesgarse a que los beisbolistas se fueran a huelga en verano, como ocurrió en 1994. Las dos partes habían cerrado cuatro acuerdos consecutivos, pero llevaban más de dos años encaminado a este paro.
Como impacto inmediato, la MLB pidió a los planteles congelar las contrataciones, la cancelación de las reuniones anuales de invierno de la próxima semana y prohibir el acceso a los jugadores a las instalaciones de los clubes.
Se trata del cuarto cierre patronal en la historia de las Grandes Ligas después de los ocurridos en 1990, 1976 y 1973, pero también ha habido cinco huelgas en 1972, 1980, 1981, 1985 y 1995 que causaron más estragos porque provocaron la cancelación de 1,720 partidos.
A diferencia de una huelga, que es lanzada por los jugadores, el cierre patronal proviene de los propietarios de la MLB. En este momento, no se pueden firmar contratos, los jugadores lesionados no pueden trabajar con el personal del equipo para rehabilitarse, cero comunicación entre jugadores y equipos.
Vienen cambios
El sindicato exigió cambios tras el malestar por la reducción del salario promedio, la expulsión de jugadores de clase media de equipos que dedican sus nóminas a los más ricos y por la sustitución de peloteros veteranos por otros más jóvenes y peor pagados, especialmente en clubes que desmontan sus plantillas para reconstruirse.
Los propietarios presentaron varias ideas la semana pasada, incluido un aumento en los salarios mínimos de los jugadores, la creación de una regla de bateador designado para la Liga Nacional, y la creación de una lotería al estilo de la NBA para las mejores selecciones del draft.
“Creemos que un paro patronal fuera de temporada es el mejor mecanismo para proteger el torneo de 2022”, dijo el comisionado de la MLB, Rob Manfred, en una carta a los aficionados.
Y confió:
“Esperamos que el cierre impulse las negociaciones y nos lleve a un acuerdo para garantizar el inicio de la campaña. Este paro patronal defensivo era necesario, la visión de la asociación de jugadores amenaza la capacidad de la mayoría de los equipos para ser competitivos”.
Las conversaciones que comenzaron la pasada primavera terminaron el miércoles apenas unas horas antes de que expirara el acuerdo tras una reunión de apenas minutos y con las partes muy alejadas en docenas de cuestiones económicas clave.
Apenas horas después de desencadenarse el paro laboral, el comisionado Rob Manfred y el jefe del sindicato, Tony Clark, presentaron radiográficas completamente distintas de las posturas negociadoras, insinuando que el cierre patronal va para largo.
Manfred sostuvo que los reclamos por una expansión de la agencia libre y el arbitraje salarial afectarán a los equipos con menos recursos.
Acusan tergiversación
Clark, primer ex pelotero en liderar al gremio, acusó a Manfred de tergiversaciones en la misiva a los fanáticos para explicarles el cierre patronal. Hubiera sido benéfico para el proceso invertir más tiempo en las negociaciones que el dedicado a hacer una carta.
“Este cierre es una medida drástica”, criticó Clark, en un comunicado y señaló que no afectará a la determinación de los peloteros para alcanzar un acuerdo justo. “Mantenemos nuestra determinación de regresar al terreno de juego bajo los términos de un acuerdo de pacto colectivo negociado adecuado”.
El paro comienza 30 días después de que la victoria de los Bravos de Atlanta en la Serie Mundial coronó una temporada completa luego de la de 2020, acortada por la pandemia.
Quedan 11 semanas para que los jugadores se presenten a los entrenamientos de primavera el 16 de febrero, lo que deja un margen de 70 días para alcanzar un acuerdo a tiempo para el inicio de la Liga.
El desacuerdo surgió de una propuesta hecha el martes 30 de noviembre por la Asociación de Jugadores para reducir la elegibilidad para el arbitraje de contacto de tres años a dos y que la agencia libre se redujera de seis a cinco años, junto con una reducción de 100 millones de dólares en el reparto de ingresos.
Pero las propuestas fueron consideradas inadecuadas por los propietarios, que optaron por no responder.
Todo se produjo después de que MLB hiciera concesiones sobre el bateador designado universal, aumentando marginalmente el umbral del impuesto de lujo, aumentando el salario mínimo y expandiendo los playoffs.
La razón por la que Manfred ve con cierta calma que el cierre sea ahora es porque para que la temporada 2022 comience a tiempo, los jugadores necesitan un campo de entrenamiento de al menos tres semanas (con rosters ampliados de temporada regular, como sucedió en el entrenamiento de primavera de 2020).
Salario del miedo
Otro de los temas a abordar es que tanto jugadores como propietarios buscan que se eleve el salario mínimo.
De 2014 a 2021, el salario mínimo ha crecido menos que la tasa de inflación. Teniendo en cuenta la inflación, a los jugadores que ganaban el mínimo se les pagaba más en el 2014 (cerca de 584,000 dólares) que en el 2021 (570,500).
El mínimo es especialmente importante en el juego actual a medida que los clubes se acercan a una economía de conciertos, dividiendo el trabajo entre más jugadores. Se utilizó un récord de 1,373 jugadores en 2021, un 17% más que en 10 años.
La temporada pasada, casi la mitad de los jugadores (46%) ganó menos de un millón de dólares y más de un tercio ganó menos de 600,000 (35%).
Con la discusión actual, se espera que el salario mínimo suba a 839,000.
Los jugadores quieren un sistema de pago más modernizado que recompense mejor a los más jóvenes.
Cada año, desde 2015 hasta 2020, los jugadores de 25 años o menos tomaron del 26% al 28% de todas las apariciones en el plato.
Este año, ese número se desplomó al 19.7%, el más bajo desde 2004, cuando el juego acababa de salir de la llamada ‘Era de los Esteroides’, en la que los jugadores usaban mejoradores de rendimiento ilegales para mantener los trabajos hasta los 30 años.
Los jugadores argumentan que el sistema está roto, en un mercado de agentes libres que superará el récord anterior de 2,300 millones de dólares.
Al cumplir 37 años, Max Scherzer estableció un récord de valor anual promedio (43.3 millones) en un 20% sobre Gerrit Cole y Mike Trout en sus mejores años.
Otros como Corey Seager firmaron por 10 años y 325 millones con los Texas Rangers, siendo este el contrato más lucrativo firmado antes del cierre patronal.