Critican al gobierno de AMLO niños basquetbolistas triqui descalzo
Foto: Youtube
Por Jesús Yáñez Orozco
- Más balones y espacios deportivos, en vez de prohibir comida chatarra, claman
- Ponen en entredicho que obesidad y sobrepeso, que laceran al país, sean culpables directas de muertes por coronavirus que llegan a 67 mil 558
- Fomento activación física y escuela, alejan, además, de adicciones, sostienen los chicos mundialmente conocidos
- Aprueban leyes anti-alimento basura y bebidas azucaradas en Oaxaca y Tabasco y se extendería siete entidades
Ciudad de México, 7 de septiembre (BALÓN CUADRADO).- Durante la década pasada saltaron a la fama los niños basquetbolistas triqui –de la sierra de Oaxaca—que jugaban descalzos. Fueron pequeños dioses del balón, reconocidos mundialmente. Entre otras cosas, porque ganaban torneos nacionales e internacionales sin usar costosos tenis ni ropa de marca. Entonces tenían el promedio nueve años. Ahora, algunos están por ingresar a la universidad.
Desde su pasión por el deporte, amor por el estudio, cultura ancestral y viajes que los hicieron sabios, lanzaron una severa crítica al gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador: exigieron más canchas y balones –para combatir el flagelo nacional de la obesidad y sobrepeso–, y no medidas prohibicionistas contra la comida chatarra y refrescos.
En México, desde la década de 1990, cuando comenzó la epidemia de los malos hábitos alimenticios en todo el país –sobre todo a raíz del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá– es más dañino el discurso político que la importación de comida chatarra.
Nadie duda que el deporte es su principal vacuna.
Por eso, en el marco de la pandemia del coronavirus, los niños basquetbolistas triqui, enviaron un duro mensaje al polémico doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, zar anti-covid 19.
«Menos prohibiciones y más programas de apoyo al deporte», le pidieron, debido a que en varios estados se promulgaron insólitas leyes anti-comida chatarra.
México es el país con medalla de oro mundial en obesidad y sobrepeso infantil –alrededor del 70 por ciento de los 130 millones de habitantes en el país–, que comparte la adulta con Estados Unidos, y lo hace más vulnerable a los efectos del Covid 19, según el discurso gubernamental. Que, si se coloca bajo el microscopio de la crítica, es una verdad a medias.
La pandemia por coronavirus que, hasta ayer, ha provocado 67 mil 558 decesos es por culpa de una errática política oficial en su combate, según versiones de prensa nacionales y extranjeras. Debido, entre otras cosas, a que no hacen pruebas para detectarlo entre la población. Hay analistas que auguran que esa mortal cifra llegue a 200 mil.
El discurso del presidente López Obrador y López Gatell, de responsabilizar a la comida chatarra de la obesidad y sobrepeso, entre la población, se decantó en obtusas medidas por parte de algunos gobiernos estatales. Oscuro tinte político con el pretexto de protección a la salud.
Por ejemplo, Oaxaca y Tabasco ya tienen leyes anti-comida chatarra. Establecen multas a tienditas de la esquina de hasta 50 mil pesos, clausura, incluso cárcel a quien venda papitas, refrescos, galletas o chocolates, por ejemplo, a menores de 18 años. En ese sentido van los congresos de Ciudad de México, Guanajuato, Morelos, Chihuahua, Colima, Nuevo León y Tamaulipas.
No castigan, por ejemplo, locales, establecidos y ambulantes, de tortas, tacos, tamales, populares entre el pueblo. Mucho menos a las compañías trasnacionales de hamburguesas, pollo o pizzas. Que todas coadyuvan a la obesidad y sobrepeso.
Leyes que parecen congraciarse con el discurso oficial.
«Aquí, en Oaxaca, hay una nueva ley que nos prohíbe comprar dulces. Pero nosotros creemos que nos ayudaría mucho más que fomentaran el deporte y crear más espacios donde poder practicar, para que más niños puedan sobresalir”, argumentan los basquetbolistas triqui.
«Los niños y jóvenes en Oaxaca, a veces sentimos que no nos toman en cuenta y quedamos olvidados. Nos costó mucho trabajo salir adelante, pero con esfuerzo y dedicación lo logramos», comienza el mensaje difundido en días pasados durante el programa «Por la Mañana», que conduce el polémico periodista Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, que se hizo viral en redes sociales.
En el video creado por la Academia Indígena de México (AIM) –de la cual forman parte desde que se fundó en 2009-, Dylan Hassan Ramírez Sánchez, Bernabé Martínez de Jesús, Tobias de Jesús Bautista, Alejandra Antonio García y Guadalupe Téllez Lara, integrantes de la comunidad triqui de Oaxaca, coinciden en expresar que “talento y ganas de hacer las cosas ya hay”.
Y, sin mencionarlos, retan al gobierno federal, estados y municipios:
“Vamos por menos prohibiciones y por más programas de apoyo al deporte”.
El discurso oficial –López Obrador-López Gatell– considera “epidemia” a la obesidad y sobrepeso. Sin embargo, desde la década de 1990, este lastre para la salud es multifactorial: sedentarismo, malos hábitos alimenticios, falta de espacios deportivos y opacas campañas de activación física.
En las escuelas oficiales, hace casi tres décadas, se redujo de cuatro a dos horas semanales de ejercicio.
Contrasta que en los primeros seis meses de este año, el gobierno federal ha destinado menos recursos para el combate a la obesidad y la diabetes. De acuerdo con el informe trimestral del gasto, publicado el 30 de julio por la Secretaría de Hacienda, el sector Salud tuvo un subejercicio de 8.6%.
