AMEXI. Ciudad de México. 28 de febrero de 2025.- Regresa este domingo el Oscar, que a pesar de sus evidentes errores y cuestionamientos sigue siendo no sólo el premio más notorio y célebre, sino el más importante y prestigioso de la industria del cine.
La ventaja y la relevancia de este galardón, otorgado ininterrumpidamente desde hace 96 años por la Academia de Cine de Hollywood, deriva en que no es un premio de popularidad ni un reconocimiento de parte de la crítica elitista, sino que se entrega a partir de una elección innegablemente democrática entre más de 10 mil miembros de la Academia, que son los profesionales del cine mismo, los que hacen las películas: directores, actores, guionistas, productores, compositores, especialistas en sonido y efectos, etc.
Con todos sus defectos, no existe ningún otro método de elección que pudiera resultar más apropiado para determinar cuál fue la mejor película o la mejor actuación del año, en aspectos que son meramente subjetivos, donde la relación entre la pantalla y el espectador es estrictamente individual y donde toda unanimidad siempre es sospechosa.
Problemas en la premiación
El problema inocultable y que mucho daño está haciendo a la credibilidad de la Academia es que ya aplican, no formalmente pero sí de facto, cuotas de inclusión, principalmente en las nominaciones y también en los premios.
En una manifestación de la tiranía de la corrección política, los votantes se inclinan por hacer historia y sentar precedentes con la primera vez que se nomina o gana alguien de una minoría en tal o cual categoría.
Así, se dio hace tres años uno de los más lastimosos casos de la historia al premiarse, en la categoría de mejor película, a la meritoria pero nada destacada “Coda”, sobre un filme mucho más sólido cinematográficamente como “El poder del perro”. Pero con “Coda” se pudo presumir que por primera vez ganó un filme con un elenco formado en su mayoría por personas sordomudas.
El primer asiático en conseguir un Oscar
En 2020 el coreano Bong Joon-Ho se impuso como mejor director por su sorprendente “Parásitos” (que dobleteó como mejor película y mejor película internacional), siendo el primer asiático en conseguirlo, cuando en la labor de dirección tenía más virtudes, al lograr la hazaña narrativa de filmar en un plano secuencia, el inglés Sam Mendes por el filme bélico “1917”.
En 2023 se repitió el caso cuando se le regaló el máximo premio a la ingeniosa pero descontrolada “Todo en todas partes al mismo tiempo”, para lo que, sin duda, influyó su reparto mayoritariamente asiático, en detrimento de la alemana “Sin novedad en el frente”.
Afortunadamente, el rápido crecimiento del número de miembros de la Academia a nivel internacional ha compensado la tendencia radical a la corrección política, y así, el año pasado los ganadores fueron incuestionables: esa joya que es “Oppenheimer” fue la mejor película, y la admirable actuación de Emma Stone en “Pobres criaturas” fue justa y merecidamente recompensada con el galardón a mejor actriz estelar, superando a Lily Gladstone por “Los asesinos de la Luna”, quien había ganado el premio SAG del sindicato de actores, y mucho se promovió que ganara para convertirse en la primera mujer nativa en llevarse ese Oscar.
Nominación de Karla Sofía Gascón: Cuota de inclusión
Este año, un obvio caso de nominación que es resultado de la cuota de inclusión es el de la española Karla Sofía Gascón, ahora inserta en el ojo del huracán por sus intolerantes mensajes y comentarios en redes sociales que salieron a la luz, quien se convirtió en la primera trans en ser nominada a mejor actriz por el polémico musical francés, pero de sólidas cualidades fílmicas, aunque a muchos les duela, “Emilia Pérez”.
Lo más injusto fue que Karla Sofía, quien siempre sí asistirá a la ceremonia de entrega del Oscar, tras autorrelegarse de los otros eventos de la temporada, le arrebató, por esta tendencia forzada a la inclusión de la que pocos se animan a hablar, la nominación a Angelina Jolie, quien más se lo merecía por su brillante papel como la diva de la ópera, “María Callas”.
