Deporte mexicano en “terapia intensiva”

Por Jesús Yañez Orozco

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 29 de julio de 2019.- Como nunca, México –126 millones de habitantes–, está en el dintel de su encrucijada deportiva. Y se reflejará en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, inaugurados ayer y finalizarán el 11 de agosto. Pervive la duda si mejorará el sexto lugar de la clasificación general, con 95 medallas, obtenido hace cuatro años en Montreal, Canadá.

Más seguro: empeorará.

Porque desde 1968, cuando ganó el máximo de medallas olímpicas –con nueve– como país sede el deporte mexicano se encuentra en terapia intensiva, de cara a la competencia limeña: cinco atletas desertaron para competir bajo el manto esperanzador de otra bandera; la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, que encabeza Ana Gabriela Guevara, tiene cinco carpetas de investigación –por corrupción y malos manejos en el presupuesto–; y el Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), donde entrenan, comen y pernoctan atletas, está en crisis, a punto de cerrar.

De esos 50 años –de más oscuros que claros– es corresponsable la Conade, creada hace tres décadas, durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, apodado popularmente «El innombrable». Históricamente ha simbolizado Cueva de Alí Babá e innumerables ladrones. Cuando Jesús Mena, otro medallista olímpico, dirigió dicha Comisión un par de años, en 2014 ejerció un presupuesto fastuoso, cercano a los ocho mil millones de pesos. Hubo un subejercicio de recursos. No pasó a mayores. Era el faraónico gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Paradógicamente, Ana Guevara, 42 años de edad, medalla olímpica de plata en Atenas 2004, ha declarado que sin apoyo al deporte es inviable la Cuarta Transformación  –una suerte de ciega cruzada contra la pandemia de la corrupción que aqueja a todos los sectores de la población– lábaro que enarbola el presidente Andrés Manuel López Obrador.

(Alfredo Castillo y Jesús Mena, copartícipes de la debacle del deporte nacional, al frente de la Conade, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto)

En contraste con los recursos que ejerció Jesús Mena, para 2019, la Conade tendrá que hacer milagros con mil 718 millones de pesos. Que de poco sirven. Eso propició que la delegación mexicana, durante la inauguración de ayer, en Lima, desfilara en pants, sin el riguroso traje de gala.

Pervertida danza de millones de pesos que de poco a nada sirve.

Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano, es uno de tantos hombres llamados, eufemísticamente, de “pantalón largo” del deporte nacional. Vive el mayor avatar de su vida como dirigente que comenzó como titular del Promoción Deportiva del Distrito Federal a mediados de los 90.  Todos en mayor o menor medida son rémoras del presupuesto oficial.

Tienen la piel muy gruesa. Nada los  avergüenza: saprófitos.

Lleva dos periodos –de cuatro años– al frente del COM. Comenzó el 2012 y finalizará en 2020. Es corresponsable de que México tenga 70 medallas olímpicas en su historia, contra 226 de Cuba.  Siempre ha sido simpatizante del PRI, Partido Revolucionario Institucional, que estuvo en el poder 79 años.

Licenciado en derecho por la Universidad Veracruzana se involucró en el deporte a principios de la década de 1990, cuando llegó como titular de Promoción Deportiva del Distrito Federal –ahora Instituto del Deporte de la ciudad de México–, cargo que no aparece en su currículum. Tampoco destaca su relación con el priísmo.

–¿Tiene cura el deporte mexicano, porque son magras las medallas olímpicas y tenemos un pueblo enfermo de obesidad y sobrepeso? interrogó Balón Cuadrado a Carlos Padilla, hace algunos días, durante el anuncio en el CDOM de un evento deportivo.

Sus ojos azules, iluminados por el sol, se oscurecieron hasta parecer grises.

Balbuceó, demagogo:

–El deporte mexicano tiene muchos problemas.  El resto es superarlos no bajar la guardia. Unir esfuerzos con la Conade, institutos estatales del deporte, y federaciones para hacer un frente común.

Explicó que, con una “visión clara”  se buscará amalgamar la actividad física con la creación de espacios y escenarios dónde hacer deporte para combatir la obesidad y el sobrepeso, donde México es medalla de oro olímpica.

“Tenemos problemas”, añadió en una exhalación impostada.

Y reconoció que el “gran reto” de México en Tokio 2020, es la obtención de “medalla olímpica”. Aunque no mencionó hay riesgo de obtener sólo una. Como sucedió en Atlanta 1996. Esa ocasión el marchista Bernardo Segura conquistó bronce.

Promoción de su imagen

En lo que parece entrevista pagada –gacetilla se llama en el argot periodístico–, pese a la letal austeridad que sufre el deporte mexicano, al amparo de la Cuarta Transformación, Padilla habló con el diario El Economista –salvo error de apreciación, para auto-promoverse–.

