Unámonos en un frente de defensa de las libertad de expresión
Periodistas Unidos. Ciudad de México 18 de febrero de 2022.- En el transcurso de las primeras seis semanas del presente año, 2022, cinco periodistas han sido asesinados en México, y organismos independientes de defensa de las libertades de prensa y expresión –como Artículo 19– consideran que hay una alta probabilidad de que dichos asesinatos están relacionados con la labor periodística de las víctimas. De acuerdo a los tres últimos informes anuales de la organización Reporteros sin Fronteras, México es el país más peligroso del mundo para el ejercicio del periodismo.
Los asesinatos y las intimidaciones contra personal de los medios de información han venido creciendo de manera por demás alarmante durante las últimas dos décadas. En su mayoría, los casos de periodistas asesinados no han quedado esclarecidos ya que las investigaciones y los procesos rara vez concluyen con la identificación de quienes ordenaron las ejecuciones. Por ello, resulta inevitable llegar a la conclusión de que tanto personalidades como organismos gubernamentales –a todos los niveles– han decidido que la intimidación y el asesinato representan la manera más expedita para acallar a quienes estén dando a conocer hechos y situaciones que pudieran afectar a las mafias que están en el poder. En México, padecemos la sanguinaria y trágica simulación de vivir en una democracia donde supuestamente imperan las libertades de prensa y de expresión, en tanto que quienes están en el poder recurren a los métodos más brutales para acallar a quienes se atrevan a ponerlos en evidencia.
El actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrado (AMLO), ha añadido un recurso más a las medidas para intimidar y desprestigiar a sus críticos, ya que dedica una parte desproporcionada de tiempo de sus conferencias mañaneras para atacar de manera directa y personal a periodistas que han venido exponiendo hechos que le resultan incómodos, o que ponen en tela de juicio el mito de que su gobierno está llevando a cabo una espectacular transformación. Resulta difícil creer que AMLO no esté consciente de los peligros y consecuencias a los que está exponiendo a quienes insistentemente acusa e intenta desprestigiar. En la tribuna presidencial, el presidente debería centrarse en responder los hechos expuestos por sus críticos, y no a mezquindades personales y ataques contra supuestas personalidades periodísticas “conservadoras”. Los epítetos empleados por AMLO no sólo no contribuyen a esclarecer los hechos, sino que los obscurecen.
Alto a los ataques, intimidaciones y asesinatos contra trabajadores de los medios de comunicación.
Alto a la impunidad: por la investigación y esclarecimiento de los crímenes cometidos contra periodistas.
Por la incorporación de representantes de periodistas en la planificación de acciones y en la toma de decisiones de los organismos de protección de personal de los medios de comunicación.
Formemos un frente unitario para defender la libertad de expresión.
Liga de Unidad Socialista (LUS)