Policías municipales agreden a reportero en Cancún; el segundo en la semana

Por Alejandro Castro

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de Benito Juárez, demarcación donde se ubica Cancún, esposaron y detuvieron por 30 minutos al reportero Eric Galindo, del diario Novedades Quintana Roo, mientras cubría el asesinato de una persona.

De acuerdo con el testimonio del comunicador, él arribo al lugar de los hechos incluso antes que algunas patrullas de la policía, por lo que se dispuso a tomar fotografías. Momentos después comenzó a grabar un video, en el cual se aprecia como un uniformado se dirige hacia él con rapidez y tira un manotazo para evitar que continúe grabando.

En la discusión sobre si tenía o no derecho a grabar, el policía ordenó a otro uniformado “darle bote”. “Yo ni siquiera lo vi cuando me echó la esposa a la mano y me empezó a jalar a la patrulla”, dijo el periodista.

A él le alegaron que estaba obstruyendo el trabajo de la autoridad por haber pasado el sello de seguridad. El reportero les dijo en su defensa que, como llegó antes que los policías, el sello no estaba colocado.

En la patrulla lo amarraron con una mano esposada a un tubo de la batea. Tiempo después, un policía se acercó y ordenó que lo soltaran.
“Yo le dije al comandante que no estaba bien lo que habían hecho, y me dijo ‘sí, sí, ya no hagas escándalo, ya te vamos a soltar’”, relató el reportero, abogado de profesión y con 20 años de experiencia en la fuente policíaca.
El caso de Eric Galindo fue la seguna agresión realizada por policías que fue denunciada, pues el pasado martes integrantes de la misma corporación retuvieron por cuatro horas al periodista Enrique Castro, del periódico De Peso, que da cobertura a la misma fuente.

La agresión fue similar, por estar cubriendo un hecho delictivo en una de las regiones de Cancún.

De acuerdo con su versión, el periodista explicó a los elementos de la policía que únicamente realizaba su trabajo, y entre algunos cruces de palabras se movió de lugar y momentos después tomó otras fotografías.

Hasta él llegó una mujer policía quien le reiteró la advertencia de retirarse si no quería que “le dieran un 24”, es decir, 24 horas en los separos.
De ahí, el reportero se retiró unos metros, por donde estaban las patrullas, y comenzó a grabar un video relatando la actitud de los policías municipales. “En eso siento un manotazo, me tiraron el celular al suelo y me pegó un golpe con la punta de su arma de cargo, una ametralladora, entonces reaccioné porque sí me dolió y le tiré una patada que pegó en el arma. Y en eso me dice: ahora sí ya te metiste en problemas”.

Los policías lo esposaron con fuerza, lo subieron a la batea de la patrulla y le ‘explicaron’ que su detención se debía a que los había golpeado.
“Me subieron a la batea de modo que yo no me podía mover, de lesiones anteriores yo ya tenía un brazo torcido. Ahí me tuvieron como cuatro horas porque no sabían qué hacer, le estaban pidiendo órdenes a los mandos”, añadió.

Incluso se llamó al servicio de grúa y se subió al vehículo en el que viajaba el reportero, mismo que le proporcionó el periódico donde labora, con identificaciones de automóvil de prensa.

Antes de dejarlo libre, le comunicaron a un “subsecretario” de la policía municipal, quien le dijo que “se la perdonarían” por esta ocasión, pero con la advertencia de que sería “la última vez”, reprochándole ser un reportero “muy broncudo”, según informó el comunicador.

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