Poema: Versión tres de noviembre
Foto: Mónica Villa
Por Víctor M. Navarro
Para Paco Conde (1951-2020)
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 08 de noviembre de 2020.- Cómo pensar la muerte, cómo vivir la muerte, cómo
vivir la vida, si a diario estás muriendo. La grata manera
es pensarla sin pensarla, en poesía, en vida, vivir la vida
lo mejor posible. Y cómo no pensar la muerte cuando ves
a tantos seres amados y luego ya no los ves, aún
cuando están contigo.
Sientes a cada amigo ido como si a ti te gritara quédate,
paradoja brutal casi sublime.
En toda esquina de tu risa hay vidas, alegría, el tibio
licor de la amistad y el amor, los poemas escritos
por todos, los que están y los que no, la música
hasta la fecha inunda mis oídos. Canto una milonga,
canto a Borges: “He atestiguado el mundo, he confesado
la rareza del mundo”.
Amanezco con tu muerte y no sé cómo beber mi vida
cotidiana, me veo en todos los espejos de tantas
experiencias, palabras y palabras.
En estas horas rancias me despiertas al amanecer,
con sólo tomar la pluma te nombro, abro un libro
y te busco, te busco: “Frente a la canción de los tibios,
encendí mi voz en ponientes”.
En los versos encuentro la inminente forma de las vidas
escanciadas en bares, mesas de trabajo, lecturas,
presentaciones y tantas navegaciones allá y acullá.
Me recuerdo nombrando tu sed del marinero y
esas prácticas de lobo, excelsa geometría de tu palabra;
más risas, tragos y la confianza de saber un mundo
inventado en fiestas de vocablos y amistad.
Mi ruta sigue en este cuaderno donde hoy retengo
esas tardes, esos días, esas noches de arpegios
dándonos razón de existir. Qué dirías de este poema,
de estas sensaciones, de esta cita de Borges nuevamente:
“He trabado en firmes palabras mi sentimiento”.
: usted sabe cosas.
Y sigue la noche, sigue la vida, sigue la muerte, dicen
quienes te conocen le cantas al amor, a tu ciudad, a
tu eterno caminar por donde únicamente las grandes
almas transitan y sí, estás aquí con nosotros.