Murió La Cobra Muñante, crack peruano de los 70s

Por Jesús Yañez Orozco

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 28 de abril de 2019.- De origen afrodescendiente, el peruano Juan José La Cobra Muñante, histórico ex jugador de los Pumas de la UNAM, falleció a los 70 años en Miami, Estados Unidos, a consecuencia del cáncer de pulmón que padecía. Crack –elogiado por el propio César Luis Menotti– en 1978, su carta valía un millón de dólares –unos 19 millones de pesos al cambio actual–. 

Alineó en el polémico juego del mundial de 1978 cuando fue goleado 0-6 por al anfitrión, Argentina, en el marco de la anticomunista Operación Cóndor que encabezaba Estados Unidos.

Futbolista atípico. Su extraordinaria velocidad (registraba 11,0 segundos con el balón en los pies en los 100 metros planos) y la técnica que poseía le permitía lanzar impresionantes galopadas por la banda derecha.

Daba pases precisos y preciosos que fueron aprovechados por todos los delanteros que lo acompañaron o hacer diagonales que muchas veces terminaron en gol.

Por eso era apodado La Cobra en el balompié mexicano. Además de que por su corte de pelo afro, característico de los años 70s, por la forma cómo movía la cabeza para driblar a los contrarios semejaba ese ofidio. Mote que impuso el cronista televisivo Ángel Fernández, también fallecido. 

La infausta noticia fue dada a conocer –el pasado 23 de abril– por la directiva de Pumas mediante un comunicado de prensa publicado en sus redes sociales. En él expresó sus condolencias a la familia Muñante López, uno de sus grandes ídolos en la década de los 70 en el balompié local.

Coadyuvó con el equipo a ganar el título de liga en la temporada 76-77, antes de que el equipo fuera cedido –por el entonces rector Guillermo Soberón Acevedo–  a la iniciativa privada, mediante un patronato.

“Lamentamos la muerte de Juan José Muñante, La Cobra. Jugador histórico del Club Universidad y artífice de los primeros títulos de nuestros Pumas en la Primera División. Deseamos pronta resignación a sus familiares y amigos”, escribió el club en el texto.

Muñante nació en Pisco, Perú, el 12 de junio de 1948.  El Jet o JJ, como también era conocido, debutó con el Sport Boys de su país, con el que jugó de 1966 a 1968, y después formó parte del Universitario, donde militó de 1969 a 1973 y consiguió sus primeros campeonatos, en las temporadas 1969 y 1971.

Posteriormente dio el salto al futbol mexicano, con el entonces Atlético Español –hoy Necaxa– donde participó en dos temporadas, de 1973 a 1975, año en el que disputó la Copa de Campeones de la Concacaf.

Tras su paso por dicho equipo, Muñante llegó al conjunto universitario, donde brilló en las temporadas de 1975 a 1980.

En esa institución integró uno de los mejores equipos que ha representado a la máxima casa de estudios al lado de Hugo Sánchez, así como de Miguel Mejía Barón, Leonardo Cuéllar, José Luis Pareja López y Evanivaldo Castro Cabinho, entre otros.

Con éste último, de origen brasileño, máximo goleador en el balompié nacional, formó una gran mancuerna. Dirigidos por Jorge Marik lograron el título de la temporada 1976-77, así como los subcampeonatos 1977-78 y 78-79 bajo el mando del serbio Velibor Bora Milutinovic.

Después de militar en Pumas, migró al deportivo Táchira de Venezuela, pero no tuvo acción y regresó al futbol mexicano para jugar en el Tampico Madero en la temporada 1981-1982, donde no tuvo un desempeño destacado.

Tras esas malas experiencias, regresó a su país y militó en los equipos que lo vieron nacer futbolísticamente: Universitario y Sport Boys, ambos en 1983, año en el que se retiró de las canchas.

Como integrante de la selección peruana disputó la Copa del Mundo Argentina 1978, en la que su equipo alcanzó los cuartos de final, y donde el técnico de la albiceleste, César Luis Menotti, lo consideró entre los siete mejores extremos en la historia del futbol.

JJ Muñante formaba parte de la notable generación de futbolistas peruanos de los años 70,    con Cubillas, Chumpitaz, Sotil, Challe, Cueto, Velasquez, Juan Carlos Oblitas, Germán Leguía y otras grandes figuras.

El 21 de junio, disputaron un crucial encuentro en el Mundial de 1978. Argentina necesitaba una diferencia de cuatro goles para avanzar a la final. Con una oscura sombra de suda hizo seis.

Resulta impensable que con el endeble futbol que había mostrado el equipo dirigido por César Menotti pudiera doblegar a su rival que era una máquina de hacer goles. Que, curioso, en ese juego no hizo uno. Sobre todo con Muñante en la cancha.

Llama más la atención que en ese torneo, el subcampeón de goleo fue el peruano Cubillas, con cinco. El mientras Mario Kempes, El Matador,  se quedó con el botín de oro fue el argentino Mario Kempes: convirtió 6 tantos. El  tercer lugar lo ocupó el holandés Rob Rensenbrink.

Periodistas y escritores, en base a testimonios han publicado –libros incluso—donde queda de manifiesto que fue un partido arreglado entre los gobiernos militares de ambos países  en el marco de la Operación Cóndor –encabezada por Estados Unidos para sofocar le epidemia comunista en el Cono Sur.

De acuerdo con esas versiones, Perú recibió dos contenedores de granos y algunos jugadores –no todos– de su selección 50 mil dólares, por mermar su rendimiento en la cancha.  Fue un juego amañado. Tongo, en términos boxísticos.  

Cuentan que, ante la fama con la que llegaba Muñante al mundial Argentina 78, y antes del célebre partido del Perú contra Escocia, el coach del equipo escocés, Alistair MacLeod, dijo en la charla a sus jugadores:

 «Marquen bien al número siete, el resto es rutina.» 

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