Buscan reducir restricciones a jornaleros migrantes en EEUU
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Por Andrew Selsky
AP. Oregon, Estados Unidos. 13 de diciembre de 2019.- Era de noche cuando Pedro Lucas llegó a casa, aferrándose a los recibos que mostraban que había pagado a una funeraria para que los cuerpos de tres trabajadores inmigrantes regresaran a Guatemala desde Oregon. Los migrantes murieron en un accidente el 29 de noviembre, que fue un duro golpe para los trabajadores agrícolas inmigrantes de Oregon, la fuerza que impulsa a la industria de árboles de Navidad del estado, que es la más grande del país con 121 millones de dólares.
Los tres inmigrantes, entre ellos dos primos de Lucas, fallecieron cuando una camioneta pickup se estrelló contra la furgoneta en la que viajaban junto con otros 10 guatemaltecos que iban a sus hogares luego de trabajar en un vivero de árboles de Navidad. El padre de Lucas, que llegó a Estados Unidos hace apenas siete meses y enviaba parte de sus ganancias a su esposa que se encuentra en la localidad guatemalteca de Chacaj, también estaba en la furgoneta y continúa en coma con la espalda fracturada.
“Sí hay un riesgo que, si camina o no va a caminar, pero no se sabe”, comentó Lucas.
“La gente no se da cuenta que gran parte de esta industria es mano de obra inmigrante”, dijo Reyna Lopez, directora ejecutiva del sindicato de trabajadores agrícolas Pineros y Campesinos Unidos del Noroeste.
Las víctimas del accidente pasaron su último día cargando árboles de Navidad a unos camiones en Holiday Tree Farms, uno de los viveros de árboles navideños más grandes del mundo. Recibieron sus cheques de pago de manos de un contratista ese viernes por la noche en Salem y se dirigían a sus hogares cuando ocurrió el accidente automovilístico. El Programa de Seguridad e Higiene en el Trabajo de Oregon investiga lo ocurrido, aunque un portavoz rechazó proporcionar más detalles.
En 2017 se cosecharon 4,7 millones de árboles navideños en Oregon, 4 millones en Carolina del Norte y 1,5 millones en Michigan, los tres mayores productores de árboles en el país, de acuerdo con el Departamento de Agricultura.
Oregon no guarda los registros del porcentaje de inmigrantes que trabaja en la industria de los árboles navideños, pero está claro que ésta depende de ellos, al igual que las de Carolina del Norte y Michigan.
Los productores de árboles navideños en Oregon, que enfrentaban un mercado laboral restringido este año, utilizaron contratistas que encontraron trabajadores migrantes en California para que ayudaran con la cosecha de árboles, de acuerdo con funcionarios del Departamento de Empleo de Oregon.
La escasez de mano de obra se ha convertido en un problema para la industria agrícola, lo que desató un esfuerzo en Washington para abordar el tema. El miércoles, la Cámara de Representantes federal les dio un poco de alivio luego de que aprobó un proyecto de ley que reduciría las restricciones en torno a contratar trabajadores agrícolas extranjeros y crearía un mecanismo para que se naturalicen más de un millón de trabajadores agrícolas que se estima están en el país de manera ilegal.
No está claro cuál será el destino de la propuesta en el Senado, y la Casa Blanca no ha informado si el presidente Donald Trump la promulgaría. Pero la votación de 260 a favor y 165 en contra fue una inusual acción bipartidista en torno al tema de la inmigración. La iniciativa también requiere que los agricultores utilicen el sistema E-verify, que revisa si alguien puede trabajar de manera legal, contra el cual los agricultores han luchado en el pasado.
El gobierno ha expresado su apoyo para los agricultores, que dicen estar desesperados por llenar vacantes con inmigrantes, pese a que Trump hizo su campaña de 2016 y su agenda política nacional con la promesa de que construirá un muro en la frontera con México y presentó políticas que dificultan aún más a los migrantes obtener asilo.
