Antidiario de la peste

Por Víctor M. Navarro

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Periodistas Unidos. Ciudad de México. 22 de marzo de 2021.- La banda Tacubaya. Yo creía a mi manera haberme criado en los suburbios de Tacubaya, en calles de bajada y subida. Ocasos atrás de edificios que inundaban mi mirada, sempiternos giros de mi lengua y el albur constante, más allá de Insurgentes.

Lo cierto es que me crié en los puestos de un mercado, en sus pasillos laberínticos y aprendí de la letra en historietas y los cuentos de Memín Pinguín, Archi y Supermán.

Matones de la vecindad (me aseguran), iban y venían por las leyendas urbanas y la comidilla de las viejas chismosas y los rateros de mis barrios bajos.

Muchas leyendas se forjaron, muchos personajes viven y mueren en estas páginas de mi memoria que serán historia rediviva o simples hojas amarillentas de un diccionario que siempre será mi obra de consulta.

Allí están todos lo que son

Y son todos los que están.

Mercado Cartafgena: epitafios, poemas cuentos

Y vida loca donde hacer cruzar el infinito.

En las escaleras de la vieja vecindad, cruje la existencia, el Ratón separa mariguana y hurga en lo robado, el Brujo se solaza acariciando a una niña que inhala solvente, el Loco escucha en la radio una canción de Cream, por la ventana el sol va cambiando de anaranjado a violeta…aquí el tiempo se detiene.

 

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