Foto: Matt Rourke / AP
AP. Filadelfia, Estados Unidos. 14 de marzo de 2021.- A la espera de obtener el permiso de residencia en Estados Unidos, una mujer vive con miedo, temerosa de ser deportada y de posibles represalias luego de testificar contra los hombres que asesinaron a su novio a quemarropa cuando buscaban dinero por la venta de droga.
La mujer, que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato, dice que vale la pena soportar el miedo. Y esto es porque en Estados Unidos, donde lleva 20 años viviendo desde que expiró su visa de visitante luego de escapar de la guerra civil en su natal Liberia, puede trabajar y enviar dinero a su hijo.
“Las oportunidades de aquí no están en mi país”, dijo la mujer de 55 años. “Todos dependen de mí… Es por lo que trabajo, para ayudar a mi familia”.
Su última esperanza de permanecer en el país es la visa U, otorgada a víctimas o testigos de delitos graves que pueden ayudar a la autoridad a resolverlos.
Pero el programa es disfuncional, dicen los defensores de los inmigrantes, porque deja a los solicitantes esperando años por una decisión, a veces sin permiso para trabajar o protección contra la deportación. Después de que la administración de Donald Trump facilitó la deportación de los solicitantes de la visa U, ahora esperan la ayuda del presidente Joe Biden, quien respalda cambios en las principales leyes de inmigración y cuyo debate iniciará esta semana en la Cámara de Representantes.
Muchos solicitantes son mujeres y niños que han sufrido abusos. Creado en 2000, el programa de visas U se incluyó en una legislación más amplia para combatir la trata de personas y la violencia contra las mujeres.
Los defensores han buscado cambios durante años, diciendo que el enorme retraso (más de 160.000 casos, según datos federales) y la falta de protección contra la deportación durante el proceso han debilitado la eficacia de la visa U.
“Estas personas han cumplido su parte del trato y le pedimos al gobierno que cumpla la promesa que le hicieron a estas víctimas”, dijo David Freedman, un abogado de la firma Barley Snyder en Pensilvania que ayuda a las personas con casos de visas.
La ley federal limita las visas U a 10.000 por año, y los esfuerzos para aumentar el límite han fracasado. El proyecto de Biden y los demócratas busca incrementar el límite anual a 30.000.
“Si bien ese es un comienzo prometedor, aún queda más trabajo por hacer dado el tamaño del atraso”, dijo Amy Cheung, asesora principal de Asista, una organización que apoya a migrantes.
Cuando se toma una decisión, se aprueban un 85% de las solicitudes, lo malo es que hay pocas visas U disponibles.