Expulsión de Polanski gestada en 40 años
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AP. Los Ángeles, Estados Unidos. 04 de mayo de 2018.- Hasta el jueves Roman Polanski había sido miembro de la academia por más de 40 años desde que se declaró culpable de tener relaciones sexuales con una menor de edad en 1977. En sus cuatro décadas como fugitivo, el director de «Chinatown» y «Rosemary’s Baby» fue nominado a tres Oscar adicionales, uno por «Tess» y dos por «El pianista».
Tras ser celebrado por la Academia como mejor director por «El pianista» en 2003, continuó atrayendo a grandes estrellas para sus películas, también recibió el apoyo de los famosos que pedían su libertad, pero también se había convertido en un símbolo incómodo y contradictorio de una industria que parecía elegir contra quién y cómo dirigir su indignación moral.
Era una incongruencia que se volvió insostenible cuando la academia expulsó a Harvey Weinstein de sus filas en octubre, hizo declaraciones sobre estándares de decencia entre sus miembros y adoptó un nuevo código de conducta que permitirá a la organización suspender o expulsar a los miembros que violan ese código o “pongan en riesgo” la integridad de la academia.
Y casi siete meses después de que Weinstein fue expulsado, la organización más prestigiosa de la industria fílmica, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, le cerró la puerta a Polanski, de 84 años, al anunciar que había revocado su membresía de casi 50 años junto con la de Bill Cosby, quien fue declarado culpable de abusar sexualmente de una mujer.
El abogado de Polanski, Harlan Braun, dijo que el director fue “atacado por la espalda” con la decisión.
Qué diferencia hacen 15 años. El público en los Oscar de 2003 le dio una ovación de pie en ausencia a Polanski, entre ellos Weinstein, Martin Scorsese y Meryl Streep. Hace nueve años cuando Polanski fue arrestado en Zurich y las autoridades estadounidenses intentaron extraditarlo, unas 100 celebridades firmaron una petición para su liberación, incluyendo a Woody Allen, Weinstein, Scorsese, Steven Soderberg, Darren Aronofsky, Natalie Portman, David Lynch, Penélope Cruz y Tilda Swinton.
Aunque también hubo quien estuvo en contra. El cineasta Kevin Smith tuiteo famosamente: «Miren, me gusta ‘Rosemary’s Baby’ pero la violación es violación. Si cometes el crimen hay que pagar». Y la autora Kate Harding también puso el dedo en la llaga con una columna en la revista Salon en la que cuestionaba el apoyo de celebridades y varios miembros de los medios de comunicación para exonerarlo.
«Roman Polanski podrá ser un gran director, un anciano, un esposo, un padre y un amigo de mucha gente poderosa e incluso el objeto de algunas tretas legales cuestionables. Quizá no sea una amenaza para la sociedad en este momento. Incluso sea una buena persona haciendo el balance, lo que sea que esto signifique”, escribió Harding. «Pero nada de eso cambia un hecho básico e indiscutible: Roman Polanski violó a una niña. Y pasar por alto ese punto para enfocarnos en las razones sobre por qué deberíamos perdonarlo, tenerle lástima, respetarlo, admirarlo, apoyarlo, lo que sea, es absolutamente perverso”.
En 2010 Polanski hizo una película, «The Ghost Writer», con Ewan McGregor y Pierce Brosnan, y en 2011 «Carnage» con Kate Winslet, Jodie Foster, Christoph Waltz y John C. Reilly. Recientemente realizó varias producciones francesas, dos de las cuales se presentaron en el Festival de Cine de Cannes, una recién el año pasado.
Con el surgimiento de los movimientos #MeToo y Time’s Up y la prisa de muchos por distanciarse de los hombres acusados, incluyendo a Weinstein y Allen, Polanski, se había mantenido como una especie de caso aparte que la industria todavía no había tratado de reconocer públicamente.
Recientemente Portman dijo a BuzzFeed que se arrepentía de haber firmado la petición en pro de Polanski.
«Vivimos en un mundo diferente y eso no excusa nada, pero uno abre sus ojos y eso cambia completamente la forma en la que quieres vivir”, dijo Portman. «Mis ojos no estaban abiertos”.
Pocos más se han expresado al respecto. Winslet dijo en diciembre al New York Times que ella tuvo una «experiencia extraordinaria” trabajando con Allen y Polanski. El jueves las celebridades permanecieron en silencio en Twitter.
¿Por qué está abordando la academia a Polanski ahora, 41 años después de que se declarara culpable, siete meses después de Weinstein y cinco meses después de que fuera implementado el código de conducta?, es una pregunta aún por responder. Que surgiera como una expulsión conjunta con Cosby, quien fue declarado culpable por abuso sexual la semana pasada en Pennsylvania, quizá nos dice algo, pero sigue creando dudas sobre otros miembros que han enfrentado acusaciones por una conducta sexual inapropiada, incluyendo a Mel Gibson, acusado en 2010 de violencia contra su novia, y en meses recientes Kevin Spacey, Brett Ratner, John Lasseter y Paul Haggis.
Braun acusó a la academia de violar sus propias reglas al expulsar a Polanski. Dijo que había escuchado rumores sobre una expulsión que estaba siendo considerada, pero esperaba poder presentar argumentos a la junta de gobernadores antes de que se tomara una decisión. El abogado dijo que él y el agente de Polanski le pedirán a la academia que reconsidere su decisión y le conceda al director una audiencia y su “debido proceso”.
Las reglas de la academia le otorgan a su junta la capacidad de suspender o expulsar a cualquier miembro tomando en cuenta que al menos dos tercios de los gobernadores aprueben la acción disciplinaria.
Polanski había estado en su natal Polonia esta semana promoviendo su más reciente película, «Based on a True Story» en un festival en Cracovia. Pero el viernes por la mañana los organizadores dijeron que el director se había marchado y no estaba disponible para hacer declaraciones.
La organización que entrega los Oscar sigue adentrándose en un territorio sin precedentes en esta nueva etapa de la sociedad. Antes de Weinstein, solo otro integrante había sido expulsado por prestar DVDs de películas que contendían por el Oscar, las cuales terminaron en internet. Sin embargo, con el anuncio del jueves la academia dio una clara señal sobre lo que depara el futuro. Incluso un hombre que es ampliamente considerado uno de los mejores directores vivos, galardonado con un Oscar y cinco veces nominado, cuyo pasado fue evadido por muchos en la organización a lo largo de años ya no es el tipo de miembro que será protegido.