Claudio Isaac y su lucha

Por Humberto Musacchio

Por Humberto Musacchio

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 10 de diciembre de 2024.- Falleció Claudio Isaac, hombre de múltiples talentos, amable y ajeno a toda petulancia, pese a que fue un escritor de buena pluma, un cineasta celebrable y un pintor que hubiera sobresalido si una feroz modestia no lo hubiera atado. Guadalupe Alonso, quien lo entrevistó, cita que él le confesó su “apocamiento y franco temor a la aventura de la vida”, lo que suele ocurrir a muchos hijos de padres célebres, y Alberto Isaac, su progenitor, fue durante varias décadas todo un personaje como caricaturista espléndido y audaz en una época de censura feroz y como cineasta ganador de 11 arieles y nominado al Óscar en 1969 por el filme Olimpiada en México, que recoge la intensa rechifla que se llevó Gustavo Díaz Ordaz al inaugurar los juegos de 1968. En fin, que Claudio entendió la vida como una dura cuesta que, pese a todo, escaló con decisión, pues a los 22 años dirigió su primera película, Crónica íntima, y le debemos, entre otras obras de mérito, libros como Luis Buñuel: a mediodía, un intenso acercamiento al genio de Calanda, y Cenizas de mi padre, del que Eliseo Alberto dijo que era “un golpe en corto, duro y seco”.

GRITÓN GUARDÓ SILENCIO

Luego de una vida de creatividad y lucha social, murió Antonio Ortiz Gritón en la Ciudad de México, donde nació en 1953. Físico de profesión, dicen Gloria Muñoz y Luis Hernández Navarro que para Gritón fue determinante la lectura del libro Helo aquí que viene saltando por las montañas, del escritor polaco Jerzy Andrzejewsky, tremenda crítica al esnobismo artístico y a varias cosas más. De ahí, quizá, la pintura de nuestro artista, que muestra su repelencia a las formas establecidas para crear mundos en los que todo parece fuera de orden, como la vez que en compañía de Gabriel Macotela y Demián Flores fue a pedir audiencia al Palacio Nacional en nombre de Benito Juárez, a quien llevaban representado en una imagen de cartón. ¿Locura? Tal vez, pero de la buena, de esa que algunos artistas hacen suya para representar lo absurdo del mundo.

REEDITAN LEXICÓN DEL COLMEX

El Colegio de México anuncia la reedición del Diccionario del español de México, obra dirigida por Luis Fernando Lara. Sobra decir que es el más ambicioso proyecto lexicográfico emprendido en nuestro país, el que ahora aparece aumentado con 34 mil palabras, como chivear, que se emplea en el habla común desde hace muchas décadas. Pero hay otros términos como bulear o millenial, que son de uso limitado a un sector social, y ya se sabe que mientras la sociedad no santifica una expresión, esta suele desaparecer al cabo de pocos años. Durante mucho tiempo se señaló, cada vez que era reeditado el lexicón de la Academia Española, que éste no incluía palabras de uso común, pero ahora, dicho Diccionario se ha convertido en un bote donde cabe toda clase de basura. Hay que celebrar la nueva edición de la citada obra del Colmex, pero lo recomendable es hacer un buen barrido de obras similares. Por su parte, la Academia Mexicana de la Lengua, que por cierto no admitió a Luis Fernando Lara como miembro, lo más que ha llegado a publicar es un Diccionario dizque de mexicanismos, con terminajos como corn flakesbox spring y otros que solían emplear mayas y mexicas desde antes del arribo de Cortés.

SINFONÍA DEL RUGIDO PUMA

Antier sábado, en la Sala Nezahualcóyotl, la Filarmónica de la UNAM, dirigida por Iván López Reynoso, estrenó 1954: Sinfonía de la pasión auriazul, de Rodrigo Valdez Hermoso, la que rinde homenaje a los 70 años de existencia del equipo de futbol de los Pumas. Esperemos que eso lleve público juvenil a la sala de conciertos, pero nos permitimos sugerir que Difusión Cultural encargue una sinfonía dedicada a los profesores de la institución y, por supuesto, otra a los investigadores, pues la UNAM es nuestro principal centro de renovación de la ciencia.

¿Se podrá?

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Easysoftonic