Secretaría de Salud, por ejemplo, no gastó 5 mil 356 millones de pesos que estaban previstos para tres programas: Seguro Médico Siglo XXI para la prevención y control de sobrepeso, obesidad y diabetes; y la salud materna, sexual y reproductiva.
Durante dos años de ejercicio fiscal el gobierno mexicano ha destinado unos siete mil 143 millones de pesos en presupuesto para el deporte. Donde destaca un mayor apoyo al beisbol, preferido de López Obrador. Que, de acuerdo con el diario El País, es uno de sus múltiples «caprichos», más que coadyuvar a reducir obesidad y sobrepeso.
Incluye un estadio del llamado Rey de los Deportes en Hermosillo Sonora, con un valor de 511 millones de pesos, como semillero de jugadores, cuando la pandermia del Covid 19 comenzaba a despuntar. Amén de 700 millones en Probeis, organismo que tiene oficinas en Palacio Nacional.
Los jóvenes deportistas triqui insistieron que, algo más importante que leyes prohibicionistas al consumo de comida chatarra, es fomentar la activación física.
«Como deportistas sabemos que es importante comer sano, entrenar con disciplina para poder representar a México con la frente muy en alto», agregan en la videograbación.
Entre otros logros de los niños triquis, destacan: Copa Mundial de Barcelona. 2016; en julio de 2019 se coronaron por segunda ocasión en el torneo JAM ON IT, celebrado en Las Vegas, Nevada, tras vencer 52-43 a una quinteta de San Francisco. Incluso, llegaron a convivir y cascarear con estrellas de la NBA.
El entonces presidente Enrique Peña Nieto, en reconocimiento a sus logros deportivos, recibió a los chicos en la residencia oficial de Los Pinos.
Una nota periodística difundida el 1 de abril de 2019, estableció que México, tiene un grave problema de obesidad y de sobrepeso. Padecimientos que son los principales detonantes de otras enfermedades: diabetes tipo 2, hipertensión arterial, problemas cardiovasculares, apnea del sueño y cáncer.
La Secretaría de Salud estima que el costo total de la obesidad en 2017 ascendió a 240 mil millones de pesos, cantidad que seguirá en aumento hasta alcanzar los 272 mil millones para 2023.
Los chicos, también ganadores del Festival Internacional de Mini Baloncesto Argentina 2013, reiteraron que debe promoverse activación física en lugar de prohibir el consumo de ciertos alimentos, como medida preventiva para cuidar la salud y el desarrollo de niños y jóvenes en comunidades marginadas.
La AIM fue fundada a finales del 2009 por el profesor Sergio Ramírez Zúñiga, la cual señalaron que su objetivo es impulsar a la niñez de zonas indígenas de Oaxaca y resto del país, por medio del estudio y el deporte.
El proyecto inició en zonas indígenas triqui y rápidamente se sumaron otras comunidades oaxaqueñas. Un año después de haberse iniciado el proyecto se llevaron a cabo las primeras participaciones de los niños en competencias nacionales, llamando la atención de muchas personas por su destacado nivel deportivo y por jugar descalzos.
Sobrepeso y obesidad generan la disminución de 5.3% en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) anual del país, dos puntos porcentuales más que el promedio de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de la que México es miembro.
El estudio “La pesada carga de la obesidad”, elaborado por este organismo internacional, fue difundido a principios de enero pasado.
“Esta enfermedad ha alcanzado niveles alarmantes al afectar a 73% de la población mexicana”, alertó José Ángel Gurría, director general de la OCDE, durante la presentación del estudio.
Y más: en octubre de 2019, la Revista Fortune publicó otra cifra alarmante:México encabezaba la lista mundial de consumidores de refrescos con un promedio de 163 litros por persona al año.
También habló sobre la ley anti-chatarra Dylan Ramírez, fundador, en 2009 de los niños basquetbolistas triqui de la montaña de Oaxaca, a punto de ingresar a la universidad.
En entrevista con MVS, noticiero matutino que conduce Luis Cárdenas, describió cómo, a través del deporte, se puede llevar una vida sana, alejado de vicios.
«Un balón», está convencido, coadyuvó a forjar una buena familia y, sobre todo, aprendió a ganar dentro y fuera de las canchas.
Respecto a la ley anti-chatarra en Oxaca, dijo que es un yerro prohibicionista del gobierno local porque, filosofó, “lo que se prohíbe acaba consumiéndose más.”
Dylan, con 18 años –llegó a los nueve como miembro del equipo de los niños basquetbolistas de la montaña–, tristemente, narró, que actualmente chicos de su comunidad, de ocho o nueve años, consumen drogas y alcohol.
Elogió su formación como basquetbolista, en combinación con la escuela, para no tener tantas tentaciones negativas en su entorno, y lograr éxito a temprana edad.
Cuando mucho, reconoció, eventualmente consume comida chatarra.
«Quizá una vez a la semana o al mes», confesó. Como dice el refrán popular: poco veneno no mata. Hace nueve años su alimentación es balanceada, donde prima el ejercicio.
–¿Qué piden al gobierno? interrogó Luis Cárdenas.
–Fomento a la actividad física. Porque como mexicanos buscamos pretextos para no hacer deporte. Importa más que hagamos ejercicio que prohibir algún tipo de comida. Los niños lo que queremos es jugar. Mantenernos activos.
Y, sí, es más dañino el discurso político de la Cuarta Transformación que la obesidad y el sobrepeso.