Papa Francisco:“futbol, deporte más bello del mundo”

Por Jesús Yañez Orozco

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 26 de mayo de 2019.- A los 82 años de edad, el Papa Francisco aseguró que, pese a todo, el balompié es el deporte “más bello del mundo” –donde, aseveró, priva el “nosotros” sobre individualismo–, durante un discurso pronunciado ayer ante los casi 5 mil jóvenes deportistas a los que recibió en audiencia.

Expresó su amor por el futbol. Pero también reconoció que no todo lo que rodea a la pelota es bueno.

El Vicario de Cristo habló en el contexto de un encuentro –titulado “El futbol que amamos”– promovido por la prestigiada Gazzetta dello Sport y la Federación Italiana de esta disciplina.

“Muchos definen el futbol como el juego más bonito del mundo. Pienso lo mismo. Pero es una opinión personal”, dijo al Sumo Pontífice de origen argentino, país bicampeón del mundo –como anfitrión, en 1978, y México 1986– y su compatriota, Lionel Messi, crack del Barcelona, es considerado, con Cristiano Ronaldo, de la Juve –italiana- el mejor jugador del mundo.  La Santa Sede tiene un torneo anual de futbol denominado Clericus Cup.

Reflexionó Bergoglio:

“Si bien, a menudo escuchamos a la gente decir: ‘¡El futbol ya no es un juego!’. Desafortunadamente, estamos presenciando fenómenos que afectan a su belleza”. Aunque no precisó cuáles.

El Papa Francisco recibió en audiencia a varios miles de jóvenes italianos, jugadores y jugadoras de futbol. Antes de leer el mensaje, el Papa preguntó a los asistentes si querían que él leyera o no, el texto.

“¡Sí!”, respondieron en coro.

Futbol, ante todo un juego

Comenzó afirmando que ante todo el balompié es un juego:

“Podemos decir que detrás de una bola rodante hay casi siempre un niño con sus sueños y aspiraciones, su cuerpo y su alma. En una actividad deportiva están involucrados no sólo los músculos, sino toda la personalidad de un niño, en todas sus dimensiones. Incluso en las más profundas”.

El Papa insistió en que el deporte es una ocasión para “dar lo mejor de uno mismo, con sacrificio y compromiso, pero sobre todo no solo”.

Filosofó:

“Lo bueno de jugar con un balón es que puedes hacerlo junto con otros, pasarlo en medio de un campo, aprender a construir acciones de juego, trabajar en equipo”.

Además, el balompié permite construir amistad, cercanía y, precisó, divierte:

“El balón se convierte en un medio para invitar a personas reales a compartir amistad. A encontrarse en un espacio. A mirarse a la cara. A desafiarse mutuamente para poner a prueba sus habilidades”.

Ahondó:

“Queridos amigos: el futbol es un juego de equipo, ¡no se puede divertir solo!”.

El Papa recordó que en una sociedad donde el individualismo es muy apreciado, el futbol reafirma la importancia del “nosotros”.

Francisco insistió en que el futbol es ante todo un juego y debe seguir siéndolo. Recordó esta experiencia:

Un día una periodista le preguntó a un teólogo cómo se le podía explicar la felicidad a un niño. Respondió:

«No se lo explicaría, le daría un balón para jugar”.

Luego insistió: “Jugar te hace feliz porque puedes expresar tu libertad. compites de una manera divertida. Vives un tiempo en lo libre simplemente porque te gusta. Persigues un sueño sin ser necesariamente un campeón. La Carta de los Derechos del Niño al Deporte también reafirma el derecho de todo niño a «no ser campeón» (art. 10).

El Papa Bergoglio dirigió, también, unos pensamientos a los padres de los jóvenes, recordándoles que su labor es ante todo educativa, por eso hay que apreciar el juego, lo gratuito y creador de relaciones humanas.

Las derrotas, ejemplificó, enseñan:

“Ayúdenles a comprender que el banquillo –ser suplentes– no es una humillación, sino una oportunidad para crecer y una oportunidad para los demás. Que siempre tienen el gusto de dar lo mejor de sí, porque más allá del juego está la vida que les espera”.

También los entrenadores, agregó, son parte de esta tarea educativa y que pueden dejar huella en los atletas.

Después dirigió unas palabras a los campeones del futbol:

“No olviden dónde empezaron: en ese campo suburbano, en ese oratorio, en ese pequeño club…. Quiero que siempre sientan gratitud por su historia de sacrificios, victorias y derrotas”.

Remató:

“Y sentir también la responsabilidad educativa, que debe ser implementada a través de la coherencia de vida y la solidaridad con los más débiles, para animar a los más jóvenes a crecer en su interior, y tal vez, incluso, a ser campeones en la vida”.


Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Easysoftonic