México recibe a 124 refugiados de Afganistán, la mayoría periodistas
EFE. Ciudad de México. 25 de agosto de 2021.- México recibió en la madrugada de este miércoles a 124 refugiados desde Afganistán, muchos de ellos periodistas de medios de comunicación, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
«Recibí a reporteros y miembros del staff local de diversos medios que han solicitado visas humanitarias a México con motivo de los últimos sucesos en Kabul, Afganistán. Llegaron con sus familias, 124 personas en total incluyendo menores de edad, luego de 20 horas de vuelo», informó el canciller, Marcelo Ebrard, en un mensaje en Twitter.
Los ciudadanos afganos llegaron en la madrugada de este miércoles al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde fueron recibidos por una comitiva encabezada por el canciller.
Durante la llegada de los afganos, Ebrard explicó en un mensaje a medios que «México ha decidido apoyar las solicitudes de carácter humanitario, refugio, asilo, visa humanitaria, para personas en Afganistán que han pedido tener esa condición humanitaria».
Apenas unas horas antes de este arribo, el Gobierno de México recibió a cinco mujeres afganas integrantes de un equipo de robótica, y a la pareja de una de ellas, como parte de las primeras solicitudes de refugio de ciudadanos afganos tras la toma de control del país por los talibanes.
«La posición que nos ha pedido el presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador) que mantengamos es acorde a la tradición de México, en favor del refugio», puntualizó Ebrard.
El canciller dijo que México «tiene ya más de siglo y medio con esta tradición» y no podía «en este caso dejar de hacerlo».
Especialmente porque el país está, aseguró, «comprometido con la libertad de expresión, con la libertad y la independencia de la comunicación».
«De manera que solo me resta decirles que México los recibe con los brazos abiertos, tendrán aquí todo el apoyo necesario y vamos a continuar en esta posición humanitaria», subrayó Ebrard al recibir al centenar de refugiados afganos.
EL PROCESO DE REFUGIO
Según explicó el propio The New York Times, los funcionarios mexicanos, «a diferencia de sus contrapartes en Estados Unidos», pudieron sortear la burocracia del sistema de inmigración para proporcionar «rápidamente» documentos que, a su vez, permitieron a los afganos -hablan de 24 familias- volar desde el asediado aeropuerto de Kabul hasta Doha, en Catar.
de allí a México, donde se les ha garantizado protección humanitaria temporal mientras se exploran otras opciones y países.
Según explicó el periódico, el camino desde Afganistán a México se fraguó a partir de una inciativa de Azam Ahmed, quien fue jefe de las corresponsalías en Kabul y México, al enviar un mensaje al canciller Ebrard el pasado 12 de agosto para preguntarle si México querría recibir refugiados.
Pese a que el canciller dio en un primer momento una negativa, según el periódico, pronto contactó con el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para abordar el asunto con la mayor «rapidez».
Horas después se dispuso ya un avión pero la situación cambió con la llegada de los talibanes a Kabul. Aunque finalmente el traslado se pudo llevar a cabo.
The New York Times explicó que muchos medios de comunicación no informan de las vías de salida de Afganistán por miedo a «colapsar» los canales de escape.
«El Times no difundió su arreglo con México. Luego de que lo consiguió, México extendió la invitación a The Wall Street Journal y The Washington Post», aseguró el texto.
Los talibanes tomaron el domingo 15 de agosto el control de Kabul, capital de Afganistán, después de que sus combatientes entraran en la ciudad sin encontrar resistencia y con casi todas las provincias bajo su control, lo que propició la huida del hasta ahora presidente afgano, Ashraf Ghani.
La posición de las mujeres en el nuevo Afganistán ha generado enorme inquietud y alarma entre la comunidad internacional ya que durante el régimen talibán previo, entre 1996 y 2001, fueron recluidas en el interior del hogar y no se les permitió salir de casa sin la compañía de un hombre.