AP. Inglewood, Estados Unidos. 14 de enero de 2022.- En un escenario construido para campeones, los Rams de Los Ángeles alzaron con la joya de la corona: el trofeo del Super Bowl.
Requirió de una quirúrgica ofensiva de 79 yardas, coronada por la recepción de una yarda de Cooper Kupp con 1:25 en el reloj, para sellar el domingo una victoria 23-20 sobre los Bengals de Cincinnati. Los Rams conquistaron su primer campeonato de la NFL desde la temporada de 1999 — el primero como representantes de Los Ángeles desde 1951.
“Lo que estos jugadores acaban de hacer es fenomenal”, dijo Sean McVay, quien con 36 años se convirtió en el entrenador más joven en ganar un Super Bowl. “Tomaron la iniciativa y lo ganaron”.
Lo hicieron en su feudo, el SoFi Stadium que costó 5.000 millones de dólares, con lo que los Rams se convirtieron en el segundo anfitrión consecutivo que se consagra luego que Tampa Bay fuera el primero hace un año.
“En cuanto a la construcción de este este estadio, creo que resultó ser lo atinado”, dijo el dueño de los Rams Stan Kroenke, el responsable de traerles de San Luis en 2016.
La ofensiva culminante, en la que cual el touchdown de Kupp mediante una recepción de 4 yardas fue anulada por una serie de penalizaciones, culminó cuando el mejor jugador ofensivo este año en la NFL superó fácilmente a Eli Apple en el rincón derecho de la zona de anotación, poniendo cifras definitivas.
Kupp — el Jugador Más Valioso del partido — totalizó cuatro recepciones para 39 yardas en la ofensiva del campeonato, incluyendo un acarreo de 7 yardas en 4ta oportunidad y una desde la 30 de los Rams.
Cincinnati fue el equipo con la segunda menor cantidad de penalizaciones (72) y para menos yardas (620) en la temporada regular, pero pañuelos en tres jugadas seguidas les pasaron factura — incluyendo una interferencia a Kupp en la zona de anotación.
“No merezco nada de esto”, dijo Kupp. “Mis compañeros fueron los que me impulsaron, los que me motivaron. Estoy muy agradecido”.
Incluso con esa brillante y fulminante marcha por el Trofeo Lombardi, el temido quinteto defensivo de los Rams marcó la diferencia. Liderados por Aaron Donald y Von Miller, derribaron a Joe Burrow en siete ocasiones, un récord del Super Bowl. Maniataron a la ofensiva de Cincinnati tras un ráfaga de 22 segundos al inicio del segundo tiempo que puso a los Bengals arriba.
Apropiadamente, Burrow se dio acechado en 4ta y 1 y lanzó un pase incompleto para desatar el festejo en esta ciudad, no visto desde que los Raiders se coronaron en 1983.
“Era algo que quería con tantas ganas. Yo soñé esto”, dijo Donald sollozando.
Los 10 puntos anotados al umbral del tercer cuarto adelantaron a Cincinnati por primera vez. La anotación de 75 yardas de Tee Higgins puso el marcador 17-13 y, una jugada después, Chidobe Awuzie interceptó un pase. Evan McPherson empató el récord de Adam Vinatieri en la postemporada al hacer bueno su 14to gol de campo, una patada de 38 yardas.
Higgins superó al estelar cornerback Jalen Ramsey en la primera jugada del segundo tiempo — con el receptor sujetando claramente el casco de Ramsey en la jugada. Después que Matthew Stafford fuera interceptado, los Bengals añadieron tres puntos gracias a McPherson.
Pero no pudieron preservar la ventaja.
Los Rams zarandearon sin piedad a Burrow, con Donald y Miller apuntándose un par de derribos cada uno.
Y el toque final fue el avance de 15 jugadas en el que Kupp fue el gran protagonista.
“Lo que buscamos fue estar siempre al acecho y presionarles lo máximo posible”, dijo el entrenador de los Bengals. “A veces funcionó y en otras no”.
Kupp se llevó los laureles del MVP, pese a que recibió marca adicional luego que Odell Beckham Jr. — el otro receptor — salió lesionado al final del segundo cuarto por una lesión en la rodilla.
Los 70.048 espectadores en el estadio inaugurado en 2020 rugieron cuando The Rock presentó a los equipos. Los fanáticos de los Bengals, mucho más ruidosos que sus contrapartes de los Rams, se entonaron primero cuando Trey Hendrickson derribó a Stafford para obligar al despejo.
Los seguidores de los Rams temían por pases imprudentes de Stafford, y tuvo un par. Su envío profundo al moverse hacia la izquierda fue interceptado en la zona de anotación por Jessie Bates III al final del primer tiempo. En su segunda intercepción, el novato Ben Skowronek nada más pudo desviarlo – a a las manos de Awuzie.
Aparte de un gol de campo de 41 yardas de Matt Gay en el tramo final del tercer cuarto, el partido fue un monólogo defensivo hasta los Rams prendieron motores para ganarlo.
Beckham, quien se incorporó a los Rams en la Semana 10 tras ser exiliado de Cleveland, le ganó con facilidad las espaldas a Mike Hilton para atrapar un pase de anotación 17 yardas en tercera oportunidad.
La primera anotación de Kupp, también en tercer down, fue con un pase corto de Stafford que transformó en ganancia de 20 yardas cuando Jessie Bates III no pudo darle alcance en la tacleada. No fue la única acción torcida de los Bengals, saliéndoles caro al final.