ONG alerta de una normalización de la violencia contra periodistas en México
Foto: Luis Monroy / EFE
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 16 de julio de 2020.- La asociación civil Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede) alertó este jueves de la falta de seguridad para los periodistas en México y de cierta normalización de la violencia contra ellos al divulgar el Informe Libertad de Expresión 2020.
«Hemos normalizado el estado de cosas de agresiones a medios y a periodistas. Ya hay una estabilidad, una costumbre en la que pareciera que no tenemos manera de salir (…) hemos llegado a un punto en el que no sabemos a dónde vamos», expresó Jacinto Rodríguez, periodista y miembro de Casede, en una conferencia virtual.
México es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo.
Según la organización Artículo 19, han sido asesinados por su labor al menos 132 periodistas desde el año 2000, y 13 de ellos en la actual Administración que empezó su mandato en diciembre de 2018.
De acuerdo con los datos de Casede, durante la Administración de López Obrador el número de profesionales de la comunicación asesinados ascendería a 26 asesinatos.
A raíz de estas cifras, Rodríguez destacó de la «alerta» que implica la existencia de «zonas de silencio», esto es, según definió, partes del país donde los periodistas no pueden ejercer su profesión y donde todo vale.
Por esto, el periodista recalcó la importancia de preguntarse a quién beneficia la situación «desoladora» actual, y lo relacionó con la pérdida de democracia en el país latinoamericano donde, expresó, con la falta de legislación y esfuerzos por parte del Gobierno actual.
Por otra parte, los presentes en la conferencia detallaron que los riesgos para los periodistas aumentan en época de confinamiento por coronavirus, ya que se someten a riesgos para hacer su trabajo y muchos no tienen respaldo legal de los medios para los que trabajan.
EXCESO DE INFORMACIÓN
Del mismo modo, y enfocándose más en el resto de la población, hablaron de la «infodemia», en la que se está dando un «exceso de información pública disponible que no esta verificada».
Por lo anterior, en el informe se hacen una serie de recomendaciones que consideran imprescindibles para revertir el estado de vulnerabilidad extrema en el que se encuentran los periodistas en México.
Algunas de ellas son desarrollar marcos legales que protejan la libertad de expresión e incorporar estándares internacionales a las leyes en el plano judicial.
Además, también recomiendan otorgar presupuesto y mejorar las capacidades operativas para garantizar las actividades periodísticas, desarrollar planes de prevención y protección, capacitar a organizaciones de la sociedad civil o incentivar posicionamientos conjuntos entre Gobierno y medios, entre otros.