Abren base de policía militar cerca de Cancún
Foto: Elizabeth Ruiz / Cuartoscuro
AP. Ciudad de México. 10 de octubre de 2018.- El presidente de México inauguró el martes una base de la policía militar para 2.850 elementos al norte de Cancún, en un contexto de violencia en el destino turístico del Caribe.
Se desconoce si los elementos de la policía militar patrullarán las playas como sucede en otros importantes centros turísticos de México.
Pero es posible que ser enviado a la nueva base no sea lo peor que le pueda pasar a los elementos de la policía militar. La base no se encuentra frente al mar, pero cuenta con habitaciones para los familiares del personal castrense.
La policía militar ha sido utilizada en otras partes de México como en el estado de Tamaulipas _ en la frontera con Estados Unidos _ para combatir a grupos de narcotraficantes que cuentan con artillería más pesada que la policía local.
El presidente Enrique Peña Nieto dijo que Cancún y las áreas vecinas deben “ofrecer condiciones óptimas de seguridad a los millones de visitantes que recibe cada año”.
En septiembre, dos elementos de la Marina Armada de México fueron localizados asesinados a puñaladas en Cancún. Durante un solo día de agosto, la policía encontró ocho cuerpos en distintos puntos de la ciudad.
Carlos Joaquín González, gobernador del estado de Quintana Roo, donde se encuentran Cancún e Isla Mujeres, dijo que espera que la nueva base ayude a restaurar la seguridad en la entidad.
“La delincuencia es un flagelo que nos ha debilitado las cosas más sensibles de nuestro sentir mexicano. Nos ha quitado la paz, nos ha resquebrajado nuestro tejido social; debilita nuestras instituciones y rompe los valores familiares”, dijo el gobernador durante la ceremonia de inauguración.
Antes de 2017, Cancún se encontraba en relativa calma, pero los homicidios han incrementado. En los primeros ocho meses de 2018, se registraron 342 asesinatos en Cancún —alrededor de 1,4 al día en una ciudad de 750.000 habitantes, y más del doble respecto a los 148 homicidios registrados en ese mismo periodo de 2017.
Las muertes en el principal destino turístico del país son similares a la ola de sangre que inició en 2006 en Acapulco y que eventualmente manchó de manera casi permanente al que fuera alguna vez uno de los destinos más importantes del Pacífico. Al igual que en Acapulco, la ola de asesinatos se le atribuye a grupos relacionados con la extorsión y el narcotráfico.
En 2017, Acapulco tuvo una tasa de homicidios de 103 por cada 100.000 habitantes, una de las más elevadas de México y el mundo. En comparación, Cancún tuvo una tasa de alrededor de 33 por cada 100.000, una fracción respecto a la de Acapulco, pero aún por encima del promedio nacional que, en México, es 25 por cada 100.000 personas.