Periodistas Unidos. Ciudad de México. 04 de agosto de 2023.- La crisis hídrica y el cambio climático están conectados intrínsecamente. Este último, ha sido tema central de análisis, mesas de trabajo a nivel internacional, acuerdos multilaterales y pactos entre naciones y Estados para mitigar sus efectos. Sin embargo, la forma de producción y de consumo que hay en el mundo van en aumento; en consecuencia, los seres vivos comenzamos a padecer sequías, escasez de agua, lluvias atípicas o inundaciones.
Hace unos días, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó: «La era del calentamiento global ha terminado, ahora es el momento de la era de la ebullición global», en el contexto de que julio se registraba como el mes más caluroso jamás registrado en el planeta.
Mientras, el documento Transitando hacia la sustentabilidad en el territorio Chiapaneco: Visión 2030 –elaborado por la organización The Nature Conservancy (NTC) – nos da cuenta de que Chiapas es el segundo estado con mayor deforestación en el país.
«Entre 2001 y 2016 se perdieron 470 mil hectáreas de cobertura forestal, con una tendencia al alza: solamente en 2016 se perdieron más de 68 mil hectáreas de bosque, en comparación con 32 mil hectáreas en 2015. La principal causa de la deforestación en Chiapas son la ganadería y la agricultura».
»Además, Chiapas es el tercer productor de ganado más importante del país y la ganadería actualmente ocupa casi 3 millones de hectáreas o el 33 por ciento de la superficie del estado. Debido a que el 90 por ciento de las unidades ganaderas son extensivas, esta actividad es de gran impacto ambiental, pues contribuye a la deforestación, degradación de suelos y pérdida de la biodiversidad», indica la organización ambientalista.
Agustín Ávila Romero, director general de Políticas para la Acción Climática de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), comenta que en el país existen importantes iniciativas para mantener vivos a los ecosistemas, «pero desafortunadamente hay proyectos de devastación ambiental como el cultivo de la palma africana que existe en Chiapas y que consume una cantidad impresionante de agua, genera agrotóxicos y todo va acompañado de un proceso de deforestación».
El también encargado de la dirección general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) comenta que este proceso de deforestación y sus impactos vienen desde hace 50 años y, aunque hay programas oficiales que están contribuyendo a rehabilitar regiones completas, no se pueden perder de vista otros factores como que existe la «tala ilegal, hay grupos del crimen organizado detrás del negocio de la madera. Entonces, lo que se avanza, por un lado, se pierde por el otro».
Ávila Romero agrega que es necesario fortalecer la legislación en materia agroforestal; por ejemplo, se necesita una Norma Oficial Mexicana (NOM), en específico, que facilite ese proceso de trámites qué hacen los sembradores ante Semarnat para agilizar su trabajo. Respecto al tema del agua, expresa, «está parada en el Congreso de la Unión la Ley General de Aguas, y es indudablemente necesario garantizar el derecho humano al agua por encima del uso Industrial, el uso corporativo de la agroindustria que hace del agua».
Chiapas y las propuestas
Adriana Bustamante Castellanos, secretaria de la Comisión de Ecología y Cambio Climático en la Cámara de Diputados, comenta en entrevista que uno de los temas más relevantes en el debate legislativo es la recuperación de la capa forestal y que hablar de cultivos agroforestales es, precisamente, hablar la sostenibilidad del agua o del recurso hídrico en México y en Chiapas.
La legisladora chiapaneca expresa: «actualmente hay una idea de que en Chiapas hay un exceso de agua, que tenemos muchísima agua para todos, pero desafortunadamente somos el estado que menos garantizado el derecho humano al agua tenemos, la entidad con menos hogares con acceso al recurso hídrico y, entonces, al estar hablando de recuperar la capa forestal estaremos también garantizando que los recursos hídricos en Chiapas sean sostenibles».
Bustamante Castellanos indica que «tenemos que empezar a pensar en esas otras maneras de hacer que cada hogar tenga agua, como son la recolección de agua de lluvia y muchos otros sistemas que se pueden hacer de manera amigable con el medio ambiente y que no necesitan inversiones fastuosas».
En materia legislativa, agrega la diputada, Chiapas ya tiene de facto hecha la propuesta de la Ley de Cambio Climático, en análisis de la Consejería Jurídica, un trabajo que están haciendo el gobierno del estado con la asociación civil Polea (Política y Legislación Ambiental). También, afirma que está en puerta el reglamento de la Ley Forestal, así como a nivel Federal, hay propuestas presentadas en materia de cambio climático, planeación, infraestructura verde y humedales, «estamos a la espera de que todas estas iniciativas presentadas en la Cámara de diputadas y diputados trascienden, se aprueben y también sean aprobadas por el Senado de la República. Tenemos muy apretados los tiempos, entonces, vamos a estar presionando para que esto suceda entre septiembre y diciembre de este año».
Te compartimos algunos de los efectos del cambio climático relacionados con el agua:
Sequías e inundaciones: A medida que el clima se calienta, la evaporación aumenta, lo que puede causar sequías más severas. Por otro lado, el cambio climático también puede causar una precipitación más intensa, lo que puede llevar a inundaciones más severas.
Calentamiento de los océanos: A medida que los gases de efecto invernadero se acumulan en la atmósfera, más calor es absorbido por los océanos. Esto puede llevar a la expansión térmica del agua, contribuyendo al aumento del nivel del mar. Además, el calentamiento de los océanos puede causar fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes más fuertes.
Fuentes de agua dulce: Los glaciares y las capas de nieve están disminuyendo debido al calentamiento global, lo que puede afectar el suministro de agua dulce. Muchas regiones dependen del deshielo glaciar para el suministro de agua, especialmente durante las estaciones más secas.
Calidad del agua: Los cambios en las precipitaciones pueden afectar la calidad del agua. Las inundaciones, por ejemplo, pueden llevar a un aumento de los contaminantes en los suministros de agua. Por otro lado, las temperaturas más cálidas pueden aumentar la proliferación de algas en los cuerpos de agua, lo que también puede afectar negativamente la calidad del agua.
Ecosistemas acuáticos: Los ecosistemas acuáticos, tanto marinos como de agua dulce, pueden ser afectados por el cambio climático. La acidificación de los océanos, causada por la absorción de dióxido de carbono por parte del océano, es un problema grave que amenaza la vida marina, incluyendo los arrecifes de coral.