Documental «Rompan todo», una mirada a la identidad del rock en Latinoamérica
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Por Mónica Rubalcava
EFE. Ciudad de México. 12 de diciembre de 2020.- El rock, como el mundo, está en cuarentena, afirma en una entrevista con Efe el argentino Gustavo Santaolalla, uno de los productores de la serie documental «Rompan todo», que en tiempos convulsos y sin conciertos presenciales, muestra el sentido y origen del género en español.
A finales de la década de 1950, «La Bamba», de Ritchie Valens, irrumpió en la escena musical al transformar un famoso son jarocho (música del estado mexicano de Veracruz) a rock and roll, lo que demostró que había espacio para el español en dicho género, aunque su intérprete era estadounidense.
Con ese hecho, el director argentino Picky Talarico inicia «Rompan todo: La historia del rock en América Latina», la nueva serie documental de Netflix que reúne testimonios, documentos y materiales en torno al nacimiento y explosión del rock en la región, y el movimiento cultural identitario que trajo.
El documental salta de Valens a la historia del mexicano Enrique Guzmán con su banda Los Teen Tops y los pioneros de esta música en español.
Mientras que algunos cuentan cómo fue ser parte de ello, aparecen personajes coyunturales como Alex Lora y Javier Bátiz, quienes confiesan haber sido fanáticos de estas bandas.
Otros, como Roco Pachukote de La Maldita Vecindad, dan la perspectiva de su generación sobre ese tipo de música, que califican de «acartonada y con nada de rebeldía».
Este primer capítulo, de los seis que conforman la serie, revela el diálogo en el que convergen grandes figuras del rock latino de diferentes épocas y países al hablar desde su propia experiencia y visión musical.
«Era muy importante que el documental tuviera un punto de vista regional, que pudiéramos mirar a América Latina, fuimos con la banda más importante de cada país, pusimos especial énfasis en cuál fue la contribución de estas y lo pusimos a un diálogo con bandas de otros países», asegura a Efe el productor de la serie Nicolás Entel.
ESCRIBIR LA HISTORIA DEL ROCK
El documental reúne en la pantalla a grandes figuras como Vicentico, Rubén Albarrán, Julieta Venegas, Charly García y Fito Páez.
También, enfrente y detrás, está el músico Gustavo Santaolalla, dos veces ganador del premio Óscar y productor ejecutivo del proyecto.
No es sorpresa que Santaolalla (Argentina, 1951) sea una biblioteca musical de América Latina, pues él mismo escribió parte de ella, primero como músico de bandas como Arco Iris y luego como productor de Café Tacvba, La Maldita Vecindad, Molotov y Los Prisioneros, entre otras.
«Algo que me encantó descubrir en la serie fue ese interés y visión regionalista que ya existía en músicos desde las primeras décadas en las que se desarrolla el movimiento y que no había comunicación entre países», apunta el músico, quien sabía de memoria la historia de cada una de las agrupaciones que aparecen en la serie.
Santaolalla afirma que la forma en la que él ha podido medir el aporte que ha dado a la música no está en los premios, sino en las experiencias.
«Encontrarte con Jorge Gutiérrez, director de ‘The Book of Life’ (2014) y que te diga ‘yo conocí a mi mujer en un concierto de Café Tacvba, perdí mi virginidad escuchando un disco de Molotov, me pelee por primera vez con un disco de La Maldita Vecindad’, ahí es cuando dimensionas tu trabajo al ver de qué manera estas cosas han afectado a la gente», dice.
UNA SERIE ROMPEDORA
El documental toma el nombre de la famosa frase que dijo el rockero Billy Bond en un concierto: «¡rompan todo!» y también alude a la canción homónima de Los Shakers.
La serie, que se estrena el 16 de diciembre por Netflix, también navega por una Latinoamérica lastimada por dictaduras y Gobiernos autoritarios, además de contextos violentos y de represión en los que tocar rock era razón suficiente para ir a la cárcel.
Según relata Talarico, quien ha trabajado con artistas como Gustavo Cerati y Bajofondo, el desafío más grande estuvo en la parte legal de los materiales y documentos recopilados, así como en conseguir 96 entrevistas y acomodar todos los componentes en seis horas.
Asimismo, cuenta que sin la guía de Santaolalla en la producción el trabajo hubiera sido demasiado lento.
«Gustavo es un referente, si hay una duda sobre algo le llamas y él te dice ‘no, esto pasó así’, o ‘tienes que hablar con tal persona’, es una fuente inagotable de información», menciona el director.
Santaolalla concluye que «el rock no está muerto, eso lo escuché montones de veces, está en cuarentena como todo el mundo, está presente y a veces en músicos de hoy en día que aparentemente son de otro género, como puede ser un Residente o un Wos».