Exige exfutbolista justicia en su demanda contra América
Foto: Especial
Por Jesús Yañez Orozco
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 18 de diciembre de 2019.- Había jugado desde los cinco años de edad en el equipo de sus amores. Vivía un cuento de principesco futbolístico cuando se vida se trocó en 2008. Que acabó convirtiéndose en infierno. A 11 años de que su carrera como futbolista profesional se vio truncada por un infarto cerebral, el ex jugador del América, Carlos Sánchez confía en que las autoridades del país por fin hagan justicia.
Está esperanzado en que los jueces no se dejen corromper por uno de los clubes más poderosos e influyentes del país, propiedad de Emilio Azcárraga Jean –dueño también de la poderosa televisa, la empresa de entretenimiento más importante de habla hispana en el mundo– cuando emitan el fallo que determinará si el equipo debe pagarle o no una indemnización millonaria por daño moral.
El martes 12 de agosto de 2008, el ex defensa central sufrió una oclusión del sistema arterial cerebral durante un entrenamiento con las Águilas. Fue consecuencia de un diagnóstico erróneo y de la falta de revisiones médicas subsecuentes tras un golpe que recibió en la cabeza el 15 de mayo de ese mismo año, en un partido ante el Santos de Brasil, dentro de la Copa Libertadores.
Debido al infarto, Charz, como lo apodan sus conocidos –entonces tenía 28 años–, fue sometido a un cateterismo que le dejó secuelas. Posteriormente tuvo que tomar diversas rehabilitaciones para tratar de recuperar la movilidad en el lado izquierdo de su cuerpo. Hasta la fecha aún no ha podido conseguir al ciento por ciento.
Durante el proceso de recuperación, el otrora zaguero fue apoyado por el América, el cual incluso lo motivó a estudiar para ser director técnico. Una vez que consiguió su título, en diciembre de 2012, el club lo empleó como entrenador en enero de 2013. Aunque sólo por seis meses.
Después de ese lapso se negó a renovarle su contrato dejándolo en el desamparo, ya que nunca le dieron una indemnización como jugador y mucho menos como trabajador.
A partir de ese momento, Sánchez emprendió una larga lucha en tribunales en busca de que la escuadra azulcrema, la cual le prometió apoyarlo en todo y de por vida luego del infarto, se hiciera responsable de la negligencia médica que cometieron Alfonso Díaz y Joaquín Velázquez, doctores del equipo.
El 25 de febrero de este año, parecía que la extensa pugna legal entre Charz y el América había llegado a su fin. Un juez había ordenado a la institución azulcrema pagarle al ex defensa central 30 millones de pesos como indemnización por daño moral.
Sin embargo, dicha determinación, explicó Alfredo Massad, abogado de Carlos, fue apelada por el club mediante alegatos tramposos y múltiples inconsistencias legales. Muchas de ellas absurdas.
Tras dichos recursos, el pasado 26 de octubre los magistrados de la cuarta sala civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México decidieron absolver de toda responsabilidad al conjunto azulcrema, así como a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y a Grupo Televisa.
Ante esta sentencia, el ex jugador, ahora de 39 años, se amparó. Está en espera de que a principios de 2020 se emita un nuevo fallo. Confía en que en esta ocasión, ahora sí, los magistrados, Juan Arturo Saavedra Cortés, María Rosario Marenco Ortega y Carlos Vargas Martínez no vuelvan a ser cómplices de las artimañas del club y permitan que se efectúe un nuevo acto de corrupción.
Charz recuerda que tanto Yon de Luisa, ex empleado de Grupo Televisa y hoy titular de la FMF, así como el entonces presidente del equipo, Michel Bauer, y su propietario, Emilio Azcárraga Jean, prometieron apoyarlo para que tuviera un sustento económico, el cual le ayudaría a pagar gastos médicos y su propia manutención, pero no lo han hecho.
