Debe despertar conciencias Un Día sin Mujeres en México
Foto: Jam Media
Por Jesús Yañez Orozco
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de marzo de 2020.- Cuando Eva Espejo aún trabajaba como entrenadora, con fuerzas básicas del club de futbol Pachuca, una amiga le confesó, contrita, que recibía amenazas de muerte por parte de su ex esposo. “En ese momento fui incrédula”, reconoció la entrenadora. Meses después se enteró que Zulema Ypiña había sido asesinada a balazos por su ex pareja.
Historia que la dejó rota por dentro.
“El caso me dolió mucho. A veces consideras que la realidad está más lejana de ti de lo que piensas, pero este caso fue muy impresionante para mí, es un problema que está más cerca de lo que creemos”, dijo.
Ahora como timonel del club femenil de Pachuca, Espejo consideró que la violencia de género que ha desatado protestas no debe pasar inadvertida ante los ojos de las deportistas.
Incluso adelanto que el plantel de Tuzas no entrenará el lunes para solidarizarse con El 9 nadie se mueve, movimiento contra de los feminicidios.
“México vive una crisis de violencia de género y feminicidios, que soslaya el presidente Andrés Manuel López Obrador, que es urgente resolver. Diariamente, cientos de niñas y mujeres son agredidas, violadas, asesinadas y revictimizadas por individuos e instituciones que las violentan tanto en lo social como en lo político y económico”, publica la revista Letras Libres.
Las cifras son de horror y sin embargo poco se sabe de la magnitud real del fenómeno. Las respuestas gubernamentales escasean y, cuando aparecen, lejos de apaciguar, ofenden. Entre tanto, la urgencia e indignación se acumulan y dan paso a nuevas formas de exigencia que se salen de las lógicas políticas tradicionales.
Son las mujeres más jóvenes, hartas de tanta simulación, quienes se han organizado en un poderoso movimiento que reclama la titularidad de sus derechos y rechaza el estado actual de las cosas, exigiendo un nuevo pacto social.
La demanda es clara: el Estado mexicano debe reconocer la magnitud de la violencia contra las mujeres y cambiar en consecuencia. Por eso el lunes próximo habrá un paro nacional denominado Un día Sin Mujeres. Que se estima en unos 20 millones de féminas.
¿Pero de dónde viene tanto enojo?
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México 10 mujeres son asesinadas diariamente. Alrededor de 90 por ciento quedan impunes.
Y, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia México (REDIM), 1 de cada 10 feminicidios se comete contra niñas y adolescentes menores de 17 años.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) demuestra que de las mujeres mayores de 15 años que quedamos vivas, el 66% hemos sufrido algún incidente de agresión física (34%), emocional (49%), económica (29%) o sexual (41.3%), y que lo sufrido por mujeres a manos de agresores conocidos o desconocidos, tanto en el espacio privado como en el público.
–¿Las deportistas tienen alguna responsabilidad de alzar al voz respecto de la violencia de género? Interroga el diario La Jornada a Eva Espejo.
–Tanto las jugadoras como entrenadoras tenemos un papel importante al saber que nos estamos convirtiendo en referentes sociales. El futbol tiene muchos reflectores y hay que ser sumamente responsables con la imagen y los mensajes que transmitimos.
“Para mí es importante el movimiento del nueve de marzo. ¿Qué pasaría si en un hospital no hay enfermeras, no hay maestras? Todas estas funciones que a veces se minimizan. ¿Qué pasaría si no estuviéramos las mujeres?
“Hay que tomar conciencia, pero no sólo por un día, que no sea llamarada de petate, se debe entender desde las microacciones de violencia que se cometen”.
Las palabras de Espejo recuerdan a la mediocampista de Estados Unidos Megan Rapinoe, quien en su calidad de figura de la tetracampeona mundial, aprovechó el torneo mundialista de Francia 2019 para lanzar un mensaje en favor de la diversidad sexual y de las minorías relegadas en su país.
Espejo apuntó que es bueno traer a la discusión el tema de la violencia al señalar que son importantes los movimientos que se están haciendo, siempre y cuando sea en orden. “Creo que no es una lucha de género, sino por obtener una equidad, debemos hacer partícipes e invitar a los hombres a que nos apoyen”.
Como muestra del respaldo que se puede alcanzar entre ambos géneros, expuso que en el balompié el trabajo de los hombres ha sido clave para que ahora se desarrolle la liga femenil.
“Hoy en el futbol tenemos una infraestructura que ellos hicieron y nosotras tomamos como una especie de trampolín para poder crecer. No estamos iniciando de cero, sino con un avance; hay un estructura que a ellos les ha tomado 100 años hacer, hay que sopesar un poquito”, sostuvo.
Claro que hay cosas que mejorar, reconoció, “para que las jugadoras tengan mejores condiciones, pero no se trata de crear enfrentamientos”.
Más allá de ganar títulos y formar a jugadoras, Espejo es consciente de que las futbolistas tienen un compromiso para inspirar a las nuevas generaciones y mostrarles que opciones existen para desarrollarse en el futbol, disciplina que por décadas fue exclusiva para los hombres en el ámbito profesional.
“Muchos de los referentes nacionales en el deporte (amateur) han sido mujeres –medallistas olímpicas–, como Ana Gabriela Guevara (atletismo) y María del Rosario Espinosa (taekwondo)”, ejemplificó.
Y agregó:
“Quienes nos dedicamos al futbol, sabemos que se ha dado un paso firme hacia adelante y tenemos beneficios. Pero también la responsabilidad de romper estereotipos, de enseñarle a las mujeres que hay escenarios deportivos que no estaban contemplados y en los que ahora se pueden desenvolver.”