Histórico triunfo de golfista mexicano en torneo de clase mundial
Foto: Especial
Por Jesús Yáñez Orozco
- Carlos Ortiz rompe sequía de victorias en el PGA Tour en el Abierto de Houston
- Hace 42 años ganó Víctor Regalado
- El jalisciense, inspirado en Lorena Ochoa
- Desde el 2013 ha acumulado casi 6.1 millones de dólares en ganancias.
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de noviembre de 2020.- Triunfo histórico de golfista mexicano en torneo de clase mundial, inspirado en Lorena Ochoa. Una ronda de ensueño brindó Carlos Ortiz para conquistar su primer título del Tour estadounidense de la PGA en el Abierto de Houston, Texas, con un birdie en el último hoyo y aventajar en dos golpes al número uno del mundo, el local Justin Johnson.
Ortiz entregó una tarjeta con 67 golpes, cinco bajo par, para un total de 267 impactos (-13), dejando atrás a Johnson y al japonés Hideki Matsuyama. Desde el 2013 ha acumulado casi 6.1 millones de dólares en ganancias. Triunfo que destacó toda la prensa nacional –escrita, radio y tv– y se hizo viral en redes sociales.
El jalisciense es el primer representante de su país en conseguir un triunfo en el PGA Tour desde 1978 y el segundo latinoamericano en adjudicarse el Abierto de Houston después del argentino Roberto De Vicenzo hace 52 años.
“Fue increíble terminar con este putt para birdie en el 18”, resumió Ortiz, de 29 años y 160 de la clasificación, quien rodó un tiro de 22 pies en el último hoyo.
Triunfales lágrimas
Emocionado hasta las lágrimas cuando recibió el trofeo de vencedor, el mexicano declaró experimentar una sensación increíble al ganar en Houston, “un lugar que considero mi segundo hogar”, además de tener el apoyo de aficionados que se dieron cita en el Memorial Park Golf Club, primer certamen del circuito con público.
Ortiz es el tercer golfista de México en ganar un torneo del PGA Tour. Antes lo hicieron César Sañudo (1970) y Víctor Regalado (1978).
La victoria le da un lugar en el Masters de Augusta de 2021, aunque no en el de este año, que debió disputarse en abril, pero por la pandemia de coronavirus se celebra desde este jueves.
Johnson, ganador del Northern Trust y del Tour Championship, y que fue segundo en el Campeonato de la PGA y sexto en el Abierto de Estados Unidos, se perdió dos torneos en octubre después de dar positivo a Covid-19.
El estadunidense tuvo seis birdies y un bogey en su cierre de 65 para un total de 269 (-11). A él se unió Matsuyama, con siete birdies, 63 (-7) y contabilizar 269 (-11).
El argentino Fabián Gómez terminó en el puesto 32 con 279 (-1) y el venezolano Jhonattan Vegas finalizó 44 al entregar 281 (+1).
Lorena, inspiración
Golf es un deporte que exige constancia perfectible para escalar en el ranking. En el terreno personal, Carlos Ortiz es un chico de 29 años que se considera a sí mismo “introvertido”.
Es el mayor de tres hermanos y su madre, Graciela Becerra, señalaba al diario El Economista, hace seis años, que Carlos inició su sueño entrenando en el Guadalajara Country Club, el mismo campo donde Lorena Ochoa creció jugando, razón que lo motivó a no creer en imposibles.
“Si ella (Lorena) puede, yo también”, recordó Graciela sobre lo que decía Carlos en sus inicios.
“Creo que va a ser una estrella, un buen jugador en la PGA y será protagonista en un futuro”, confesaba su madre.
Este deporte ha permanecido en su vida “sobre otros” y, después de cinco años siendo parte del tour, logró cosechar el trofeo.
“El golf es el deporte más desafiante para jugar”, reconoció Ortiz para el portal del PGA Tour y lo sabe desde que comenzó a jugar golf con su padre y como resultado también de la herencia de su abuelo.
La competencia no se realizó en el tradicional Memorial Park, sino que se trasladó a los suburbios de un campo municipal de la ciudad de Houston, un lugar que normalmente se puede rentar para jugar por menos de 40 dólares.
Ortiz lideró el campo el domingo en el grupo final y dejó en el camino a Dustin, el golfista número uno del mundo.
“Cada vez que estás dentro de tres golpes del líder, sabes que tienes una buena oportunidad. Me he estado poniendo bastante en esos lugares el año pasado y tenía lo que necesitaba”, detalló.
Texas ha sido, como dice, “su segunda casa”. Lugar en el que se siente cómodo, donde se graduó en Relaciones Internacionales en la Universidad del Norte de Texas.
Ahí llegó en el 2013 cuando se convirtió en golfista profesional, momento que lo toma como el mayor acierto de su vida, incluso con más peso que sus estudios.
“‘¿Cuál es uno de tus mayores errores?’”, le preguntó la revista Forbes en el 2016.
“‘No haber aprovechado mis años de Universidad al máximo’”, respondió el tapatío.
En siete años sus ganancias en su carrera suman 6.1 millones de dólares y cuenta de manera personal con 10 patrocinios: Asher, Greyson, Titleist, Akron, Azteca, Grupo Vidanta, Jlindeberg, Taylor Made, Rolex y PING, éste último es su proveedor de equipo (desde el 2015) con 11 bastones, una bolsa y una gorra.
La marca PING destacaba ese año que la apuesta por Ortiz se debía a ser el “golfista mejor clasificado de México y principal ganador de dinero durante la gira Web.com de 2014”.
Cinco años después, la prosperidad llegó a la vida de Ortiz. El golf profesional en México suena ahora más que con el único nombre de Lorena Ochoa, un referente en décadas.
En las cartas fuertes ya se nombra a Abraham Ancer (con el pendiente de una victoria en la PGA Tour), y en el circuito femenil a Gabriela López y María Fassi.