AP. Kiev, Ucrania. 20 de abril de 2022.- Fuerzas rusas presionaban el miércoles a un persistente foco de resistencia en Mariúpol entre nuevas esperanzas de evacuaciones de civiles en la devastada ciudad portuaria, que es una pieza clave en la nueva campaña rusa por tomar el corazón industrial en el este de Ucrania.
Además de atacar Mariúpol, las fuerzas rusas intensificaron sus combates en un largo frente con forma de arco de cientos de kilómetros, en la región conocida como el Donbás, que alberga fábricas, plantas metalúrgicas y minas de carbón cruciales para la economía ucraniana.
Si tiene éxito, la campaña le dará una necesitada victoria al presidente de Rusia, Vladimir Putin, tras el intento fallido de tomar con rapidez la capital, Kiev, y ante una resistencia mayor de lo esperado en la guerra iniciada hace dos meses.
Tropas ucranianas dijeron que el Ejército ruso había dejado caer grandes bombas para allanar lo que quedaba de una gran planta siderúrgica, que se cree es el último bastión de los defensores de la ciudad, y atacó un hospital que albergaba a cientos de personas.
El Ministerio ruso de Defensa dijo el miércoles que sus fuerzas habían seguido atacando blancos en diferentes lugares de Ucrania y alcanzado 1.053 puntos con artillería y 73 con ataques aéreos. Igor Konashenkov, vocero del Ministerio, también dijo que habían atacado con misiles concentraciones de tropas y vehículos ucranianos en la región de Jersón, en el sur de Ucrania. No fue posible verificar esas afirmaciones de forma independiente.
El Estado Mayor ucraniano dijo en un comunicado que tomar la planta siderúrgica de Azovstal en Mariúpol seguía siendo la principal prioridad de Moscú, aunque añadió que las fuerzas rusas continuaban los ataques en el este y buscaban puntos débiles en la defensa ucraniana.
El asedio a Mariúpol desde principios de la guerra ha dejado en ruinas buena parte de la ciudad del Mar de Azov y causado algunas de las escenas más dramáticas del conflicto, que también ha obligado a más de cinco millones de personas a huir del país.
La viceprimera ministra, Iryna Vereshchuk, señaló que había un acuerdo “preliminar” para habilitar un corredor humanitario para que para mujeres, niños y ancianos salieran de Mariúpol hacia el oeste, a la ciudad de Zaporiyia, controlada por Kiev.
Los civiles en el puerto estratégico sufren una “catastrófica situación humanitaria”, en un comunicado en la app de mensajería Telegram.
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, insta a los ancianos a salir de la ciudad.
“No tengan miedo y váyanse a Zaporiyia, donde podrán recibir toda la ayuda que necesitan — comida, medicamentos, productos básicos — y lo principal, que es que estarán seguros”, dijo en un comunicado emitido por el consejo de la ciudad.
Según Boychenko, en la evacuación se emplearán buses y habrá tres puntos de recogida, uno de ellos cerca de la acería de Azovstal. Muchos operativos previos dependían de que los civiles pudiesen salir en autos particulares luego del fracaso de los esfuerzos por llevar buses a la ciudad.
Boychenko pidió a la gente que ya ha salido de la ciudad que se pusiera en contacto con los familiares que siguen allí y les instara a evacuar. El alcalde dijo que unas 200.000 personas ya han abandonado Mariúpol, donde antes de la guerra vivían más de 400.000 personas.
Vereshchuk había dicho antes que en los tres últimos días no se había acordado una ruta de salida de Mariúpol con Rusia. Moscú no confirmó el operativo de inmediato y envió un nuevo ultimátum a los defensores ucranianos para que se rindieran. Llamadas anteriores a la capitulación fueron ignoradas.
El Ministerio ruso de Defensa dijo que los que se rindieran conservarían la vida y recibirían atención médica. Las tropas ucranianas han reiterado que no se rendirán.
Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente de obstruir las evacuaciones desde la ciudad o de disparar a lo largo del recorrido.
Una clave de la campaña rusa es capturar Mariúpol, lo que privaría a Ucrania de un puerto crucial y completaría la conexión terrestre entre Rusia y la península de Crimea, anexionada de Ucrania en 2014. También liberaría tropas rusas para movilizar a otros puntos del Donbás.
Unos pocos miles de soldados ucranianos, según la estimación rusa, siguen atrincherados en el gran complejo siderúrgico.
El subcomandante del Regimiento Azov, quien se encontraba entre los elementos restantes en Mariúpol, dijo que las fuerzas rusas arrojaron grandes bombas en la metalúrgica e impactaron un hospital “improvisado”.
Serhiy Taruta, exgobernador de la región de Donetsk y originario de Mariúpol, también reportó el ataque contra el hospital, donde dijo que había 300 personas, incluyendo soldados heridos y civiles con niños que se resguardaban.
Las ciudades orientales de Járkiv y Kramatorsk también fueron atacadas. Rusia dijo que había alcanzado con misiles zonas en torno a Zaporiyia y Dnipro, al oeste del Donbás.