‘Poncha’ Dodgers a mexicanos que sellaron su título en Serie Mundial
Foto: Especial
Por Jesús Yáñez Orozco
- Víctor Urías y Julio González aparecen relegados en la millonaria comercialización de Los Ángeles
- Ocho horas después del campeonato, artículos del equipo imponen récord de ventas
- Se han revalorizado hasta 10 veces más en su portal Fanatics
- La bola del último ponche en el juego 6, que definió la victoria de los angelinos, tiene un valor de 250,000 dólares
- Contrasta con la pelota de la Serie Mundial del año pasado, que alcanzó 500,000 dólares.
- También, ambos, están fuera de los estratosféricos salarios de Grandes Ligas
- Lejos de los más de 30 millones de dólares anuales que ganan algunas de sus estrellas
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 01 de noviembre de 2020.- Paradoja que sean relegados, voluntaria o involuntariamente, los dos mexicanos que dieron título a Dodgers en la pasada Serie Mundial, después de 32 años de amarga sequía. ‘Poncharon’, literal, a los serpentineros, Víctor González y Julio Urías. Sus nombres o imágenes casi desaparecieron en los productos del equipo, que ocho horas después del título, al amanecer del miércoles pasado, impusieron récord de ventas.
Precios que se incrementaron 10 veces.
Tampoco se encuentran en la lista de los peloteros con estratosféricos salarios. Algunos superan los 32 millones de dólares anuales en la Gran Carpa. González, por ejemplo, en este 2020, apenas tuvo un salario base de 563 mil 500 dólares.
Urías, además, es semiciego. Juega de milagro.
Cuando en 2016 llegó al equipo de Grandes Ligas de Los Ángeles, lo primero que Julio hizo fue poner en su vestidor una gran figura con la representación de la Virgen de Guadalupe, patrona de los mexicanos.
La fe religiosa es en la que el originario de La Higuerita, un pequeño poblado cercano a Culiacán, Sinaloa, se ha apoyado para superar problemas físicos que lo aquejan desde la niñez.
El pitcher zurdo nació con un tumor en su ojo izquierdo que se mantiene casi cerrado tras múltiples cirugías, aunque conserva vista parcial en ese orbital.
“Dios me dio un ojo izquierdo malo, pero un brazo izquierdo bueno”, dijo en una ocasión Urías y con esa frase marcó el camino que ha seguido en su vida para llegar hasta la cúspide.
El pitcher zurdo, responsable del salvamento que trajo la celebración más esperada para Los Ángeles, tampoco está en el selecto grupo de los jugadores mejor pagados en la nómina.
Esta temporada, los angelinos tuvieron, sólo en en el diamante, una nómina activa de 168.4 millones de dólares y, entre los pagos, los dueños de la franquicia Guggenheim Baseball Management depositaron a Clayton Kershaw, David Price y Kenley Jansen los sueldos base más altos del equipo.
Por ejemplo, a Price tocan hasta 32 millones de dólares. Y marca una abismal diferencia con los más bajos, que ofrecen entre uno y dos millones de dólares a dos peloteros.
Kershaw, Jansen y Turner han sido figuras establecidas en el roster del equipo y por su relevancia en el equipo han cargado con los fracasos de octubres pasados. De ellos, Kershaw es el que más rondas de postemporada ha jugado antes de ganar la Serie Mundial, con 19.
Jansen es el segundo con 16 rondas, mientras que Turner había experimentado 14. Desde el 2011, Jansen se ha establecido como el mejor cerrador en la historia de la franquicia, pero desde esta semana el serpentinero mexicano cambió la perspectiva con el salvamento ante Tampa Bay en el Juego 6.
“Hemos sido el mejor equipo toda la campaña. Hemos sido el mejor antes y no conseguimos nada”, dijo Kershaw sobre el triunfo que más ha esperado desde que era novato en el 2008.
El valor deportivo que adquiere el lanzador sinaloense, por sus logros en el diamante y para la franquicia, puede optimizar sus oportunidades comerciales. En México, su actuación en la Serie Mundial superó lo que había logrado Fernando Valenzuela con el número de más ponches en una sola postemporada (29).
Y, entre otras marcas, estableció una nueva meta al ser ahora el primer pitcher mexicano en participar en dos Series Mundiales: 2018 y 2020.
En su cuarta temporada con los Dodgers, Urías tiene un sueldo base de 2.3 millones de dólares, siendo, con 24 años de edad, el pelotero más joven que recibe depósito con el nombre de la franquicia.
El sinaloense se convirtió en el mexicano con más ponches recetados en una Serie Mundial con 13 chocolates, superando los 10 que consiguió Jaime García con San Luis en el 2011.
Jugó su cuarta temporada con los angelinos y en el rol regular dejó marca de 3-0 en ganados y perdidos en 6 juegos, de los cuales fue abridor en dos. Esta postemporada, ganó cuatro juegos y ponchó a 29 rivales.
Es el lanzador más joven (24 años) en salvar un partido que le da la Serie Mundial a su equipo desde Steve Howe, también con la novena californiana, hace 39 años (en 1981).
Es el segundo pitcher en la historia con cuatro triunfos y un juego salvado en la misma postemporada, algo que solo había conseguido Madison Bumgarner para los Gigantes en el 2014.
Urías y Boras
A los 16 años, Urías firmó con Los Ángeles y debutó en las Grandes Ligas a los 19. Tiene el respaldo de su agente Scott Boras, el propietario y presidente de Boras Corporation, que representa aproximadamente a 175 jugadores de beisbol de todos los niveles.
