Carnaval de Poesía: Naufragios
Foto: Especial
Por Víctor M. Navarro
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 19 de enero de 2021.- He descubierto en la librería La Torre de Lulio, ubicada en la calle Montes de Oca casi esquina con Atlixco en la colonia Condesa, la mar de poesía. El capitán de esta embarcación babélica, el bibliófilo, bibliómano y escritor Agustín Jiménez se jacta de comandar la librería con el mayor acervo de poesía en Latinoamérica y lo demuestra a la primera provocación.
Gracias a sus afanes, tengo ahora en mi escritorio de novedades cuatro volúmenes que presagian sendas lecturas que pueden rayar en la voluptuosidad, el empalago y la gracia divina de la poesía.
De la mítica y connotada colección VISOR el primer ejemplar de este ramillete es El náufrago metódico (Antología) del poeta español Luis Rosales, una edición a cargo de Luis García Montero, académico y estudioso de las lenguas romances, quien en su extenso e intenso prólogo presentación dice esto del autor: Rosales es uno de los mejores poetas españoles del siglo XX. Su poesía está definida por lo contrastes, unas tensiones pacíficas que siempre desembocan en la intimidad confesional, después de haber merodeado, trazando un círculo unificador, por el clasicismo y las vanguardias, por la pureza y la humanización, por la voz cotidiana y la irracionalidad, por el vocabulario tradicional y los neologismos, por el calor de los recuerdos familiares y el frío de un presente doloroso y hostil.
Mira,
voy a perderme
sobre un andamio triste levantado de venas,
no quiero que nazcan arañas en mis ojos.,
al contemplar mi sangre como un patio que se cubre de musgo.
Y ahora quiero decirte que el asombro es el milagro del hombre
Ahora quiero decirte:
vivir es asombrarse
ante el cielo y la espiga, y la brizna de hierba
recorrer el temblor,
como insiste la sangre en las venas con asombrado júbilo
continuo.
Continua Montero: …conviene señalar que Luis Rosales cumple en su poesía un itinerario de rehumanización. Este es el impulso que tensa el arco de su obra a lo largo de los años, los momentos históricos, las realidades personales y los matices de sus libros.
Me refiero a la llama de la vida,
más apenas acabo de escribir esta expresión ya estoy
reconcomiéndome
puesto que está en descrédito,
ningún poeta actual se atrevería a escribirla,
cosa que importa poco
para que siga siendo una verdad inmediata y originaria.
Poesía que habla con la poesía, hombre que habla con el hombre y en esta operación habla con todos los hombres, recitar la voz única de la poesía donde caben las preguntas de todos.
La poesía de Rosales es una escritura de lo cotidiano universal, espejo cóncavo que refleja los muchos rostros de los muchos hombres pero es, misterio constante de la poesía, un discurso muy personal que se plantea a diario los grandes enigmas: por qué y para qué la vida, algo de ella vale la pena, y en cada línea descubre y se descubre como un ente que se sorprende de vivir y ser hombre, de estar y nombrar y con ello el lenguaje refresca esa vida.
Mira que no eres tiempo.
Ante ti canta el mundo,
su presencia más calara te será concedida si esperas con los ojos.
Mira bien.
La esperanza es el modo de tener el milagro.
Deambulo en la librería babilónica, La Torre de Lulio deja en mis manos el segundo volumen de la enmienda, en la próxima entrega más vida…más poesía. Otros títulos de VISOR LIBROS (Madrid).