Jeremías Gamboa, la emoción de volverse etéreo

Por Gustavo Borges

EFE. Querétaro, México. 04 de septiembre de 2022.- Para el novelista peruano Jeremías Gamboa, lo más emocionante de la escritura de ficción es cuando se convierte en un hombre etéreo y en su mundo solo quedan, como dioses hechos de palabras, los personajes de su libro, dijo en entrevista con Efe.

«La gran emoción se da cuando dejas de ser tú, cuando estás escribiendo y no existes como persona. Existen los que están en el texto o en el mundo imaginario», aseguró este domingo en entrevista a Efe el autor, quien participa en el Hay Festival de Querétaro que termina este domingo.

Gamboa (Lima, 1975) entró a las grandes ligas de la literatura hace un poco más de ocho años, cuando su novela «Contarlo todo» (2013) fue un éxito de ventas y posicionó al autor como una de las voces principales de América Latina.

Mucho tiempo después, el fabulador reconoce que el protagonista de aquella obra, el periodista Gabriel Lisboa, es un poco su alter ego, pero igual lo es Ismael Alaya, el personaje principal de «Animales luminosos» (2021), su obra más reciente.

«En ficción construyo a los personajes con partes de mí. Lisboa es un tipo más mandado que Ismael y detrás de los dos estoy yo. Diría que ellos son extensiones, están hechos con materiales de imaginación míos. Hay veces en que me he sentido Ismael y en otras más Gabriel», confiesa.

Según el Nobel peruano Mario Vargas Llosa, su compatriota Gamboa es un escritor dueño de sus medios expresivos que sabe concentrarse en lo esencial, contar una buena historia.

Jeremías agradece el piropo, pero se asume más como un ser herido de literatura y periodismo.

REVOLCADO POR UNA OLA

En Querétaro, Gamboa disertó sobre «Animales luminosos», historia protagonizada por un estudiante peruano en la Universidad de Colorado, donde apuesta a la versión académica del sueño americano y se ve atrapado en la noche, al lado de una mujer inteligente que se ha lanzado al vacío.

«En esa novela terminé revolcado por la ola, pero feliz. Fue intenso el proceso de escritura y estuvo bien esperar un tiempo la llegada de la ola», reconoce a Efe.

Quien lo ha leído se da cuenta de que la figura marina es una clave que solo sus lectores desentrañarán. El símil de la ola se refiere a una de las imágenes más bellas de su primera novela, en la cual Lisboa compara el misterio de escribir con el de los surfistas, necesitados de paciencia para subirse al oleaje cuando aparezca.

«Los libros que a mí me encantaban habrían sido escritos por hombres así, que habían permanecido sentados ante una máquina de escribir frente al papel a la espera paciente de la obra interior aun cuando no ocurriera nada», escribió Gamboa en «Contarlo todo», ganadora del premio Tigre Juan en 2014.

Además de sus dos novelas, Jeremías es autor del libro de cuentos «Punto de fuga» (2007) y de una crónica sobre la visita de los Rollings Stone a La Habana, aparecida en el volumen «Cuba Stone» (2016). También es profesor universitario, pero nada de eso lo ha separado de su amor primero: el periodismo.

«Estuve en Brasil, donde hice una crónica sobre la tierra de Caetano Veloso y en Barcelona y me fui a Blanes a ver el pueblo de Roberto Bolaño. Ese periodismo tú mismo te lo pones, y hacerlo es maravilloso. Como escritor de ficción, a mí me pasa que la escritura de no ficción me da una enorme seguridad», relata.

ESCRITURA CONTRA EL EGO

Hijo de padres llegados a Lima de Ayacucho, Jeremías Gamboa conoció el clasismo y el racismo peruano, luego se leyó a cronistas de su país y a los judíos Phillip Roth y Saul Bellow, quienes le permitieron convertir la mirada pueblerina en universal.

Fue algo que el autor entendió, luego de vivir entre 2005 y 2007 en Boulder, Colorado, donde estudió literatura hispanoamericana y se dio cuenta de que Estados Unidos es un país con diferencias marcadas entre un sitio y otro.

«No es igual si eres de Nebraska o de Boston. Me pareció potable como literatura la manera como podemos confrontar visiones de los países para enriquecernos. Yo en Estados Unidos puse los problemas de Perú en un lugar relativo», revela.

Esa experiencia le permitió crear el mundo de «Animales luminosos», donde las señas de identidad son cambiadas por otras y son recreadas historias de migración, de choque cultural, amor y amistad.

«Se escribe contra el ego; eso dice Phillip Roth, escribo para desaparecer. En el fondo soy más profundo, si dejo de ser yo», asegura y vuelve a la emoción de volverse etéreo.

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