Celebra Iglesia de Coyoacán cien años de participación seglar

Por Beatriz Astudillo

  • La guerra cristera moldeó la historia de Coyoacán

  • La coyoacanense Luz María Camacho, podría ser beatificada

  • La participación seglar mejoró la vida de Coyoacán

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 04 de marzo de 2023.- La iglesia Católica en Coyoacán conmemoró cien años de la fundación de la Orden Franciscana Seglar (OFS), con una develación de placa, una serie de conferencias, la exposición fotográfica “Cien años de paz y bien” y una misa de acción de gracias. 

Durante la develación de la placa conmemorativa, el sacerdote Franciscano Fray Jesús Arredondo Marquina, párroco titular de la Iglesia de San Juan Bautista exaltó la participación seglar de la orden franciscana.

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define la palabra seglar cómo aquel “que no tiene órdenes clericales”, es decir, la participación de laicos en la vida de la iglesia católica haciendo labores altruistas y de catequesis.

La OFS fue establecida en 1923 en el Templo de San Juan Bautista, en el corazón de Coyoacán, que es el segundo zócalo más visitado en la Ciudad de México, después de la Plaza de la Constitución.

De acuerdo con Fray Jesús la orden también estableció un dispensario médico que originalmente se ubicaba en la calle de Caballo Calco de la demarcación.

Luego la administración del dispensario pasó a manos de los sacerdotes Franciscanos, ayudando a los habitantes de Coyoacán.

En la conferencia ofrecida por Fray Jesús Arredondo, narró la vida y obra de María de la Luz Camacho, una joven cuya muerte marcó la historia de Coyoacán.

María de la Luz Camacho, Sierva de Dios

¿Y quién fue María de la luz Camacho? Fue una laica que perteneció a la OFS, fue miembro de la Acción Católica Femenina y Catequista de la Parroquia de San Juan Bautista.

Tenía 27 años cuando murió en la entrada del templo haciendo valer su derecho a profesar la fe católica.

Huérfana de madre a los 7 meses de edad, dedicó su vida a instruir a los niños a través del Catecismo.

Eran los tiempos en qué profesar su fe a los mexicanos les costaba la vida. Esto empezó durante la época del presidente Plutarco Elías Calles y continúo hasta Lázaro Cárdenas.

El detonante fue la reforma constitucional de Calles y con ella atentaba contra la Ley de Libertad de Culto que había sido uno de los principios liberales promulgados por el presidente Benito Juárez en 1860.

Ante una audiencia conmocionada, el párroco cuenta que “los camisas rojas, eran el grupo de choque formado por Tomás Garrido Canabal, quién había sido gobernador de Tabasco en 1923, gracias al apoyo de Álvaro Obregón y Calles.

Este inició en su natal una campaña anticlerical que derivó en una persecución religiosa.

Entre las acciones que implementó fueron: cerrar las iglesias en Tabasco, prohibir las cruces en los cementerios, mandar a asesinar sacerdotes y obligar a los niños de las escuelas a presenciar la destrucción de imágenes sagradas y el incendio de iglesias.

Garrido se autonombraba “enemigo personal de Dios y de la iglesia”, y es considerado como uno de los persecutores más hostiles de la iglesia y del pueblo católico.

A pesar de que formó varios grupos de sicarios para aplastar a campesinos y grupos disidentes, en diciembre de 1934, fue nombrado Secretario de Agricultura por el presidente Lázaro Cárdenas”.

“El día 30 de diciembre de 1934, María de la Luz, estaba enferma de faringitis, con fiebre, la joven se levantó de la cama y se dirigió a la iglesia, ante la inminente amenaza de que los camisas rojas querían incendiar la iglesia de Coyoacán”, cuenta el franciscano.

“María de la Luz, enferma, llega a la puerta de la Iglesia y grita ¡Viva la Iglesia! ¡Viva el Papá! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva Cristo Rey! Hasta que las balas ahogaron su voz”, continúa el sacerdote visiblemente emocionado.

Este hecho provocó que “muchos fieles marcharán por avenida Reforma hasta el Zócalo para exigir justicia. El presidente Lázaro Cárdenas pidió la renuncia de Garrido Canabal y pactó la paz”.

Los restos mortales de María de la Luz Camacho descansan en una urna en la Iglesia San Juan Bautista, de su amado Coyoacán en espera de su beatificación.

De acuerdo al Semanario Desde la Fe, la comunidad franciscana de la Provincia del Santo Evangelio está interesada en promover el proceso de beatificación y para promover la causa fue designado el padre Jesús Arredondo Marquina como vicepostulador, nombramiento que hizo el superior de los franciscanos de esta Provincia, Fray Joel Cosme Torres.

El Postulador es el responsable de las Causas Franciscanas de canonización que radica en Roma.

La época cristera es un episodio triste en la vida de la Iglesia Católica Mexicana, y de acuerdo al investigador Luis González y González dejó un saldo aproximado de 250,000 pérdidas humanas. Este es un evento que se reconoce hoy como genocidio.

Se trata de un crimen contra la humanidad, esto de acuerdo al Artículo 2 de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y el Artículo 149-Bis del Código Penal Federal mexicano.

Para evitar este tipo de crímenes por el Estado Mexicano, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), señala que “el Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna. Tampoco a favor o en contra de ninguna iglesia, ni agrupación religiosa”.

Ello fundamentado en el Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Artículo 3 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.

En diversos momentos históricos de México y latinoamérica se han cometido delitos realizados con la intención de destruir y violentar el derecho al libre culto, tal es el caso de la persecución que actualmente vive la Iglesia Católica en Nicaragua.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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