Charló sobre las cantidades sobre la mesa para que el COM y CDOM puedan continuar operando, al menos hasta que lleguen los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pues corren el riesgo de cerrar por falta de presupuesto.

A continuación,  texto íntegro:

Las finanzas del Comité Olímpico Mexicano (COM) están en estrecha relación con lo que el Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM) necesita para solventar los costos de operación.

Aún el centro es indivisible del COM —comparten el mismo predio que colinda con el Campo Militar Número Uno, donde desaparecieron decenas de estudiantes, hay quienes dicen que fueron cientos,tras la masacre del 2 de octubre de 1968–, aún se necesita partida presupuestal del gobierno y todavía falta tiempo para lograr la autosuficiencia económica que Carlos Padilla ha puesto como meta durante su administración.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serán el cierre de un ciclo más como presidente, y después, no queda claro qué dirán las proyecciones sobre el presupuesto que necesitará.

Por ahora, siguen siendo los préstamos, inversiones de los patrocinios, empresarios y cuotas de recuperación los que han mantenido al CDOM a flote y a la delegación mexicana viajando a los eventos mundiales.

—¿Y la meta de la independencia económica?

Seguimos. La tenemos a 50% y este año vivimos el primer semestre. Al futuro procuraremos que el CDOM y el COM sean autofinanciables.

–¿Qué tanto la meta de autosuficiencia puede significar que los recursos públicos se necesiten cada vez menos?

–Está bien, si nos dan el deducible de impuestos o la telefonía móvil como la tienen otros países, un porcentaje, perfecto, ya que no nos dé dinero la Conade, pero mientras tanto es una obligación del gobierno apoyar el deporte. Está en el Artículo 3° de la Constitución.

—Si apoyar el deporte se menciona en la Constitución, entonces ¿qué sucedió que no se le dio presupuesto al COM?

–Nuevas reglas en la política, la Cámara de Diputados dejó de etiquetar y todo es a través de la Conade. Desde que salió Jesús Mena y entró Alfredo Castillo con otra visión. Nos cortaron los ingresos hasta que hablé con el expresidente Enrique Peña Nieto. Antes de los Juegos Olímpicos 2016 no había recursos para el COM.

—¿Qué tan desgastante ha sido buscar desde el sexenio anterior los recursos con Conade y ahora hasta con el secretario de la Secretaría de Educación Pública, Esteban Moctezuma?

–Lo entiendo como parte de mi función, y no me puedo quedar con brazos cruzados. Diciendo ‘ahora no nos dieron, ciérrenle’, tengo que ver que las cosas sigan funcionando y si es necesario llegar al presidente lo haremos. Ana Guevara está procurando que le den 500 millones de pesos más y yo no quiero tocar los gastos de Conade, porque tiene muchos y le bajaron mucho el presupuesto. Yo tengo que ver cómo podemos subsistir. Y ahora contamos contamos con la comprensión del secretario de la SEP.

  • ••

Prisa e insistencia para negociar recursos y una reunión agendada un día después de que Carlos Padilla envió una circular a los presidentes de las federaciones para alertar que “ante la grave insuficiencia presupuestal y luego de haber hecho todo esfuerzo posible para conseguir el financiamiento mínimo indispensable, es imposible mantener los servicios de hospedaje, alimentación y atención médica que se ofrecen en este importante centro deportivo”.

Un mensaje que apuntaba hacia el cierre de las instalaciones del CDOM el 31 de julio, a una semana de iniciar los Juegos Panamericanos en Lima, Perú.

Para toda la logística de los Juegos Panamericanos la Conade aportó 30 millones de pesos que están en un convenio aparte, para el cual nos auditarán. Los uniformes patrocinados no son para todos, porque son para competencia. Esos 30 millones ya se ejercieron. El año que entra nos audita la Auditoría Superior de La Federación (ASF), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP). Esa cantidad la ajusté con Ana, eran 50 millones de pesos que requeríamos pero tuve que conseguir 20 millones con el comité organizador con la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe(Odecabe), donde soy vicepresidente.

—¿Pudo la Conade darle recursos pese a que también está limitado?

–Los 30 millones se nos dieron hace cuatro meses. Conade para eso sí tuvo recursos.

—¿Y qué sucederá para poder terminar el año?

–Ana (Guevara) y yo tenemos buena relación y me dijo que teníamos que ajustar el presupuesto porque es una instrucción del presidente (López Obrador), hicimos números, y yo, previendo hasta dónde podíamos, quedamos en 90 millones de pesos.

Tardará décadas el deporte mexicano en salir de terapia intensiva.

Con o sin Cuarta Transformación.

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