Líderes asisten a funeral de periodista en Irlanda del Norte
Foto: Liam McBurney / AP
AP. Londrés, Estados Unidos. 24 de abril de 2019.- Los líderes de Gran Bretaña e Irlanda se unieron el miércoles a dolientes que vestían bufandas de Harry Potter y camisas de superhéroes de Marvel en el funeral de Lyra McKee, la periodista que murió de un disparo durante los disturbios en Irlanda del Norte la semana pasada.
La primera ministra británica Theresa May, el primer ministro irlandés Leo Varadkar y el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, se encontraban entre los cientos de personas que recordaron la vida de una joven cuya muerte a causa de los disparos de grupos violentos conmocionó a una región que por lo general está afectada por la violencia.
El líder del Partido Laborista del Reino Unido, Jeremy Corbyn, y los líderes de los partidos políticos católicos y protestantes de Irlanda del Norte también asistieron a la misa en la Catedral de Santa Ana en Belfast. Algunos de los familiares y amigos de McKee llevaban objetos de Harry Potter y Marvel en homenaje a la pasión que ella sentía por esos mundos ficticios.
McKee, de 29 años, murió el jueves mientras cubría los disturbios en la ciudad de Londonderry. Las autoridades detuvieron a dos adolescentes y a una mujer de 57 años, pero luego los puso en libertad sin presentarles cargos.
El grupo disidente republicano Nuevo IRA se declaró responsable de la muerte, que según el subjefe policial Mark Hamilton fue resultado de un «acto terrorista».
El Nuevo IRA se disculpó, diciendo que a McKee fue alcanzada por una bala «mientras estaba de pie junto a las fuerzas enemigas», en referencia a la policía.
El IRA y la mayoría de los demás grupos paramilitares se han desarmado desde el acuerdo de paz de Irlanda del Norte de 1998, pero un pequeño número de disidentes se negaron a abandonar la violencia, y han atacado a la policía y a los responsables de las cárceles mediante atentados con bombas y ataques a disparos.
El Nuevo IRA es un pequeño grupo de republicanos que rechazan el acuerdo de paz de 1998 que marcó la adopción por parte del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) de una solución política a años de violencia que dejaron más de 3.700 muertos.