Periodistas Unidos. Ciudad de México. 01 de noviembre de 2024.- Se construyó en 1899 como Teatro Renacimiento y en sus más de 100 años ha vivido de todo: noches de gloria, sinsabores, cierres, reaperturas, la visita de cientos de personas y lo más importante es que se niega a morir; esta es solo una parte de la historia del emblemático teatro Fru Fru que este año reabrió sus puertas.
Arraigado en el corazón de la Ciudad de México, el Teatro Fru Fru se ubica en la calle Donceles en el número 24 del Centro Histórico, cambió su nombre en 1973 cuando la actriz Irma Serrano lo adquirió y lo modificó a su muy peculiar estilo, cuya decoración incluyó además la figura de un diablo.
Teatro Fru Fru reabre sus puertas
Después de varios meses de trabajo, el Teatro está listo para abrir de nuevo sus puertas con el estreno de “Los locos Addams” que ofrecerá su primera función este 31 de octubre y se estará presentando todos los viernes, sábados y domingos hasta el 10 de noviembre.
La obra se presentó por primera vez hace más de 20 años y ahora regresa para beneplácito de los fans, incluso José Julián, ahijado de la famosa actriz y ex política, envió un mensaje para invitar al público a ver la obra.
Aunque el teatro cerró sus puertas antes de 2015, los familiares de “La Tigresa” cómo se hacía llamar también pelearon por recuperar el espacio para poder reabrirlo como un teatro en el cual se ofrezcan conciertos y obras de teatro.
Mantuvo sus puertas abiertas para proyectos musicales
Este teatro fue escenario para que la música también sonara, como en el caso de Las Víctimas del Doctor Cerebro y Natalia Lafourcade, que por separado ofrecieron conciertos, además mantuvo sus puertas abiertas para que se filmaran videos musicales, cortos y otros proyectos relacionados con la televisión.
En fechas recientes, artistas como Erick Rubín, Lucero y Lucero Mijares también invitaron al público para asistir al Teatro que en próximas fechas estará anunciando nuevas producciones e incluso publicó algunos contactos para renta del lugar.
En 2023 también abrió sus puertas para rendir un homenaje póstumo a Irma Serrano, quien fuera la propietaria por más de 50 años. La actriz murió a los 89 años de edad el 1 de marzo de ese año.