«Incluso una de las artimañas del club para no hacerse responsables fue tratar de meterme a la cárcel argumentando que hice un fraude», denuncia Carlos Sánchez.
El ex zaguero central lamenta que el club, del que formó parte desde los cinco años de edad, le haya dado la espalda cuando más lo necesitaba.
«Lo único que pido es que se haga justicia por una negligencia médica que permitió el equipo y que me arrebató la oportunidad de trascender y hacer una carrera como futbolista, que fue lo que soñé toda mi vida», subraya.
Un caso similar ocurrió a principios de noviembre pasado. La mediocampista del equipo femenil del América, Diana González Barrera, murió por una “inadecuada” atención médica, denunció el diario La Jornada en cuatro de ese mes.
La futbolista, de 26 años, que padecía diabetes, se sintió mal durante el entrenamiento del viernes 1 de noviembre, en las instalaciones del club América –al sur de la ciudad de México–.
“Pero lejos de ser atendida y valorada a fondo por el personal médico del equipo, o canalizada a un hospital, la pusieron en reposo y después la mandaron a su casa”, argumentó el periódico.
En su columna, Balance de La Jornada –sobre lo que sucede semanalmente en el balompié nacional–, la publicación explicó:
“Como pudo llegó hasta la vivienda que compartía con su amiga Leslie Castañeda, cuya familia, al verla cada vez en peores condiciones, la acompañó a su natal Toluca, donde la sorprendió un fatal ataque de hipoglucemia.
“Diana padecía diabetes desde la adolescencia, cuidaba de su salud lo mejor posible, pero superponía a todo su sueño infantil: el de jugar futbol en una liga profesional’, describe la columna firmada por Marlene Santos Alejo, con más de 30 años de experiencia en el periodismo deportivo, futbol en particular”.
La jugadora participó en el equipo Dragonas de la Liga Mayor Femenil y fue a la Olimpiada Nacional en sus ediciones de 2011 a 2013. Después, gracias a su deporte, el Tecnológico de Monterrey campus Estado de México la becó para que estudiara una licenciatura.
Su nivel futbolístico le abrió las puertas de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLA) donde, mediante otra beca, hizo estudios de posgrado.
La también seleccionada nacional fue pieza clave en la conquista del único título de las Águilas, en el Torneo Apertura 2018, ante Tigres, al anotar un gol en la ida y otro en la vuelta. En febrero de este año se lesionó la rodilla derecha y tuvo que ir al quirófano.
“Por fin se había recuperado y tenía escasas semanas haciendo futbol, con la ilusión por las nubes para su regreso al equipo titular. Sus amigos destacan su simpatía y optimismo”, explica el diario, uno de los más influyentes en México, simpatizante de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Castigo a jugadores
La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) suspendió a los futbolistas Sub-17 del Club América que se burlaron del himno de las protestas feministas chilenas –que dio la vuelta al mundo– llamado ‘Un violador en tu camino’ y también conocido como ‘El violador eres tú’.
A través de un comunicado oficial, el organismo señaló que los jugadores involucrados recibirán un partido de suspensión y una multa económica, que no precisó monto.
«Derivado del procedimiento de investigación que de oficio esta Comisión inició en contra de algunos jugadores del Club América Sub-17, con relación al video que circuló a través de redes sociales y medios de comunicación, en donde hacen referencia a burlas y faltas de respeto”
Los elementos del equipo inferior que fueron castigados son: Omar Antonio Lomelí Hernández, Aziel Torres Hernández, Osciel Orlando Anaya De La Guardia y Daniel Jared Hernández Osorio.
Después de que se filtrara el video en el que los jugadores se burlan del himno de las protestas feministas, América dio a conocer que los futbolistas de las categorías Sub-20 y Sub-17 recibirán cursos de perspectiva de género.
El personal de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) se encargará de impartir clases de situación de violencia contra las mujeres, masculinidades, mientras que expertos se harán cargo del uso de redes sociales.