Miroslava y Javier Valdez nos dejaron el reto de desnudar la narcopolítica y la corrupción: Patricia Mayorga
Por Sugeyry Romina Gándara
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 27 de diciembre de 2017.- El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), entregó el Premio Internacional a la Libertad de Prensa 2017, a Patricia Mayorga, corresponsal de la revista Proceso, por sus trabajos en defensa de los indígenas y sus denuncias contra los poderes que intentan oprimir a los desposeídos. “Trabajamos entre quienes intentan destruir el periodismo”, dijo Mayorga, durante la ceremonia en la que recibió el galardón de manos de Meryl Streep, multipremiada actriz estadunidense de teatro cine y televisión, quien con frecuencia se ha solidarizado con los comunicadores. Sobre su desplazamiento forzado, la inacción del gobierno de Chihuahua en el caso de Miroslava Breach, las violaciones a los derechos humanos y otras injusticias que han lastimado al país; el mecanismo de control que se ejerce con la publicidad oficial, los retos que enfrentan los comunicadores en México, entre otros temas, habló Mayorga en entrevista con UdeP.
–¿Qué significa para ti recibir este reconocimiento al periodismo valiente?
–Representa la oportunidad para elevar la exigencia de justicia para los periodistas asesinados en México, principalmente el de Miroslava Breach, luego de que el gobernador Javier Corral aseguró que está resuelto y la investigación sería modelo a escala nacional.
Significa que se hará visible el trabajo de grandes periodistas de los estados, de provincia, que callados, dan cobertura a la narcopolítica, violaciones graves a derechos humanos y otras injusticias que han lastimado al país.
“Es una oportunidad para redirigir la mirada hacia nosotros, como gremio, y cuestionarnos en qué hemos fallado, cómo podemos avanzar juntos para hacer periodismo en favor de los ciudadanos y no de los intereses comerciales de la mayoría de las empresas que tienen esa prioridad, y no el periodismo.
–¿Qué significa para ti recibirlo, justo el día en que la Suprema Corte iba a analizar la resolución sobre regular la publicidad oficial?
–La entrega discrecional y millonaria de publicidad oficial a medios ha sido un arma letal para el periodismo mexicano. Chihuahua no es la excepción. La Red Libre Periodismo, a la que pertenezco, ha impulsado la regulación de publicidad oficial en el estado de Chihuahua, porque en el sexenio pasado se convirtió en la principal herramienta de agresión contra el periodismo. El resultado de la discrecionalidad en la entrega de convenios millonarios fue el mismo que el impacto de otro tipo de agresiones: hubo ausencia de periodismo (no completa afortunadamente) y no se reflejó en medios el robo brutal del que fueron víctimas los chihuahuenses, por parte de servidores públicos. Ese robo afectó gravemente a los ciudadanos, con el incremento de personas desaparecidas, de desplazados, de desmantelamiento de corporaciones policiacas, de secretarías tan importantes como Salud y Educación, entre otros.
El actual gobierno estatal y también el federal mantuvieron como bandera de campaña la regulación de publicidad oficial y hasta ahora no lo han cumplido. Por eso es importante el día que recibí el reconocimiento, porque la Corte tiene en sus manos la esperanza de gran parte del gremio y de la ciudadanos, para legislar sobre la regulación de publicidad oficial. Actualmente, cada gobierno puede decidir si transparenta el gasto de publicidad oficial y otros recursos que entrega a medios, a pesar de que es dinero público; por eso urge contar con una ley que garantice el derecho a la información plena.
–Como reportera desplazada, qué ha sido lo más difícil? ¿Cómo hacer periodismo cuando se es amenazado?
–Es un proceso muy solitario, a pesar de que he sido privilegiada con la compañía de muchas personas y organizaciones, de mi medio de comunicación –revista Proceso–, se viven todas las emociones al tope, todos los días. Significó vivir el duelo de una amiga, lejos de mi tierra. Es un dolor que te obliga a transformarlo para convertirlo en vida, en fuerza y en claridad para continuar.
“Durante unos cinco años aproximadamente, he cubierto el fenómeno de desplazamiento forzado, principalmente en la sierra Tarahumara. Aprendí a admirar a las víctimas de éxodos y desapariciones, por la fuerza que reflejan, por el ánimo que muestran a pesar de la adversidad, a pesar de haber vivido una de las peores experiencias que puede enfrentar un ser humano.
