Opalescencia de lo Intangible: Daguerrotipo de Viaje de Arturo Talavera llega al Museo Archivo de la Fotografía con una importante donación

  • La muestra está conformada por 30 daguerrotipos, resultado de un proceso fotográfico en desuso que surgió con la invención de la fotografía en 1839, y forma parte de la conmemoración del Museo Archivo de la Fotografía por los 185 años de la llegada de esta técnica a México

  • Arturo Talavera, quien desde hace tres décadas se ha especializado en técnicas y procesos fotográficos considerados hoy anacrónicos y alternativos, realizó la donación de un daguerrotipo compuesto por las cuatro vistas más importantes de la Plaza de la Constitución para que forme parte del acervo del recinto

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 17 de agosto de 2024.- En el marco de la conmemoración por los 185 años de la llegada del daguerrotipo a nuestro país, el Museo Archivo de la Fotografía (MAF), recinto perteneciente a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, inauguró la noche del jueves 15 de agosto la muestra Opalescencia de lo intangible: Daguerrotipo de viaje de Arturo Talavera, uno de los más importantes representantes de la antigua técnica fotográfica y que, para la ocasión, decidió donar al acervo del recinto una de sus obras.

La exposición está conformada por 30 daguerrotipos, resultado de un proceso fotográfico en desuso que surgió con la invención de la fotografía en 1839 de la mano de Louis-Jacques-Mandé Daguerre, y en la que destacan retratos de dioses aztecas y mayas, imágenes surrealistas y capturas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, así como la vida cotidiana en las calles de la Ciudad de México y tomas de la Catedral Metropolitana y el Museo Soumaya.

“Es un viaje como tal, y esta opalescencia de lo intangible tiene que ver con la manera con la que se ven las imágenes y también con la masividad que empezó con este proceso (el daguerrotipo). Esto refresca al ver la importancia que tiene y conocer lo difícil que era ver estas imágenes en el siglo XIX”, expresó Talavera al inaugurar la exposición.

El artista estuvo acompañado por el, encargado de despacho de la Secretaría de Cultura capitalina, Argel Gómez Concheiro; la directora general de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural, Livier Jara García; la directora del MAF, Lizbeth Ramírez Chávez; el curador de la exposición, Edgar Hernández, y el director del Sistema Nacional de Fototecas de la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Juan Carlos Valdez.

“Las instituciones y este espacio, el Museo Archivo de la Fotografía, que es la casa de los fotógrafos de México, agradecemos que esté mostrando y compartiendo su trabajo con todas y todos nosotros”, agradeció Gómez Concheiro a Talavera.

Sobre la exposición reflexionó que “el daguerrotipo seguirá con nosotros. Un cristal de plata nunca será lo mismo que un pixel. Pero hay necesidad, para mantener vigentes esas antiguas y hermosísimas técnicas, de una dimensión creativa, y eso es lo que hace Arturo Talavera, y eso es muy valioso”.

Por su parte, Ramírez Chávez aseguró que se trata de “una ocasión especial porque es un homenaje a los 185 años de la llegada del daguerrotipo a México y quisimos invitar a uno de los maestros expertos en seguir trabajando las líneas de los procesos antiguos con los contemporáneos”.

Talavera, quien ha dedicado su trabajo las últimas tres décadas a los procesos fotográficos considerados anacrónicos, históricos o alternativos, continúa perfeccionando su propia técnica de daguerrotipo en su estudio Taller Panóptico, en el Antiguo Colegio de las Vizcaínas en el Centro Histórico, lo que le ha permitido experimentar no sólo con los procedimientos, sino también con la estética.

En este espacio, Talavera ha cultivado procesos fotográficos antiguos como parte de su proceso creativo y para colaborar con otras y otros artistas que buscan estos medios pero carecen del conocimiento técnico para llevarlos a cabo.

Se trata de un constante crecimiento y reconocimiento con los que Talavera, junto con otras y otros fotógrafos y artistas visuales, da una nueva vida y un creciente interés en los procesos que se consideran en desuso, mismos con los que, durante su época, no se pudieron explorar demasiado, debido a la ininterrumpida y veloz evolución de la fotografía.

Considerado un alquimista de la imagen, Talavera es un fotógrafo autodidacta que se inició en el mundo del fotoperiodismo, y que gracias a la experimentación de procesos antiguos abrió su panorama visual hacia espacios, técnicas y estéticas prácticamente inexploradas en la actualidad.

Así, desde la trinchera de la habilidad técnica, su obra propone una alternativa a la reflexión visual sobre temas que le son centrales: la identidad, la muerte o las pulsiones viscerales del ser humano. Más allá de los temas, realiza obras únicas que desafían al realismo.

Este medio le ha permitido crear un discurso visual que lo conecta con la historia de la fotografía y que tiene la virtud de devolvernos a aquella sensibilidad decimonónica que nació con el propio medio fotográfico.

Finalmente la directora del MAF agradeció  la donación que hizo Talavera al archivo del MAF del daguerrotipo titulado Centro Histórico de la CDMX, políptico, compuesto por las cuatro vistas más importantes de la Plaza de la Constitución, donde se puede observar la reproducción de la Pirámide de Kukulkán que engalanó al Zócalo durante julio y agosto en el espectáculo Memoria luminosa II. La donación ocurre en el marco del Programa de Interacción Cultural y Social del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

Opalescencia de lo intangible: Daguerrotipo de viaje de Arturo Talavera se puede visitar de manera gratuita en el MAF, ubicado en República de Guatemala 34, Centro Histórico, alcaldía Cuauhtémoc.

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