“Poderosos en la Liga Mx no quieren cambios”: club San Luis
-
Ha sugerido cambios medulares en las mesas de trabajo del máximo circuito, pero son desoídas
-
Miguel Ángel Gil, directivo del Atlético de Madrid, del que es filial el equipo potosino, ha invertido, infructuosamente, tiempo y dinero
-
Asevera que puede ser una de las mejores cinco ligas del mundo
-
Venta de Gallos, frenada por un «club de Toby», denuncia empresario interesado en adquirirlo
Periodistas Unidos/Balón Cuadrado. Ciudad de México. 12 de junio de 2022.- Otro capítulo de la inconmensurable mafia del balón mexicana hace más de medio siglo. Miguel Ángel Gil es uno de los directivos del Atlético de Madrid español –una de las ligas más poderosas del mundo—que, infructuosamente, ha invertido tiempo y dinero en distintas áreas de su filial, el equipo de San Luis de Liga Mx.
Mientras tanto, Venta de Gallos de Querétaro –a raíz de los lamentables hechos ocurridos el pasado 5 de marzo en el estadio Corregidora, que dejaron cerca de 50 heridos, cuando recibían al Atlas–, fue frenada por un “club de Toby”, denuncia el empresario que se interesa en su compra.
Los esfuerzos de Ángel Gil, sin embargo, no han trascendido en las mesas de trabajo con dueños de la Liga Mx, donde hay gente muy poderosa que no quiere que las cosas cambien en el futbol, afirma el español.
Sin dar nombres, obviamente los “poderosos” intocables tienen nombre y apellido:
Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, propietarios del poderoso duopolio televisivo y de los equipos América y Mazatlán, respectivamente, y los que detentan de la multipropiedad que prohíbe FIFA: Jesús Martínez, Grupo Pachuca, dueño de Tuzos y León y Grupo Orlegui, de Alejandro Irarragorri, que posee Santos y Atlas, bicampeón del futbol mexicano.
Entre las propuestas que no prosperaron, Gil explica que hay tres que pueden cambiar el rumbo del torneo y ubicarlo entre los cinco más importantes del mundo: establecer un control económico, una venta centralizada de derechos y la entrada de fondos de inversión para mejorar la situación de los clubes.
«Tengo un conflicto personal permanente, un contrasentido, porque tengo la experiencia de vivirlo aquí (en España) y no ahí (México). Si tuviera 10 minutos de tomar decisiones, lo primero que haría es la venta centralizada; lo segundo, el control económico», puntualiza para luego dar paso a la tercera idea:
«Metería dinero para dos cosas; uno, terminar con la violencia; y dos, para hacer experiencias más atractivas para el aficionado».
El Atlético de Madrid tiene inversiones en el equipo potosino desde 2017. No obstante, insiste el directivo español, se han encontrado con obstáculos no calculados. Creo que ustedes no son conscientes de lo que es México a nivel futbolístico, advierte durante el cierre del encuentro virtual Summit de la Liga Mx lo único que necesitan es regular, no tengo duda de que la Liga estaría entre las cinco mejores del mundo.
Gil recuerda lo ocurrido el 5 de marzo en el estadio Corregidora, donde aficionados del Querétaro y Atlas protagonizaron uno de los episodios más violentos del futbol en el país que se tenga memoria.
Y al respecto reflexiona, resignado, que los dueños de los clubes se conformen con poquito teniendo lo que nadie:
«El público, que es mucho y muy apasionado».
Por eso, aunque sigue con la idea de lograr un cambio, asegura que “es una pena no regular”.
«Mi cabezonería es mucha para decir que no me salgo de México», continúa.
Concluye:
“Me gustaría pensar que los dirigentes allá van a ser capaces de pensar en el bien general”.
Club de Toby
Francisco Orozco, presidente de los Dinos de la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA), era el candidato más firme para la compra del club Querétaro hasta finales de marzo pasado. Su oferta era del conocimiento de Jorgealberto Hank, dueño de la franquicia, pero competía también con las de Manuel Arroyo, dueño de Fox Sports, y la familia Fastlicht, gente cercana al Grupo Televisa.
«Ese juego de poderes», asegura el empresario, «provocó un incremento de 20 por ciento en el precio y la intervención de lo que denomina un club de Toby en las altas esferas de la Liga Mx».
«Cuando entraron ellos dos, ya no era un tema de dinero», explica en entrevista.
Describe:
“Lo que se discutía era quién tenía mejores relaciones que el otro. Uno suponía que Fastlich tenía el apoyo de (Emilio) Azcárraga Jean y Arroyo el poder económico. Al final no llegaron a ningún acuerdo, pero en la Liga quien decide es ‘la pandilla’. Alguien dice: ‘a éste no lo quiero porque es mi competencia o porque no le gusta a uno de los directivos, y entonces la oferta no pasa’. Como en un club de Toby”.
Orozco no desconoce esa forma de operar de la Liga, porque sostiene que lo mismo ocurre en las altas esferas del beisbol y el futbol americano. Lo que no comparte es politizar los temas, por eso, por ahora, prefiere hacerse a un lado. De lo poco que pudo saber es que las ofertas por adquirir a Gallos tenían diferentes variables –entre ellas los derechos de transmisión– y que si bien una era superior a la suya (Fox Sports), la otra (Familia Fastlicht) no.
«Por lo menos esa (la de Arroyo) estaba 20 por ciento arriba, la otra era más por la relación con los socios», precisa.
«Conozco cómo nos manejamos los dueños. La decisión pasa por elegir al empresario correcto, no tanto al que pague más. Tal vez Fox Sports tenga la variable de los derechos de televisión, pero mi postura es la misma. Me voy a mantener ahí. Jorge ya no tiene el tiempo en contra ni la urgencia de vender», finaliza.
(Con información del diario La Jornada)