Las mariconerías del varón de Charlus
Foto: Victor Navarro
Por Juan Coronado
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 01 de febrero de 2021.- LA CREACIÓN EN CUARENTENA. Alguien escribió en el Facebook, si sabes elegir en esta plataforma encuentras la universidad, algo hay de eso. En estos largos meses de encierro muchos amigos de la comunidad literaria han publicado textos de gran calidad, piezas divertidas, poemas pandémicos, breviarios de observación literaria. Entre ellos Juan Coronado, a quién recuerdo de hace varias décadas en las páginas del suplemento Sábado comandado Fernando Benítez primero y por Huberto Batis después, páginas donde confluimos gran cantidad de cofrades de la letra, varios de ellos han aceptado publicar estos escritos en esta LA CREACIÓN EN CUARENTENA, leamos pues a nuestro autores desde casa. Una visión de la magna obra de Proust, revisitaciones literarias. (VMN)
LAS MARICONERÍAS DEL VARÓN DE CHARLUS
Uno de los personajes mejor dibujado por Marcel Proust en su serie de novelas En busca del tiempo perdido es el varón de Charlus, un aristócrata viejo, gordo, histérico, hipócrita, lujurioso y ridículo al grado de que parecería un tipo como los que crea Moliere. Se las da de Casanova, pero todo su medio sabe, sin decirlo, que es un pederasta de hueso colorado. Acosa a botones de hotel, meseros, sastres, conductores de carruaje y tipos de baja ralea.
Se enamora de un joven violinista y es capaz de cualquier bajeza con tal de no perderlo; llega a proponerle que se case con una jovencita para asi ser dueño de la pareja.
Jotea a diestra y siniestra cuando está en círculos de «entendidos». Usa un abanico que revolotea por toda su cara, usa polvos de arroz, pone los ojos en blanco, frunce la trompita y adquiere aires de gran dama.
El narrador hace retratos del personaje tan grotescos que ningún lector se imaginaría tales vulgaridades de tan atildado escritor.
La ironía y el humor se asoman frecuentemente en las páginas de tan modosito y monumental autor universal.