El grupo comercial AmericanHot, que representa a agricultores de árboles y otras personas de la industria de los viveros, elogió a los representantes de la cámara baja por aprobar la medida.
“Durante años, nuestros agricultores han batallado con un sistema de inmigración y visas agrícolas fracturado que daña su capacidad para tener éxito y sostener sus cultivos y negocios en el mercado de hoy en día”, comentó Craig Regelbrugge, vicepresidente del grupo, en un comunicado.
“En vista de las enormes contribuciones que la industria hortícola hace a las economías locales y a la nacional, una acción aquí no podría ser más bienvenida”, agregó.
Tanto los agricultores como los trabajadores latinos de Oregon dijeron que los estadounidenses no solicitan estos empleos debido a que son muy arduos.
El trabajo se lleva a cabo principalmente fuera de la vista pública, en viveros de árboles navideños que cubren algunas zonas de las laderas de Oregon y del valle de Willamette, una región conocida por su clima húmedo y suelo fértil.
“El de la oficina, no saben cómo se trabaja allá afuera, cuánto se sufre”, señaló Lucas mientras se sentaba en su comedor con los documentos de la funeraria delante de él. “En estos tiempos, aquí estamos calientes adentro, pero afuera con bastante frío. En la mañana cuando hay hielo, se sufre mucho”.
Mientras el sol ardía a través de la niebla en una mañana reciente en Hupp Farms, situada en las laderas de la cordillera de las Cascadas, cerca de Silverton, Oregon, Jan Hupp supervisaba montones de abetos noble y de Normandía que iban a ser colocados en unos camiones. Eran los últimos entre unos 30.000 árboles que los empleados y contratistas derribaron con motosierras en la cosecha de este año.
“Sin inmigrantes, no habríamos podido hacer esto”, comentó Hupp a The Associated Press. “La gente que nació aquí no quiere hacer este trabajo”.
Su vivero tiene 20 empleados, de los cuales 15 son mexicanos y el resto nació en Estados Unidos. Los miembros de los equipos de contratistas que ayudaron con la cosecha eran de México o Centroamérica.
Respecto a la aprobación del proyecto de ley señaló: “Es una forma para tener a más personas que están dispuestas a trabajar, estoy totalmente a favor de eso”.
La cosecha es la parte más difícil del trabajo debido a que la persona que corta se tiene que inclinar con una pesada motosierra hasta cortar el tronco a 2,5 centímetros (una pulgada) o menos sobre el suelo, dijo Daniel Garibay, un empleado de Hupp Farms. Garibay es oriundo de Zarquillas, un poblado en el estado mexicano de Michoacán, que, añadió, está plagado de enfrentamientos entre narcotraficantes rivales.
Si la motosierra toca el suelo, la cadena se desafila de inmediato y debe ser reemplazada, dijo el hombre de 41 años.
Cuando le preguntaron cuál era la mayor cantidad de árboles que ha talado en un día, Garibay respondió con naturalidad: “Mil”.
Lucas, sentado en una casa alquilada en Gervais, Oregon, que él y su esposa, Raquel, comparten con el padre de él, sus primos y sus hijos, describió lo que ha tenido que enfrentar después del accidente. Ha dependido de donativos para pagar a la funeraria 21.750 dólares con el fin de que los cuerpos de sus primos y un tercer trabajador de 18 años fueran enviados a casa.
“Me apoyaron desde Florida, Atlanta, Tennessee, Chicago, y mucha gente que es campesino acá en Oregon. Me apoyó todo Woodburn”, dijo Lucas, refiriéndose a una localidad aledaña con una población mayoritariamente latina. El consulado de Guatemala en Seattle señaló que está listo para ayudar.
Mientras se finalizan los preparativos para que los cuerpos sean trasladados, éstos se mantienen en sus ataúdes en una habitación sin calefacción en una funeraria de Salem.
Erguido en el vestíbulo, tan perfecto que podría ser confundido con uno falso si no fuese por el aroma a pino, se encuentra un árbol de abeto noble navideño.