Tres endemoniadas palabras atenazan a México: el quinto partido
-
Imposibles de exorcizar, atormentan históricamente al Tri
-
En siete Copas del Mundo consecutivas México ha superado la fase de grupos
-
Y ahí empiezan los problemas, según The New York Times
-
NYT agorero del desastre del Tricolor
-
Análisis previo a la derrota 1-2 ante Argentina
Periodistas Unidos/Balón Cuadrado. Ciudad de México. 26 de noviembre de 2022.- Ronda de nuevo el fantasmal, inalcanzable, endemoniado, maldito, quinto partido del Tri.
De todos los países que juegan futbol en el mundo —y hay bastantes— solo dos pueden ufanarse de superar la fase de grupos en las últimas siete Copas del Mundo, analiza en un amplio artículo The New York Times, fechado en Doha, previo a la victoria 2-0, hoy, de Argentina sobre México en el mundial de Qatar.
Y llama más la atención porque el balompié suele ser irrelevante en su línea editorial.
Uno de los equipos, agrega, es el de Brasil.
El otro podría resultar un poco sorprendente:
México.
Después de ese éxito inicial, la fortuna de ambos equipos se ha bifurcado.
Brasil, pentacampeón, ha llegado a la ronda de eliminación en cada una de las Copas del Mundo desde 1994, ganado dos finales y jugado en una tercera.
¿México?
Cada vez que llegó a octavos de final perdió sin demora el siguiente partido y se fue a casa.
Ese legado de la derrota en el cuarto juego del Tri, ha creado una enorme presión y críticas en México, y en ocasiones una relación tóxica entre el equipo y la prensa nacional.
Mas hay dos palabras que atormentan a los futbolistas mexicanos y a los seguidores por igual: el quinto partido, analiza en un artículo –que habría de ser agorero del desastre, por el resultado adverso de hoy–, firmado por James Wagner, periodista deportivo.
“Siempre hay esa presión de la gente que siempre está hablando de ‘ese quinto partido, ese quinto partido’ y se te mete en la cabeza”, narró en una entrevista este año Carlos Vela, un delantero que representó a México en los Mundiales de 2010 y 2018.
En la cancha, comentó Vela, no pensaba en ese maleficio.
Pero antes de los partidos de la Copa del Mundo, en especial camino a la ronda de eliminación, dijo que escuchaba comentarios sobre “el juego que nunca podemos pasar”.
“En la mente de todos y en las pláticas siempre está ahí”, continuó. “No sé si nos afecta o no, pero está ahí y se habla de eso. Vas a una entrevista y siempre se pregunta”.
México pronto volverá a escuchar ese runrún conocido en Qatar. Empató su primer juego, contra Polonia, pero su grupo está completamente indefinido luego de que una inesperada Arabia Saudita derrotó a Argentina el martes.
Hay mucha esperanza de que este año, al fin, sea distinto.
“Tenemos todo”, concedió Raúl Jiménez, un delantero que participa en su tercer Mundial seguido.
Mencionó que, durante todo su tiempo en el cargo, el entrenador de la Selección Mexicana, Gerardo Martino, conocido como Tata, ha estado sometido a críticas punzantes desde fuera del equipo, al igual que todos los líderes del equipo en este periodo.
“Llevamos cuatro años ya con Tata”, reflexionó Jiménez, de 31 años, jugador de los Wolverhampton Wanderers en Inglaterra.
“Lo conocemos bien, su estilo de juego y lo que quiere que hagamos. Simplemente es ponerlo en marcha en la cancha y ganar el cuarto partido”.
Si tan solo fuera así de sencillo. Los seleccionados y ex seleccionados mexicanos a los que se les preguntó por qué ha sido tanto problema ganar ese cuarto partido se enfocaron en dos asuntos:
La mentalidad del equipo y una mala sincronización.
“No hemos sido fuertes mentalmente en momentos decisivos e importantes”, reconoció el ex delantero Luis Hernández, que anotó cuatro goles para México en la Copa del Mundo de 1998.
“El talento está ahí, la voluntad está ahí, la preparación está ahí. Pero falta ese último poquito”.
Héctor Herrera, un mediocampista que ha jugado en tres Copas del Mundo seguidas para México, dijo que a la selección nacional le faltó “un poquito de suerte y mentalidad” durante su más reciente colapso mundialista.
En 2018, México derrotó a Alemania y Corea del Sur en los primeros dos partidos de la fase de grupos, encendiendo la emoción entre los aficionados que esperaban que ese fuera al fin su año.
