Voilá Paris. Una historia de Josephine Baker

Por Andrea García

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 01 de febrero de 2023.- Saber que el teatro, hoy, está más vivo que nunca me llena de gozo, tuve la oportunidad de entrevistar a una gran dramaturga, quien ha hecho del teatro una herramienta para visibilizar la vida de las mujeres que nos obligaron a olvidar, porque parece que solo merecen ser nombradas en la medida de un hombre. Gilda Salinas, nos demuestra a través de su reciente trabajo llamado “Voilá París. Una historia de Josephine Baker”, que las mujeres tienen voz propia y con esa voz, revientan mareas.

-E: Me gustaría que comenzáramos hablando sobre el equipo que conforma Voilá Paris.

-Gilda: Bueno, mira el proyecto empezó hace 6 años cuando descubrí que Josephine Baker era un personaje muy teatral porque es maravillosa, pero al mismo tiempo tiene unas cargas dramáticas muy fuertes […]. Cuando empecé con Josephine busqué a Sandra Galeano (actriz uruguaya) y le dije: ¿Oye, quieres entrarle a esto? Sandra, no la conocía y se puso a leer sobre ella e inmediatamente me dijo, soy yo ¡Maravilloso! En sus inicios el proyecto se desinfló porque no encontramos un equipo y mi situación en aquel tiempo no estaba para armar una obra; sin embargo, después las cosas se acomodaron y conocimos a Fanny Sarfati, quien  además de ser una magnífica actriz, tiene también muchas tablas dirigiendo teatro. Entonces tomé una serie de decisiones y le mandé “Voila Paris”. Antes Fanny me había comentado que había un concurso en la Asociación de Críticos de Teatro y le entré. Fue una gran sorpresa saber que había ganado, estábamos en el teatro: Silvia Pasquel, Karina Dupré y otras compañeras. Nos pasaron al escenario y me dijeron que había ganado. De verdad fue una gran sorpresa. Ya con ese premio yo dije: ¿Por qué no nos aventamos y llevamos al escenario la historia de Josephine Baker? Cuando Fanny dijo sí, eso fue la luz verde y ella comenzó a convocar a un grupo de teatreros como Carlos Mendoza que es un excelente escenógrafo e iluminador […], una vestuarista sensacional, una asistente de dirección que se llama Alicia que también es buenísima, muy cuidadosa, hace toda la chamba de la parte técnica. Después comenzamos a buscar otros enlaces para tener una persona de relaciones públicas, buscar un teatro, etc. Resultó que la mayoría somos mujeres, hemos sido muy solidarias unas con otras, nos hemos acoplado perfecto.

-E: Tuve la oportunidad de ver a Sandra Galeano en el personaje de Josephine Baker y es excepcional. No es solo ir a ver una interpretación, porque ella tiene el talento de llevarte mucho más allá; es decir, te conviertes en un compañero de emociones y sentimientos de la propia  Josephine Baker. ¿Cuéntanos quién fue Josephine Baker? Para todas aquellas personas que aún no la conocen.

-G: Era de origen norteamericano, nació en St. Louis, Missouri, se fue a Chicago, se fue a Nueva York y ahí la descubrieron como cómica porque hacía muchos visajes, -como decía mi abuelita (entre risas)- se la llevaron en un equipo que quería exportar los bailes de moda y que pertenecía a la esposa del Agregado Comercial de Estados Unidos en Francia. Empezaron a montar bailes, obras, etc. Una persona francesa, descubre a Josephine Baker porque era maravillosa y llamaba mucho la atención: primero porque tenía un cuerpo escultural; segundo, porque tenía una risa encantadora y tercero, porque ella encontró una manera muy particular de peinarse. Inmediatamente la quiere tomar para hacer otros espectáculos donde fuera ella la estrella. Josephine decide quedarse en Francia y se encontró muy a gusto, porque resultó que el público no solo la aceptó, sino que la admiró. Una joven de veintipoquitos años que ganaba más y que era la más fotografiada de la época […]. Después busca tener hijos, pero su cuerpo nunca se lo permitió, entonces empieza a adoptar niñitos de la misma edad, de diferentes nacionalidades y hace la tribu del arcoíris […]. Ella hizo circo, maroma y teatro para mantener a sus hijos. Cuando vino la Segunda Guerra Mundial se sumó a la resistencia como francesa […]. Fue condecorada con la medalla de la legión de honor y por ahí se dice, no está comprobado, que quisieron envenenarla y a causa de eso, tuvo unas repercusiones físicas ¡No se puede ya saber! Pero dejó una herencia muy importante.

-E : Oye, Gilda. No se le reconoce tanto por eso, pero Josephine Baker también fue ícono queer.

-G: Sí, es verdad. También tuvo dos que tres experiencias con mujeres. La más sabida fue con una mujer que era la más “irresistible” de la época porque anduvo con todas las que quiso. Creo que todo este conjunto de cualidades, de dones, de simpatía y de humanidad se representa en Josephine Baker y por eso vale la pena conocerla.

-E: Me gustaría saber, ¿Cuál es el hilo conductor de esta obra? y ¿Qué podemos esperar?

-G: Bueno, primero conocerla, después darnos cuenta de que hay cosas todavía que trabajar para dejar del lado el racismo y el clasismo, porque todos los seres humanos tenemos las mismas posibilidades […]. Con decirte que ya cuando era la estrella importante que era, viajó a Estados Unidos y la levantaron de un lugar para sacarla y así fue como conoció a Grace Kelly; en el momento que quisieron correrla dijo: si ella no se queda, yo tampoco. Y se fueron […].

-E: Y ya para cerrar esta entrevista. Muchas veces hablamos sobre los retos que implica una obra de teatro. A veces se nos olvida disfrutar el proceso de construir una puesta en escena ¿Qué es lo que más has disfrutado en este camino en “Voilá Paris”?

-G: […] Imagino siempre al personaje, imagino lo que siente, lo que Josephine podría decir ante un hecho. erlo después en el escenario es una magia. En cuanto al proceso; por ejemplo, el ensayo que tuvimos en diciembre como producto final, me maravilló. Porque ya no estaban mis palabras ahí, ya no eran mías, eran las palabras de Josephine, las de su hijo y de sus maridos. Ya no estaba viendo el producto de mi trabajo, sino el producto del equipo […]

-E: Bueno, fue un placer hablar contigo Gilda. Muchísimas gracias por habernos concedido esta entrevista.

No te pierdas esta gran puesta en escena y descubre el material con el que están hechos los sueños y el esfuerzo de muchas mujeres que les importa revivir la voz de Josephine Baker. La cita es el 24 de febrero y todos los viernes del mes de marzo a las 20:30 en Un Teatro. Consigue tus boletos en la plataforma de https://www.unteatro.org/, costo en línea $370.

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