La dignidad, la fuerza, la claridad con las que los rarámuri enfrentan ser expulsados, me ha asombrado, porque mantienen su organización a costa de todo, la solidaridad entre ellos. Ahora me doy cuenta de que me marcaron. En momentos flacos, débiles, los recordaba y todo era más fácil. La fuerza se siente de la gente que te llama o escribe cada día y que aunque al principio viví el proceso como anestesiada, fueron fundamentales para cargarme durante días y meses. Es un proceso que te fortalece y te enfrenta a ti misma, que te despoja de todo. Te queda tu propia fuerza y tu propia convicción.
“Siempre hay formas para hacer periodismo, para publicar lo que no se quiere que se sepa: el trabajo colectivo que es fundamental en este momento que vive el país; reportear a la distancia cuando no hay condiciones de hacerlo en tu tierra; fortaleciendo las fuentes ciudadanas principalmente, porque son un escudo para ejercer; rescatar en todo momento las prácticas éticas del periodismo, “desnormalizando” los vicios que como gremio hemos tenido históricamente respecto de la relación prensa-poder, esa es la principal protección.”
–¿Cómo hacer periodismo en el contexto de corrupción en el que está sumergido el país, en el impera la impunidad?
–Capacitarse para mejorar la cobertura de investigación, informar a los ciudadanos, utilizar herramientas tecnológicas y de transparencia; no dejar que el miedo nos paralice ni que nos arrebaten la esperanza y la alegría de vivir.
–Como periodista freelance ¿Qué te ha mantenido en pie? ¿Consideras que hay frustración en el periodismo en general?
–Sí hay frustración, pero creo que también hay comodidad y apatía en gran parte del gremio. Nada puede ser justificación para dejar de hacer periodismo. Lo que anima es la misma gente que cree en la profesión como una fuente de esperanza para que cambie la situación en el país.
–Sobre el caso de Miroslava Breach ¿cómo calificas o como ves el actuar de las autoridades?
–Creo que han contaminado el caso, por lo menos mediáticamente. Primero aseguraron que hay indicios claros para resolverlo como un caso de narcopolítica y con el paso de los meses el discurso difuminó el móvil de narcopolítica y sólo se mencionó la delincuencia organizada. La filtración de información a algunos medios de comunicación es evidente, desde el inicio de la investigación. El reto para las autoridades estatales y federales es resolver el caso con transparencia, sin intentar proteger a nadie.
–Eres de las fundadoras de la Red Libre Periodismo, a raíz de la coacción a los medios, un gremio que ha insistido en regular la publicidad, fue una propuesta del gobernador y parecía que se empezaba con eso ¿Cuál es la situación en Chihuahua al respecto?
–Falta voluntad para impulsar la ley, pretextos hay muchos, pero urge que cumplan con su palabra por el bien de los habitantes. En Chihuahua no se ve avance en la regulación de publicidad oficial. Se supone que el gobernador es experto en el tema, desde hace años, y llegó sin un proyecto específico, sabemos que llegaron a hacerlo, pero ya pasó más de un año y no vemos avance.
–¿Cual es la situación actual del gremio periodístico en Chihuahua?
–Hay consecuencias fatales que dejó la entrega de millones a los medios de comunicación, porque el periodismo no dimensionó o no reflejó lo que el gobierno de César Duarte estaba haciendo contra los habitantes. Fue un atraco. El retiro de los convenios en el gobierno estatal actual ha generado una ola de desinformación en medios.
“Sin embargo, una situación igual de grave es la respuesta que ha dado el gobierno estatal y directamente Javier Corral, a todo medio o periodista que se atreve a criticar. Con el aval de la ciudadanía (que ya no cree en los medios) y con la justificación del retiro de la publicidad (aunque no a toda la prensa), ha emprendido campañas de desprestigio contra ésta y contra periodistas, lo que deja un mensaje generalizado contra el gremio, de por sí ya vulnerable.
“Más allá de justificar cada nota, considero que el gobierno primer, debería dar el paso ya, para regular la publicidad oficial y también proceder por los cauces legales o institucionales, para aclarar o desmentir notas o reportajes en los que se le critica, porque las campañas de desprestigio, dejan vulnerables a todo el gremio en el contexto que vivimos como periodistas.”
–¿Qué es lo más urgente en el periodismo en México, de los ciudadanos y de los mismo colegas del gremio?
–Que se abata la impunidad
–Por último, el premio lo dedicas a alguien en especial?
–A Miroslava y a Javier Valdez, porque nos dejaron el reto de investigar y desnudar la narcopolítica y la corrupción, para que no se nos olvide.