Pero en el partido de cierre de la fase de grupos México se desmoronó y perdió 3 a 0 frente a Suecia, que ganó el Grupo F. México avanzó a la ronda de 16 solo porque Corea del Sur derrotó a Alemania.
Pero al acabar segundo en el grupo, en lugar de primero, México terminó con un oponente más difícil en la ronda de eliminación: Brasil. El Tri salió del torneo con una derrota 2-0. Suecia acabó por enfrentar a Suiza y vencerla 1-0.
“El equipo mexicano tiene talento y calidad y otras selecciones nacionales nos respetan”, elogió Guillermo Ochoa, el histórico guardameta de México que esta semana se convirtió en un jugador inusual, al participar en cinco Mundiales.
“Pero tenemos que jugar el partido perfecto en el momento ideal”. Ochoa agregó que la falta de atención a los pequeños detalles —la distracción en un saque de banda, un lapsus defensivo momentáneo, un pase desviado— “nos han costado mucho”.
En otros casos, México simplemente tuvo malos sorteos y quedó emparejado con potencias futbolísticas: Argentina (2006 y 2010), Países Bajos (2014) y Alemania (1998). Su racha de eliminaciones en la segunda ronda empezó en 1994, al perder contra Bulgaria, pero ese equipo avanzó y llegó a las semifinales.
Lo más cerca que ha estado México de romper esa racha, dijo Ochoa, fue durante la Copa del Mundo de 2002. Había ganado en su grupo con 7 puntos luego de imponerse ante Croacia y Ecuador y empatar con Italia.
Así que mientras que a Italia, segundo del grupo, le tocó Corea del Sur, México acabó en un partido de rivalidad contra Estados Unidos. Perdió 2 a 0.
Hernández, que fue suplente para México en esa Copa del Mundo, comentó que el equipo había fallado al subestimar a un oponente conocido al que había derrotado con regularidad. “Faltó mentalidad”, dijo.
“Faltó liderazgo. Nos faltaron muchos detalles. Lo merecíamos perder porque no respetamos al rival de los Estados Unidos”.
No es como que México no haya tenido éxito mundialista. Después de todo, es un participante habitual y llegó a cuartos de final en 1970 y en 1986. Pero, esos dos torneos, jugó de local.
Ha sido más difícil igualar la hazaña lejos de casa.
“No sé en qué punto si dijéramos hacer esto cambiaría nuestra historia”, afirmó Herrera, de 32 años, que juega en Estados Unidos con el Houston Dynamo.
“Porque si supiera ya lo hubiera dicho”.
Al entrar a esta Copa del Mundo, Martino y sus jugadores han enfrentado un amargo escepticismo del público que ha sido condicionado a esperar otro final decepcionante.
Luego de cada derrota —y el equipo empezó el ciclo de clasificación con un pobre desempeño— los aficionados y comentaristas mexicanos han pedido que se despida a Martino a pesar de que en general tiene un historial de victorias. Sus antecesores soportaron el mismo trato.
“No hay ningún país en el mundo que ponga tanta presión sobre el entrenador de su selección nacional. Ninguno”, aseveró el colombiano Juan Carlos Osorio sobre México antes de entrenar a su selección en la Copa del Mundo de 2018.
Martino, de 60 años, argentino, ha expresado un sentimiento similar y a lo largo de este año ha rechazado las preguntas que percibe como negativas y cuestionado el relato en torno a su equipo.
Durante una conferencia de prensa el día previo al encuentro de apertura del martes en el que México enfrentó a Polonia, a Martino se le preguntó por la falta de intensidad del equipo. Cuestionó la premisa.
Ochoa, de 37 años, dijo que la cobertura del equipo era “un show” y, añadió, “ya ni siquiera hablamos del deporte”.
Vela, de 33 años, agregó:
“Es tanta la pasión en México que se pierde un poco la realidad. La gente solo quiere verte ganar y ganar con muchos goles y pasar por encima de todos. Si no, empiezan a querer correr a alguien”.
En un esfuerzo por mejorar el enfoque de la mentalidad del equipo antes de la Copa del Mundo anterior, la federación mexicana y Osorio contrataron “un entrenador mental” previo al viaje a Rusia.
Al preguntarle si había sido de ayuda, Vela retó:
“No pasamos, saca tú la conclusión”.
Hirving Lozano, un delantero que juega para el Napoli en Italia, dijo que pensaba constantemente en el hecho de que México no lograba ganar un partido en la fase de eliminación.
En lugar de esconderse de ese historial, Ochoa dijo que era importante abordar el tema “sin miedo”.