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El cine sigue vivo
Pero más allá de tales cuestionamientos válidos, la realidad es que el Oscar no premia la mediocridad. Este año las 10 nominadas a mejor película son de calidad y con destacados logros, lo que refleja que el cine sigue vivo en creatividad y audacia.
En mi orden de preferencia: la brasileña “Aún estoy aquí”, “El brutalista”, “Un perfecto desconocido”, “Anora”, “Emilia Pérez”, “Duna 2”, “La sustancia”, “Cónclave”, “Nickel Boys” y “Wicked”.
Mejor película
A estas alturas, la estatuilla a mejor película 2025 está, en una contienda muy cerrada, entre “Anora”, ganadora de la Palma de Oro en Cannes (sería la segunda vez, tras “Parásitos”, que coinciden las ganadoras en el principal festival del mundo y en el más importante galardón de la industria) y “Cónclave”.
Ambas tienen grandes virtudes y son reveladoras y relevantes; una, como testimonio de un drama individual de una prostituta que cree vivir un sueño de “Cenicienta”, en la otra cara de la icónica “Pretty Woman”, y la otra de las intrigas palaciegas del Vaticano, motivadas por la ambición de poder, muy vigente ante la enfermedad del papa Francisco y un posible cónclave próximo para elegir al nuevo papa.
Mejor actor
Otra categoría muy pareja, sumamente difícil de predecir, es la de mejor actor estelar, entre un intenso Adrien Brody por su descomunal papel del personaje ficticio del arquitecto húngaro László Tóth, quien llega a Estados Unidos huyendo del nazismo, en “El brutalista”, y el talentosísimo Timothée Chalamet por su sorprendente interpretación de Bob Dylan en “Un completo desconocido”. Mi arriesgada apuesta es por Brody, por la dimensión de su actuación.
Competencia cerrada en película internacional
La categoría que también se ha cerrado estrechamente es la de película internacional, o no hablada en inglés, donde la incomprendida pero sagaz y filosa en su retrato de relaciones humanas, “Emilia Pérez”, atacada por posturas chovinistas y de un nacionalismo trasnochado, por ser de un director francés y con elenco no mexicano, que ha ganado absolutamente todos los premios en el año en este rubro (Globo de Oro, Critics Choice, Bafta de la academia británica, además del premio a mejor película europea por la Academia Europea de Cine), es muy probable que acabe perdiendo el premio mayor, el Oscar, frente a la brasileña “Aún estoy aquí”, profunda, lúcida, relevante crónica humana, política y social basada en hechos reales durante la terrible dictadura militar de Brasil.
Yo he sido un defensor convencido de “Emilia Pérez”, pero votaría por “Aún estoy aquí”, y creo que se llevará el Oscar.
Y esta ceremonia nos regalará un hecho memorable cuando la icónica Demi Moore, a sus 62 años, gane la estatuilla a mejor actriz por su admirable papel en “La sustancia”, cargado de audacia y riesgos, en lo que será el más espectacular regreso de una estrella en Hollywood, tras un cuarto de siglo perdida en el ostracismo, con películas irrelevantes y olvidables.
Mis predicciones para el Oscar 2025
- Película: “Cónclave”, con “Anora” en igualdad de probabilidades.
- Director: Sean Baker (“Anora”)
- Película internacional: “Aún estoy aquí” (Brasil)
- Película de animación: “Flow” (Letonia)
- Actor: Adrien Brody (“El brutalista”)
- Actriz: Demi Moore (“La sustancia”)
- Actriz de reparto: Zoe Saldaña (“Emilia Pérez”)
- Actor de reparto: Kieran Culkin (“Un dolor real”)
- Guion original: “Anora”
- Guion adaptado: “Cónclave”
- Fotografía: “El brutalista”
- Edición: “Cónclave”
- Diseño producción: “Wicked”
- Vestuario: “Wicked”
- Música: “El brutalista”
- Canción: “Emilia Pérez” (“El Mal”)
- Efectos visuales: “Duna 2”
- Sonido: “Duna 2”
- Maquillaje: “La sustancia”