Ni muerto, Maradona descansa en paz
Foto: AP
Por Jesús Yáñez Orozco
- Abren investigación sobre los últimos momentos del Pibe de Oro
- Denuncian negligencia médica y abandono de persona
- Diego júnior y Dalma, hijos del ídolo argentino, publican emotivos mensajes de despedida
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 28 de noviembre de 2020.- Ni muerto descansa en paz la Mano de Dios. El día después de los funerales de Diego Armando Maradona, mientras el pueblo continúa sus homenajes levantando altares en barrios y ante estadios de futbol, la justicia abrió una investigación sobre los últimos momentos del ídolo mundial del balompié. Así hizo ante denuncias sobre la posibilidad de que no haya tenido la debida atención en el proceso de recuperación que transcurría en una casa en la zona residencial, para establecer si hubo negligencia o abandono de persona, lo que constituye un delito.
Éste es el tema del día. Los fiscales han interrogado a las enfermeras y al personal de la casa, ya que debido a su situación era necesario tenerlo bajo control permanente. Sin embargo, no estaba el médico a la hora en que habría fallecido, al mediodía, por insuficiencia cardiaca y un edema pulmonar agudo. Se exigen nuevas pericias.
Falso informe
En las últimas declaraciones, la enfermera Dahiana Gisela Madrid dijo que la empresa en la que trabajaba la obligó a anotar en el informe que había intentado realizar un chequeo al enfermo para controlar los signos vitales en la mañana, pero en realidad eso no sucedió.
También existe una fuerte discusión médica, porque para algunos no se debía haber realizado su última operación por un hematoma subdural debido a su condición general. De hecho fue conmovedor verlo el último 30 de octubre, el día de su cumpleaños cuando le hicieron un homenaje en el Club Gimnasia y Esgrima, donde era entrenador en los tiempos recientes.
Verlo caminar sostenido por dos personas, con extrema dificultad y balbuceando bajo el efecto de medicamentos en su última aparición pública fue muy impactante y conmovedor. Nunca debió haber sido movilizado ni caminar en esas condiciones, fueron las conclusiones de quienes más lo cuidaban.
Era un paciente muy difícil, porque desde que salió de la sala de cirugía deseaba que se le diera el alta y los médicos consideraron que debía ir a un lugar de recuperación donde tuviera atención permanente.
Pero su joven médico personal, Leopoldo Luque, quien está hoy en la mira, firmó el alta para llevarlo a una casa, la cual no era la suya, con el compromiso de que tuviera atención permanente y lo acompañaran sus familiares, sus hijas, las dos de su primer matrimonio, Dalma y Gianinna, y Jana, de otra madre, porque en su estado de depresión necesitaba estar rodeado de afectos. Además sufría síndrome de abstinencia alcohólica.
Lo cierto es que Diego murió este miércoles 25 en soledad. Los primeros informes señalaban que ese día no se despertó. Ahora se sabe que sí lo estuvo muy temprano, pero según la enfermera se volvió a dormir.
Al mediodía, cuando entraron para darle medicinas, ya no respiraba, y aunque llegaron médicos y ambulancias, ya no pudieron reanimarlo. Esto ha creado un mar de dudas y contradicciones en algunas declaraciones.
El mundo a sus pies
Lo que surge es que Maradona, quien parecía tenerlo todo, el inmenso amor de su pueblo –lo cual en realidad era lo que más necesitaba– la gloria, el mundo a sus pies, difícilmente podía aceptar terminar inmovilizado, sufriendo fuertes dolores, en un cuerpo castigado por la dureza de los golpes recibidos por sus rivales en los partidos, cuando querían detener sus jugadas geniales, sus gambetas históricas, su ballet futbolístico que lo convirtieron en mito.
Se sabe que los médicos de la clínica habían determinado necesario desintoxicarlo por la cantidad de medicamentos que tomaba y lograr su recuperación en un lugar adecuado. La familia, sabiendo que Maradona no iba a aceptar esto, no se atrevió a recurrir a declararlo insano, como se les propuso, porque estaba lúcido e incluso se resistía a ser controlado permanentemente por los médicos.
La justicia podrá aclarar o no lo sucedido en esos últimos días de Maradona, pero sólo él decidió, a pesar de todas las explicaciones de los peligros a los que se exponía, de los ruegos familiares, elegir estar en una casa, que lamentablemente no era donde le hubiera gustado regresar, la de sus padres, como varias veces dijo en sus momentos tristes.
Todos sabían que evidentemente iba a desobedecer los controles y la toma de medicamentos, que también rechazaba.
Por lo pronto, las investigaciones siguen, los debates televisivos ocupan casi todas las horas del día en Argentina, tanto sobre el tema de las condiciones en que ocurrió su muerte como también de los sucesos que ayer empañaron el gran homenaje popular a Diego.
Esto ha llevado a fuertes declaraciones del gobierno nacional, incluso del presidente Alberto Fernández, ante la actuación injustificada de la policía de la ciudad de Buenos Aires, que está bajo el control de la oposición y que ya ha sido condenada varias veces.
Además de las declaraciones del propio Presidente, los organismos de derechos humanos condenaron enérgicamente la actuación de la policía metropolitana, que una más vez violaron todas las normas y reprimieron a quienes marchaban en paz, en un día de duelo y respeto.
Piden justicia
La indignación pública logró que fueran despedidos los tres empleados de los servicios funerarios que se tomaron fotos con el cuerpo de Maradona.
El auxiliar y cuerpo técnico que acompañaban a El Diez en Gimnasia y Esgrima, el último equipo que dirigió, presentaron su renuncia por lealtad al Pelusa.
Los homenajes y reacciones por la muerte del Pibe de Oro continuaron entre sus familiares y personajes emblemáticos del deporte.
Los hijos de Diego despidieron a su padre con mensajes en redes sociales.
“¡Cuánto fui feliz contigo! Ni lo podías imaginar, sólo mirándote al lado mío me sentía invencible. ¡Cuánto voy a extrañar este abrazo!, pa’ de mi vida, ni lo podés lejanamente imaginar”, escribió Diego Maradona júnior en Instagram.
«Siempre le tuve muchísimo miedo a mi muerte, pero hoy ya no, porque sé que ése va a ser el momento que voy a volver a verte y abrazarte de nuevo. Ya te extraño, papá», publicó su hija Dalma.
Lionel Messi, a quien dirigió en la selección de Argentina, junto con el club Barcelona guardaron ayer un minuto de silencio previo a su entrenamiento en honor a Maradona.
Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, consideró que se pudo haber hecho más para ayudar al argentino contra sus adicciones.