AP. Kiev, Ucrania. 09 de junio de 2022.- Desde el frente de batalla en Ucrania surge un rap lleno de furia e indignación, expresión de una generación que nunca se olvidará y posiblemente nunca perdonará a los invasores rusos.
Los versos son obra de Otoy, un soldado voluntario ucraniano, antes rapero, que escribe la letra bajo el cañoneo ruso, a veces en su celular con la luz baja para no atraer la atención. El acto de componer canciones le ayuda a aliviar el estrés del combate.
“Mientras los soldados rusos beben vodka, nosotros hacemos música”, dice el rapero de 23 años de edad, cuyo nombre verdadero es Viacheslav Drofa y que ni siquiera sabía que era capaz de matar a alguien hasta que apuntó su rifle hacia un soldado ruso y apretó el gatillo.
Una de las ironías de la invasión lanzada el 24 de febrero por el presidente ruso Vladimir Putin es que la estela de destrucción está fomentando precisamente lo que Putin quería extinguir: una intensa ola de nacionalismo ucraniano forjada en la sangre de miles de muertos y de la miseria de millones que han perdido a sus seres queridos, sus viviendas, sus fuentes de sustento y su paz.
Así como muchos franceses fueron incapaces de perdonar a Alemania tras las invasiones de las dos guerras mundiales, muchos jóvenes ucranianos albergan un intenso rencor hacia Rusia después de tres meses y medio de invasión.
En Francia, la animosidad hacia los alemanes perduró por más de una generación. Fue apenas en 1984 — cuatro décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial — cuando el líder francés François Mitterrand y el líder alemán Helmut Kohl pudieron darse la mano frente a un monumento en Francia para honrar a los caídos de la Primera Guerra Mundial.
En Ucrania, la generación nacida después de que el país se independizó de la Unión Soviética en 1991 dice que no puede imaginar otro sentimiento que el de repudio hacia Rusia por el resto de sus vidas.
Las canciones de Otoy — cuyas letras contienen groserías dirigidas hacia Rusia y descripciones desgarradoras de la guerra — emanan del corazón: Perdió a su hermano mayor en el asedio ruso contra la planta siderúrgica de Azovstal en el puerto de Mariúpol.
Sin embargo, las canciones son apenas una de muchas expresiones de furia de la nueva generación ucraniana. También proliferan las obras de arte, los tatuajes, los hashtags y memes en internet y las campañas para recaudar fondos a favor de Ucrania.
En “Enemigo”, una de las canciones que Otoy compuso en el frente de batalla, se dirige así a los invasores: “Lo que nos causan no es miedo sino náuseas, porque huelen mal incluso cuando su corazón todavía late. Aquí les esperan más balas a ustedes los pecadores”.
Se imagina una conversación con la viuda de un soldado ruso: “A ver, Natasha, ¿dónde está tu marido? Está hundido boca abajo en un lodazal. Natasha, tu marido no volverá”.
Hay otras expresiones artísticas de furia hacia Rusia entre los jóvenes ucranianos.
Por ejemplo, la banda de rock pesado Surface Tension tiene una canción llamada “Los mataremos a todos” que dice: “Bailaremos sobre sus huesos, sus madres no vendrán por ustedes”. El tema, sembrado de improperios, ha acumulado más de 59.000 vistas en YouTube desde que fue colocado allí el 5 de abril.
Iryna Osypenko, de 25 años, estaba entre el público en un festival de música para recaudar fondos para la guerra en Kiev la semana pasada, donde Otoy ofreció una actuación iracunda. Entre lágrimas, Osypenko narró cómo las reservas que inicialmente tenía sobre la invasión rusa poco a poco se convirtieron en furia.
“Los odio y, lo siento, pero eso nunca cambiará”, expresó la joven. “Se lo explicaré a mis hijos y espero que ellos se lo expliquen a los suyos”.
Otoy dice que si algún día tiene hijos, hará lo mismo. “Les diré que los rusos mataron a mi familia, mataron a mis hermanos, a mis hermanas, bombardeando nuestros teatros, nuestros hospitales”.
“No es simplemente que no me gusta Rusia, es que la odio, odio a los rusos con todo mi ser”, expresó en su apartamento en Kiev, donde graba sus canciones y guarda su equipo de combate.
“Si tuviera la opción de salvarle la vida a un perro o a un soldado ruso, salvaría al perro”, añadió.
Su hermano mayor, Dmitry Lisen, está desaparecido, probablemente muerto en la planta siderúrgica de Azovstal en Mariúpol. Era un soldado en el Regimiento Azov, uno de los que resistió tenazmente a la ofensiva rusa durante tres meses, convirtiéndose en símbolo de la resistencia ucraniana
Otoy dedicó su canción “Encuentra a mi país” a los defensores de Azovstal y la escribió en inglés “para que me entienda la gente de todo el mundo”.
En el video en YouTube, Otoy sale vestido de uniforme militar y empuñando un fusil, cantando: “Esta es mi tierra, mejor váyanse de aquí. Cómo extraño esos viernes de besos, atardeceres, la noche en vela. Ahora somos soldados”.
Uno de sus deberes en tiempos recientes es el de recibir a víctimas de Azovstal en un hospital militar. Su hermano sigue desaparecido.
Al mismo tiempo, sigue componiendo canciones en repetidos viajes para entregar municiones a las fuerzas ucranianas en el este del país, donde se libran encarnizadamente los combates desde que Rusia desistió de su intento de tomar Kiev.
Sus canciones hablan de la vida en el frente de batalla, la solidaridad entre la tropa, las dificultades de los civiles en la guerra y la lucha por la libertad de Ucrania. El miniálbum, dice, “huele a guerra”.
“Yo he estado realmente acostado en el suelo en medio del bombardeo y del cañoneo”, expresó. “He sentido el olor de las bombas, de los cadáveres, el polvo, la sangre, todo eso. Mis canciones, creo, son la mejor manera de expresar mi odio”.