El hijo de periodista asesinada en Malta: corrupción mata más que la guerra
Foto: Víctor Lerena / EFE
Por Ana Rodrigo
EFE. Madrid, España. 17 de diciembre de 2019.- Matthew Caruana Galizia, hijo de la periodista de investigación Daphne Caruana, asesinada en Malta hace dos años, cree que informar sobre corrupción en un «país mafioso» como el suyo es más peligroso que cubrir una guerra porque, como le ocurrió a su madre, «el periodista está muy solo».
Matthew Caruana, de 33 años, se encuentra en Madrid para apoyar la presentación del informe anual de Reporteros sin Fronteras sobre las agresiones que sufren los periodistas y que este año desvela que, por primera vez, ha habido más asesinatos de informadores en países en paz (el 59 por ciento de los 49 informadores muertos en 2019) que en zonas de conflicto.
«Es más letal investigar la corrupción en mi país -denuncia en una entrevista con Efe- que cubrir un conflicto bélico; los periodistas que cubren la corrupción como mi madre hacen el trabajo de combatir la corrupción que las autoridades no hacen, y, como están solos en esa batalla, están en peligro».
Su madre decía que se sentía muy sola, según Caruana. «Y la verdad era que sí, estaba muy sola en esa lucha, no tenía el apoyo del Estado ni del Gobierno ni de la oposición».
La periodista Daphne Caruana, de 53 años, una bloguera muy combativa, fue asesinada hace dos años al estallar un explosivo en su coche, después de publicar varias informaciones de casos de corrupción que señalaban al Gobierno de Malta.
Su muerte no ha sido investigada, denuncia su hijo, que tuvo que salir del país junto a su hermanos poco después, aunque desde hace un año ha vuelto a vivir en Malta, donde trabaja para llevar a los responsables del crimen ante los tribunales.
Hace unas semanas la investigación del asesinato de la periodista dio un vuelco y originó una crisis política en Malta, donde el primer ministro, Josep Muscat, anunció que renunciará al cargo el próximo enero al estar siendo investigados su jefe de gabinete y varios ministros en casos de corrupción.
Como cerebro del crimen se ha acusado formalmente al empresario maltés Yotgen Fenech, quien ha sido detenido y ha involucrado en el asesinato al exjefe de gabinete de Muscat, Keith Schembri.
UNA RENUNCIA INSUFICIENTE
«Su renuncia (de Muscat) no es suficiente, es un paso adelante, pero pedimos más cosas: que el primer ministro renuncie inmediatamente porque cada día que sigue en el poder es un día más para cambiar algo en la investigación, proteger a su exjefe de gabinete y evitar que tengamos justicia completa», explica Caruana en la entrevista.
Cree que la justicia está aún lejos porque es necesario «un cambio radical» en el sistema para que haya jueces y fiscales independientes. «Tenemos que incendiar al país para que se vea la corrupción como un crimen y para que la gente corrupta en el Gobierno o en los negocios paguen por ello».
«Cuando mi madre publicaba sus reportajes sobre la corrupción, no pasaba nada, el fiscal no hacía nada, la Policía tampoco y eso hacía que se sintiera muy sola y se pusiera aún más en peligro; la gente que estaba investigando empezó a pensar que matándola resolvía sus problemas», opina Matthew Caruana.
Acusa al primer ministro de «facilitar» el asesinato de su madre, al obstaculizar las investigaciones que ella denunciaba.
«Si él hubiera hecho algo para dejar que salieran adelante esas investigaciones y terminaran en los tribunales, tal vez mi madre estaría viva hoy en día, pero el hecho de que él las bloqueara terminó con su asesinato y tenemos claro que eso fue una de las cosas que facilitó el crimen», añade.
INVESTIGACIONES
A través de la fundación Proyecto Dafne, creada por un grupo de periodistas que trabajan con los documentos de la periodista, se avanza en las investigaciones del crimen organizado.
Su objetivo es llegar hasta el final y que el primer ministro «que iba siempre con su jefe de gabinete Keith Schembri -uno de los investigados- cuente todo lo que sabe».
«Él debería explicar ante la justicia exactamente qué sabía; no podemos seguir viviendo como país, ni como sociedad con esa pregunta sin responder», insiste el hijo.
Espera que el Parlamento Europeo y la Comisión Europea se involucren para obligar a su país a investigar la corrupción y el asesinato de su madre. «Nosotros no podemos contar con nuestro Gobierno para la justicia, dependemos de la presión que viene de fuera».
Quiero creer en el cambio tras el relevo del primer ministro, «pero hemos visto que la prioridad de su partido es mantener la estabilidad, y no van a cambiar las cosas para prevenir la corrupción; no quieren el cambio radical que necesita Malta».
UN PAÍS MAFIOSO
Es un país «mafioso», subraya, y para cambiar esa cultura y los sistemas que facilitan el crimen organizado hay que «cambiar muchas cosas» y no cree que la gente que tome el relevo quiera hacerlo, opina este ingeniero informático, que dedica todo su empeño a mantener viva la causa de su madre.
De hecho obtuvo el premio Pulitzer como parte del equipo del escándalo de los papeles de Panamá.
Cree que gracias a la presión internacional y de la sociedad en la calle se ha conseguido «un poco de libertad» para los investigadores que quieran hacer algo en el país.
«Está claro que el partido del Gobierno se ha convertido en un vehículo para el crimen organizado y hacer una investigación completa para acabar con esa red quebraría el partido, por eso no quieren hacerlo; es una lástima -lamentar- porque, si esos nuevos líderes no hacen algo muy serio para limpiar sus formaciones, siempre van a ser vehículos para el crimen organizado».
Y el partido de la oposición «casi no existe, está muerto, nunca hemos contado con él para reclamar justicia, porque tiene casi los mismos problemas que el partido del Gobierno y a su líder también se le relaciona con el crimen organizado», según Caruana.