AMEXI. Jerusalén. 07 de octubre de 2024.- Un año después de que Hamas lanzó un masivo ataque en el sur de Israel, la guerra sigue sin tregua entre ambas partes, se expandió al Líbano y provocó la intervención de Irán, país que respalda abiertamente tanto a la organización palestina, como a la milicia libanesa Hezbolá.
En un hecho, sin precedentes poco más de mil combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) irrumpieron el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel con el objetivo de atacar bases militares israelíes para frenar sus constantes ataque en Gaza y otros territorios palestinos.
Durante su ofensiva, militantes de Hamas mataron a mil 200 personas y tomaron como rehenes a más de 250, provocando la reacción inmediata de Israel, que intensificó sus bombardeos sobre Gaza y emprendió una incursión militar defensiva, que arrasó con amplías zonas del enclave palestino.
El costo humano de la guerra.
De acuerdo, el ministerio palestino de Salud, en el transcurso del último año, más de 41 mil palestinos han muerto en Gaza, como consecuencia de la represalia israelí, más de la mitad de las víctimas eran mujeres y niños, es decir una persona ha muerto cada dos horas, mientras que 97 mil más han resultado heridas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 6.0% de la población en Gaza ha muerto o ha resultado herida en un año de bombardeos de Israel, muchas personas con lesiones graves, que les causaron incapacidades de por vida, incluidos un sin número de niños.
El conflicto armado también provocó la muerte de unos mil médicos y trabajadores sanitarios y la desaparición de unas 10 mil de personas, las cuales pudieron haber quedado bajos de los escombros de muchas construcciones destruidas.
Las Naciones Unidas (ONU) estiman que 1.9 millones de palestinos de Gaza, la gran mayoría de la población, han sido desplazados durante el último año y están hacinados en refugios o tiendas de campaña abarrotados en la parte sur de la franja.
Además, unas 60 mil personas más, principalmente mujeres y niños, huyeron al Líbano en busca de un refugio seguro, aunque ahora también buscan salir de ahí .
La extensión del conflicto
Sin embargo, la guerra se extendió también al sur del Líbano, debido a los ataques que la milicia chiíta libanesa Hezbolá (Partido de Dios) lanzó contra posiciones militares en el norte de Israel para mostrar su apoyo al pueblo palestino y al Hamas.
Israel y Hezbolá han estado intercambiando fuego y ataques transfronterizos desde el 8 de octubre de 2023, un día después de el movimiento palestino lanzó su sorpresiva ofensiva, sin embargo, una ofensiva a gran escala comenzó el mes pasado, luego de una ola de ataques con antiguos sistemas de comunicación.
Al menos a 37 personas, incluidos dos niños, «perdieron la vida y tres mil 400 personas más resultaron heridas el 17 y 18 se septiembre pasado por la detonación de beepers, radios bidireccionales y otros viejos dispositivos electrónicos, colocados en sitios públicos de la capital libanesa.
Las autoridades libanesas desmantelaron decenas de antiguos dispositivos de comunicación sin explotar al interior de universidades, bancos y hospitales, sin que se sepa cómo, quién los colocó y cómo fueron detonados. Hezbolá afirmó que fueron obra del Mossad, servicio secreto de Israel.
El entonces, líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirmó en un discurso televisado que Israel tenía la intención de matar al menos a cinco mil personas en dos minutos, al detonar miles de buscapersonas (beepers) y walkie-talkies, en un hecho que admitió: fue un “golpe sin precedentes” y amenazó con una respuesta dura.
Los siguientes días, la milicia chiíta intensificó los ataques en el norte de Israel, a los que el país hebreo recrudeció sus bombardeos sobre barrios residenciales de Beirut. Justo en uno de ellos murió Nasrallah el 27 de septiembre pasado, junto con un alto mando de las Guardias de la Revolucionaria Islámica, fuerza de élite de Irán.
La intervención de Irán
El pasado el 1 de octubre Israel intensificó su escalada aérea y lanzó una incursión terrestre en el sur del Líbano, afirmando que sus fuerzas habían cruzado la frontera para atacar posiciones de Hezbolá, lo que provocó la intervención de Irán que lanzó más de 200 misiles contra territorio israelí.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) afirmó que lanzó ataques contra Israel en venganza por los asesinatos de los dirigentes Hamas, Ismail Haniyeh, abatido en ataque el 30 de julio, el de Hezbolá y su comandante, Abbas Nilforushan.
La ofensiva iraní aumentó la tensión en Medio Oriente por las intenciones de Israel de bombardear sitios petroleros y nucleares de Irán, con respaldo de Estados Unidos, aunque el presidente estadunidense Joe Biden rechazó de manera tajante cualquier ataque a las plantas iraníes, pero respaldo su derecho a defenderse.
Pese a los esfuerzos internacionales, principalmente de Estados Unidos, de alcanzar un diálogo para solucionar el conflicto y el llamado urgente del secretario general de la ONU, António Guterres, de un “alto al fuego inmediato”, la guerra sigue, causando muertes a diario.
Israel intensificó sus bombardeos
En vísperas del primer aniversario del conflicto, Israel intensificó este domingo sus bombardeos sobre el norte de Gaza y el sur del Líbano, provocando la muerte de al menos 19 personas, decenas de heridos y aceleró la huida de miles de desplazados, ahora a Siria.
Organismos de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas (ONU) denuncian que la situación está al borde de una “catástrofe humanitaria”, debido el desplazamiento de miles de personas en los últimos días y la grave grave escasez de alimentos, agua potable y suministros médicos.
Más de 1,2 millones de libaneses han sido desplazados por los ataques israelíes y casi dos mil personas han muerto en Líbano durante el último año, la mayoría de ellas en las últimas dos semanas, sin que la guerra tenga tregua…