En principio, Boras cuenta que no tenía a corto plazo grandes expectativas para Julio. A lo mucho, los Dodgers le platicaban que los planes con el mexicano incluían un modesto aumento en la cantidad de entradas que podía lanzar.
La paciencia de ambos en el trayecto les da este 2020 la revalorización que esperaban para su posicionamiento. Para la siguiente temporada, Boras tiene argumentos para empujar que los Dodgers hagan a Urías parte de su rotación titular el próximo año.
“Tenemos que empezar a preocuparnos por los lanzadores más jóvenes. Tenemos que asegurarnos de protegerlos. Lo ideal es llevar a un jugador a las Grandes Ligas y hacer que lance 120, 130 o 140 entradas”, mencionó el promotor.
Hace unos meses cuando él se comprometió a pagar los salarios de los jugadores de ligas menores liberados de los equipos por el impacto económico de la pandemia.
«Los datos son muy claros de que si lanzas demasiadas entradas antes de los 24 años, disminuye drásticamente la probabilidad de que lances muchas entradas después de los 30”, explicó Boras.
Y recordó que la mayoría de estos jugadores a una edad temprana “no sienten nada. Se sienten muy bien. Sin quejas. Larry Dierker, Fernando Valenzuela, Dwight Gooden, de generación en generación hay estrellas jóvenes.”
Detalló que “encontramos que la línea divisoria está en 23, 24. Si no pones muchas entradas en tu brazo antes de los 23, puedes ser bastante resistente a finales de los 20 años.”
Boras fue paciente en las etapas más difíciles de Urías; en el 2017, cuando tuvo una cirugía en el hombro izquierdo, a una edad 20 años en la que ya era considerado uno de los mejores lanzadores novatos.
«Tenemos una estrella joven con una velocidad de brazo. Hemos trabajado muy duro para llevar el cuerpo de Julio tan lejos como pudimos, pero aún tiene solo 20 años”, agregó.
Puntualizó:
“Y sabes, con una gran velocidad de brazo como esa puedes crear una lesión. Un pitcher tiene que lanzar y cuando estás actuando tienes que esperar que se desempeñe a su nivel más alto. Esto puede ser producto de su grandeza».
A esa edad, también el equipo registraba que Urías, al pesar 97 kilogramos, necesitaba un programa especial para bajar de peso. Pasó una semana en el Instituto de Entrenamiento Deportivo del agente Scott Boras en Newport Beach, con el personal médico y de acondicionamiento.
La relación entre Boras y Urías tiene ahora los resultados de la combinación paciencia y trabajo.
Palabras de su larga alianza.
Récord de ventas
La explosión de júbilo de los Dodgers, desde el pasado martes, se traslada también a su merchandising: tan solo ocho horas después de haber levantado el trofeo de la Serie Mundial 2020, rompieron un récord de ventas de mercancías en Fanatics, superando a los Cubs (MLB), Lakers (NBA) y Eagles (NFL), según confirmó Michael Rubin, presidente ejecutivo de dicho portal.
Donde, por cierto, Urías y González fueron relegados.
Los productos de los angelinos aumentaron de precio hasta 10 veces en el sitio web, donde una camisola que costaba 359.99 dólares (7, 651 pesos, aproximadamente), antes del título, ahora se cotiza en 3, 499.99 (74, 393 pesos).
El artículo más caro es también una camisola, pero enmarcada y autografiada por al menos seis jugadores, que vale 4,149.99 dólares (88, 209 pesos). Este producto es el segundo de mayor precio que se oferta en Fanatics en la categoría de Serie Mundial. El número uno sigue siendo una pelota del Clásico de Otoño del 2019 con 16 firmas de los campeones de esa edición, los Nationals.
En el Top 10 de productos más caros de la categoría de Serie Mundial de Fanatics se ubican cuatro artículos de los Dodgers (2 camisolas y 2 bats), mientras que en la categoría de jugadores con más productos vendidos se encuentran Mookie Betts, Clayton Kershaw, Cody Bellinger y Corey Seager.
Unas botas de Betts cuestan 2, 999 dólares (63, 745 pesos), aunque fueron usadas por el jugador cuando era parte de los Red Sox en 2019; por el contrario, la pieza más barata con el logo de Dodgers Champions es una calcomanía de 4.99 dólares (106 pesos).
Los mexicanos campeones de la Serie Mundial 2020 no figuran en los productos de Fanatics. Solo Urías solo aparece en un collage de estrellas cosidas que vale 49.99 dólares (1, 062 pesos).
Kevin Goldin, fundador de Goldin Auctions, reveló que la bola del último ponche en el juego 6, que definió la victoria de los Dodgers, tiene un valor de 250,000 dólares, aunque es la mitad del precio de la última bola jugada durante la Serie Mundial del año pasado, que alcanzó un costo de 500,000 dólares.
“Una pelota de beisbol usada en un juego tendrá más valor que una pelota nueva si la pelota fuera significativa para cierto jugador que firmó esa pelota”, describió Rich Altman, propietario de Hollywood Collectibles a Flipsy, portal especializado en encontrar el valor de artículos de colección.
Este mismo sitio asegura que empresas expertas en cotización como Beckett y SGC dan el precio de un producto de acuerdo a cuatro características: calidad y condición, exclusivas, rareza y deseabilidad, importancia histórica y autenticidad.