EFE. Ciudad de México. 15 de abril de 2021.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo este jueves que desconoce la fecha en que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, viajará a México para abordar la crisis migratoria, pero anunció que «será bienvenida».
«Sí la invité pero no sé si ya decidió hacer alguna visita a México. Será bienvenida a nuestro país, pero tiene que ver con su agenda y con la estrategia que están siguiendo», expresó el presidente en su rueda de prensa matutina en Palacio Nacional.
La vicepresidenta dijo el miércoles que planea viajar pronto a México, Guatemala y posiblemente a otros países de Centroamérica para hablar sobre cómo «hacer frente a las causas de raíz» que generan la inmigración irregular hacia territorio estadounidense.
López Obrador tuvo el 7 de abril un primer contacto telefónico con Harris, quien ha recibido del presidente Joe Biden la misión de coordinarse con México y Centroamérica para frenar la llegada masiva de indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos.
«La invité a Chiapas, Tabasco y Campeche, lo estados fronterizos del sur de nuestro país, para que se diera cuenta y conociera la experiencia que se tiene en apoyar a los pobladores», dijo este jueves el presidente mexicano.
López Obrador sugirió que los programas de empleo y reforestación que se llevan a cabo en el sureste mexicano podrían aplicarse también en Guatemala, Honduras y El Salvador para frenar la migración forzada, pues son países «hermanos».
Asimismo, dijo querer tratar con Harris «el asunto de los niños y niñas» migrantes que emprenden la travesía solos y son captados por redes de tráfico de personas.
México, que coopera con Estados Unidos en la crisis migratoria, tiene desplegados 12.000 militares y funcionarios en el país para frenar el flujo.
El Gobierno mexicano dice estar «preocupado» por el incremento «notabiliísimo» de menores no acompañados, que en marzo fueron detectados 3.139
La semana pasada, el Gobierno estadounidense reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172.000 en marzo, entre ellos casi 19.000 menores, una cifra histórica.
La Casa Blanca ha insistido en que la frontera «está cerrada» y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe.