1.820 menores han sido entregados a sus padres

Foto: Miguel Roberts / AP

Por Elliot Spagat y Collen Long

AP. San Diego, Estados Unidos. 27 de julio de 2018.- El gobierno del presidente Donald Trump indicó el jueves que más de 1.800 menores separados de sus familias en la frontera con México se han reunido con sus padres y patrocinadores, pero cientos continúan separados, por lo que aún le espera una tarea ardua.

Se ha reunificado a 1.442 niños de 5 años o más con padres que están bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), mientras que otros 378 fueron liberados “bajo otras circunstancias apropiadas”, lo que incluye entrega a patrocinadores, informó el Departamento de Justicia en un documento presentado en la corte.

Aun así, más de 700 padres fueron considerados no elegibles o actualmente no elegibles, muchos de los cuales quizá fueron deportados. De ellos, 431 niños tienen padres que viven fuera de Estados Unidos.

Más de 2.500 menores fueron separados de sus padres en la frontera sur del país como parte de una política de cero tolerancia que enjuicia penalmente a todo aquel que es atrapado cruzándola de manera ilegal.

Algunos niños que no habían visto a sus padres en semanas o meses parecieron tardarse en aceptar que no serán abandonados de nuevo. Un padre que se reunió con su joven hija la semana pasada dijo que ella no le cree que no volverá a dejarla.

“Me parece que algunos de los niños se apegan muy rápidamente. En otros, hay distanciamiento. Existe esta cautela, esta falta de certidumbre, y parte de ello se debe a que no se comprende qué ocurrió”, dijo Rubén García, director de Annunciation House, un centro de asistencia a migrantes en El Paso que ha recibido a unas 25 familias al día esta semana.

Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles que representa a las familias separadas, dijo antes de que se anunciaran las cifras más recientes que el gobierno no debería estar congratulándose por cumplir el plazo que él mismo se impuso.

“El gobierno no debería estar orgulloso del trabajo que están haciendo en la reunificación”, afirmó. “Sólo deberían pensar: ‘Nosotros creamos esta política cruel e inhumana… ahora estamos tratando de corregirla en todas las formas que podemos y hacer que estas familias estén completas’”.

Un organismo de supervisión interna del Departamento de Seguridad Nacional dijo que revisaría la separación de familias, así como las condiciones en las instalaciones en las que los niños migrantes son retenidos, en respuesta a cientos de solicitudes del Congreso para que lo hiciera.

Durante las últimas dos semanas, los niños han estado llegando en forma constante a instalaciones del ICE en Texas, Arizona y Nuevo México para ser reunidos con sus padres. Grupos religiosos y de otro tipo les han proporcionado alimentos, ropa, asesoría legal y boletos de avión y autobús. En general las familias son puestas en libertad, y a los padres se les coloca una tobillera de rastreo y se les dan fechas para que se presenten ante un juez de inmigración.

Pero la confusión y el miedo persisten. El salvadoreño José Dolores Muñoz, de 36 años, fue reunificado con su hija de 7 años el viernes pasado, casi dos meses después de que fueron separados. Su hija llora cuando él sale de la casa porque cree que no volverá.

“Ella tiene miedo”, dijo Muñoz. “Ayer la dejé llorando, y me decía: ‘No volverás. Mientes. Me estás abandonando’”.

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