Agroproductores exigen a AMLO no ampliar el plazo para prohibir el uso de glifosato
AMEXI. Ciudad de México. 25 de abril de 2024.- Dirigentes de 70 organizaciones de agricultores, apicultores, avicultores, ganaderos, empacadores, procesadores y comercializadores de alimentos y bebidas exigen al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que no amplíe el plazo para la prohibición del glifosato, producto emblemático de las formas más crueles de dominación y extractivismo de las corporaciones multinacionales sin rostro.
Encabezados por Homero Blas, presidente de la Asociación de Certificadoras Aprobadas en México, argumenta que se puede producir sin glifosato y para demostrarlo no sólo hay evidencias científicas: “Nosotros desde hace 60 años lo hemos hecho, producimos con métodos agroecológicos sin agrotóxicos como el glifosato para el autoconsumo y de forma comercial para el mercado nacional e internacional”.
Apicultores y cafeticultores reportan afectaciones
El uso de glifosato, pesticidas y los transgénicos con los que vienen asociados, provocan daños ambientales, sociales y económicos como el caso de los grupos de pequeños apicultores orgánicos que reportan muertes masivas de sus abejas y que se vieron afectados además por la presencia de trazas de polen de soya transgénica en su miel, exponen los apicultores.
También está al caso de los grupos de pequeños productores de café que encuentran presencia del glifosato en diversos lotes de exportación y por ello pierden sus contratos con el mercado de la Unión Europea, por el uso indiscriminado del glifosato de sus vecinos convencionales o bien porque las autoridades municipales responsables de limpiar las brechas o caminos lo hacen con este herbicida, denuncia cafeticultores.
Se ha demostrado en las cortes de Estados Unidos casos de daños a la salud de los trabajadores por el uso de glifosato y otros pesticidas; adicional a ello, los pesticidas y fertilizantes nitrogenados se consideran una de las principales fuentes de contaminación de los suelos y los acuíferos, y destaca que propician cáncer y enfermedades crónico-degenerativas.
Pese a que la superficie certificada en México es de 400 mil hectáreas con 50 mil productores, más procesadores, elaboradores de bioinsumos y profesionistas involucrados al sector, además de que la superficie orgánica en México no llega a 10% de la total, sus prácticas agroecológicas son retomadas por más productores convencionales con el uso de compostas y otros bioinsumos, detallan.
Homero Blas resalta que el reporte del comportamiento del mercado agroalimentario mundial informa que México, en 2021, subió en 53% el consumo de productos orgánicos.
“La agricultura orgánica influye e inspira en esquemas de la bioeconomía, la economía circular, los circuitos cortos de producción-consumo, comercio justo, con responsabilidad social y otros más quienes la practican, muchos pequeños y medianos productores que compiten no sólo con cantidad, sino con calidad: somos creadores de productos de calidad para mercados de calidad.
“Producimos en México con prácticas agroecológicas de conservación y mejoramiento de suelo: rotación, asociación, intercalación de cultivos, acolchados, uso de abonos verdes, cultivos de cobertura, labranza mínima o de conservación, control mecánico con rastreos, desvarados, desbrozadoras, machetes y azadones, reincorporando la materia orgánica de las yerbas al suelo mejorándolo.
“También con ayuda de formulaciones de bioinsumos y organismos benéficos permitidos en las normas de los ministerios de agricultura de México y los países de destino antes mencionados; en áreas certificadas por organismos independientes en conformidad con la norma ISO-IEC 17065 que garantiza criterios de evaluación similares en el resto del mundo”, expone Homero Blas.
“Estamos regulados por la Ley de Producción Orgánica de México, pues esa norma es reconocida como equivalente por el COR, régimen orgánico de Canadá y ahora buscamos la equivalencia con el NOP de Estados Unidos, el Reglamento 2018/848 de la Unión Europea y el JAS orgánico de Japón”, subraya el presidente de la Asociación de Certificadoras Aprobadas en México.
Ley de Producción Orgánica, regulación vanguardista
La Ley de Producción Orgánica es una regulación nacional vanguardista por incorporar la certificación de grupos, en la que México es pionero y los sistemas participativos de garantía para los tianguis orgánicos en varias ciudades del país, ambos esquemas promotores de la organización de pequeños y medianos campesinos para la producción y comercialización directa al consumidor, explica el productor.
La agricultura orgánica se practica en 188 países, más de 96 millones de hectáreas agrícolas son gestionadas orgánicamente por al menos 4,5 millones de agricultores. Las ventas mundiales de alimentos y bebidas orgánicas en 2022 alcanzaron casi los 135 mil millones de euros.
La producción orgánica en México también conocida como biológica o ecológica en Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón y el resto del mundo, donde se consumen desde hace seis décadas; es aquella que no sólo se cultiva o cría, transforma y comercializa sin usar insumos sintéticos; es la que se hace con un manejo agroecológico del medio ambiente: suelo, agua, el aire, la vida de animales, vegetales y organismos vitales para la sobrevivencia de la especie humana.
Somos agricultores, apicultores, avicultores, ganaderos, empacadores, procesadores y comercializadores de alimentos y bebidas, por ello nos sumamos a las peticiones de académicos, investigadores, funcionarios de instituciones públicas y privadas, de no ampliar el plazo para la prohibición del uso del glifosato, señalan en la Asociación de Certificadoras Aprobadas en México.